miércoles, 31 de agosto de 2011


Piñera y De la Rúa

Por Martín Granovsky

Con curiosidad y sin copiar, los estudiantes chilenos miran hacia la educación pública argentina. Con solidaridad –y esta vez sin arrogancia– los argentinos se conduelen del adolescente muerto en la represión de los carabineros y miran hacia Chile con preocupación fraterna.
En medio de este clima, el periodista argentino radicado en Miami Andrés Oppenheimer escribió ayer en La Nación un artículo sobre Chile que registra lo que llama “tropiezo” de un modelo que fue exitoso para reducir la pobreza. También señala que “la mayor asignatura pendiente de Chile es reducir la brecha entre ricos y pobres”, porque “el 54 por ciento del ingreso está en manos del 20 por ciento más rico de la población” y eso “convierte a Chile en el quinto país entre los de mayor desigualdad en América latina”.
“Mi opinión: el pueblo chileno está apoyando –con razón– las demandas específicas de los estudiantes para una educación superior más asequible, pero no respalda ‘el cambio del modelo económico’ que, gracias a la izquierda responsable que ha gobernado a este país en años recientes, ha permitido que la gente viva mejor que antes”, dice Oppenheimer.
Mi opinión: la historia chilena está más cerca de la sangre que del consenso y el conflicto de hoy supera la búsqueda de una educación superior más asequible, es decir, de algo que según el diccionario “puede conseguirse y alcanzarse”.
Igual que Perú, que recién ahora tiene una oportunidad con Ollanta Humala, Chile no tuvo un movimiento democrático profundo en el siglo XX. Ni yrigoyenismo, ni peronismo, ni revolución boliviana de 1952, ni triunfo de un sindicalista aymara como Evo Morales, ni Lula y su Partido de los Trabajadores llegando al gobierno en un ciclo que durará, como mínimo, doce años. Tampoco tuvo, como Uruguay, un José Batlle a principios del siglo XX y el Frente Amplio a comienzos del XXI. El gran intento chileno fue el que encabezó Salvador Allende desde 1970. Pero se planteaba a la vez la democracia y el socialismo en un momento de la Guerra Fría en que Henry Kissinger decidió que para evitar lo segundo había que destruir también lo primero. En las legislativas del 11 de marzo de 1973, los analfabetos votaron por primera vez. La Unidad Popular obtuvo el 44,6 por ciento, más que el 36,6 con que había llegado a la presidencia. Seis meses después fue el golpe del 11 de septiembre de 1973. O sea, adiós a toda forma de ciudadanía (para los sobrevivientes del golpe, claro) por los siguientes 17 años.
Con cierto pragmatismo y cero consenso institucional, porque se trataba de una dictadura, la reforma agraria de Eduardo Frei y de Allende fue aprovechada por el régimen de Augusto Pinochet para generar exportaciones nuevas. Y el cobre no fue totalmente reprivatizado, porque las Fuerzas Armadas quisieron reservarse, para sí y para el Estado que gobernaban, un margen de autonomía gracias a la entrada de divisas.
En 1990 la democracia llegó en medio de condiciones duras. Una, la propia tiranía. Nunca un régimen despótico de 17 años sobrevuela una sociedad sin transformarla. Los neoconservadores de Pinochet antecedieron incluso a Margaret Thatcher, que accedió al gobierno en 1979, y a Ronald Reagan, que asumió en 1981. La desigualdad, que hasta ese momento se había ido forjando por darwinismo social, fue con Pinochet un plan sistemático, con cuadros, ideología y un fanatismo digno de los que habían quemado brujas en Massachusetts y proclamaban la desigualdad como un punto de partida asequible para la sociedad chilena.
Los gobiernos de la Concertación debieron ir construyendo democracia no en medio del consenso con la derecha pura, sino de la trampa que dejó la Constitución de Pinochet, con senadores designados y mayorías calificadas imposibles de alcanzar para dirimir cuestiones claves. Así y todo consiguieron esclarecer la verdad sobre el pasado, juzgar a los principales asesinos excepto al capitán general y, como dice Oppenheimer, ser exitosos en la disminución de la pobreza. Pero en parte no pudieron y en parte quizá no tuvieron la voluntad suficiente para que la transición no fuese, como era, perpetua. Para que hubiera, en algún momento, un punto de ruptura como el que tuvieron casi todas las sociedades de Sudamérica. Un sacudón pacífico, pero sacudón al fin.
Los dirigentes estudiantiles primero y la Central Unitaria de Trabajadores después pusieron el dedo en la llaga. No pelean solo por el acceso a la universidad, sino por la gratuidad de la educación como principio básico (la Constitución chilena no la contempla) y por la prohibición del lucro (no de la enseñanza privada) en los niveles primario y secundario. Las crisis sociales sin salida política son riesgosas. Es cierto que Sebastián Piñera llegó al Palacio de La Moneda en 2010 por más del 50 por ciento de los votos. Fernando de la Rúa (1999-2001) también.
 
Página12

martes, 30 de agosto de 2011

El otro modelo chileno

Por Ignacio Kostzer *

La rebelión estudiantil y popular que se desarrolla en estos momentos en Chile genera gran impacto, no sólo para nuestros hermanos trasandinos, sino para el conjunto de la geopolítica continental. Es que este enorme movimiento representa un golpe contundente para ese modelo que orgullosamente exhibían (y aspiraban emular) las derechas liberales sudamericanas.
Con la ayuda de los think tanks norteamericanos y los medios de comunicación hegemónicos, nos mostraron orden y armonía, cuando en realidad había represión y ocultamiento mediático; nos mostraron crecimiento y desarrollo, cuando había grandes ganancias solo para los empresarios. Se trabajó prolijamente para obviar algunos detalles del milagro chileno, como la gigantesca brecha que separa a los ricos de los pobres y lo ubica como uno de los países más desiguales del continente. Tampoco se le dio gran difusión a la privatización de la salud y la educación, sustentada en la vigencia de las leyes de Pinochet. Ni que hablar de la impunidad que todavía disfrutan los responsables militares y civiles de la última dictadura militar. En Argentina fueron Macri, Duhalde, Alfonsín y De Narváez los principales defensores de este modelo ejemplar.
Tuve la oportunidad de estar en Santiago durante el paro general convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) los días 24 y 25 de agosto. Se estima que en la marcha del 25 participaron unas 400.000 personas, solo en la capital chilena. La movilización en sí misma era apabullante, infinita. La gente acompañaba desde los balcones de los edificios con las cacerolas, los peatones aplaudían y se sumaban a las columnas que recorrían todo el centro de la ciudad, las bocinas de los autos al ritmo de los manifestantes son muestras del apoyo generalizado a los reclamos de los estudiantes y los trabajadores.
Con el recuerdo cercano de la revolución pingüina de 2006, el movimiento estudiantil está en un momento extraordinario de organización, politización y creatividad. Sin exagerar ni un poco, puedo asegurar que en Chile soplan vientos de cambio. Si los números y los noticieros todavía no los convencieron, hago un último intento con una breve anécdota de mi viaje a Santiago: terminada la marcha del 25, ya entrada la noche, fuimos con compañeros de distintas federaciones y centros de estudiantes a cenar a un bar. En el grupo se encontraba Camila Vallejo (presidenta de la FECH, Federación de Estudiantes de Chile), que se convirtió en los hechos en vocera del movimiento. Después de unos minutos se acercan tres mozos del bar con bandejas de comida y bebidas. Eran jóvenes trabajadores de entre 25 y 35 años. El más joven de los tres la miró a Camila y le dijo “esto va de regalo para ustedes. Por favor, no aflojen. Chile necesita cambiar”. Camila prácticamente no pudo andar por la calle en estos días por las manifestaciones masivas (y tumultuosas) de apoyo y cariño que recibe de la gente.
Aquel fue un momento pequeño pero emocionante. Ese joven trabajador hablaba en nombre de muchos otros, que sienten que este movimiento está llamado a cambiar la historia de Chile.
Esa misma noche el gobierno de Piñera mandó a reprimir todos los cacerolazos y cortes de calle de la ciudad. Así, los carabineros asesinaron a Manuel Gutiérrez, un joven de 16 años de un barrio humilde de Santiago. La justicia por Manuel se suma a una serie de reivindicaciones que hace rato trascendieron lo estudiantil. En la conferencia de prensa en la sede central de la CUT, a la cual fui invitado por la FECH, Camila y otros referentes hablaron del fin del lucro en la educación, de la reforma del sistema de salud, de la recuperación de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, de una reforma tributaria para que los que más tienen sean los que más impuestos paguen y de una asamblea constituyente que siente las bases para profundizar la democracia y construir un país más justo, más libre y más solidario. Este es el programa de transformaciones radicales del movimiento. En las calles, estudiantes, trabajadores y “pobladores” (así llaman a la gente que vive en los barrios humildes) construyen la fuerza social necesaria para encarnar ese programa. Este bloque estudiantil, trabajador y popular está cambiando Chile.
Esperemos que en un tiempo seamos nosotros, los que compartimos sueños de emancipación para nuestra Patria Grande, los que hablemos de un nuevo modelo chileno, integrado y en consonancia con los procesos de cambio más avanzados de nuestro continente.
* Presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

Página12

lunes, 29 de agosto de 2011

El otro debut

LOS NUEVOS MODOS EN QUE LOS JOVENES SE ENFRENTAN AHORA AL MERCADO LABORAL


Ir a buscar trabajo en bermudas y ojotas. O avisarle al superior de un faltazo por SMS. Los jóvenes llegan a un mundo completamente diferente al de su cultura. Y se extrañan porque sus empleadores se extrañan de que no se adapten a las normas. Un estudio muestra cómo es esta nueva relación.

Por Soledad Vallejos
 
/fotos/20110828/notas/na21fo01.jpg

Los niños de los ’90 ya tienen trabajo. Crecieron en un mundo en el cual lo único constante fue el cambio, en ocasiones radical, de la vida cotidiana: computadoras hogareñas, teléfonos celulares, oferta inagotable de servicios de televisión, desarrollos sucesivos de Internet. Supieron acompañarlos, también, modelos de crianza que procuraban cuestionar, o al menos replantear, los que habían sido límites tradicionales en educación y socialización. Ahora son jóvenes y comienzan a ingresar al mercado de trabajo. Pero allí donde parecía que sólo iba a haber continuidad y encuentro de los mundos, sostienen algunos investigadores, se están registrando baches, brechas, pequeños abismos. Un informe del Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP) sostiene que, de alguna forma, se trata de discontinuidades entre lógicas. Los chicos no comprenden por qué el reclutador de una empresa se sorprende de que hayan concurrido a una entrevista laboral en bermudas. Los empleadores, además de no comprender la sorpresa por la sorpresa, tampoco comprenden que los nuevos empleados pidan más que un salario importante y negocien condiciones.

El encuentro de los mundos

En algunas empresas, “la percepción es que los jóvenes participan de otra cultura y tienen grandes dificultades para insertarse en la de las organizaciones, e incorporar los hábitos y rutinas que les permitan participar” en los procesos habituales de esos lugares de trabajo. Esa es, redondamente, una de las conclusiones de “Relaciones entre los jóvenes, la escuela secundaria y el mercado de trabajo”, el informe de una investigación en proceso de Gustavo Iaies y su equipo del CEPP. Abstractas como pueden parecer las observaciones, los ejemplos que fueron recabando en el estudio para el cual entrevistaron a responsables de recursos humanos y empresarios son contundentes. La extrañeza, que es mutua, se presenta en los detalles cuando de selección de personal y negociaciones laborales se trata.
Los responsables de recursos humanos, sostienen los investigadores, se encuentran con que es creciente “la dificultad de los jóvenes para asimilarse y convivir con las reglas y valores de las empresas”. Esto sucede aun cuando chicas y chicos reconozcan la asimetría de base, según la cual sus edades y experiencias laborales son inversamente proporcionales a aquellas de las empresas en las que quieren ingresar. Puede pasar que las reglas más usuales en un lugar de trabajo tradicional, las normas que habitualmente regulan el mundo del trabajo, les incomoden. Puede pasar, contó un “ejecutivo del área de recursos humanos de una compañía de telefonía celular” a los investigadores, que chicos y chicas sienten que “las reglas de la empresa (...) no fueron hechas para él o ella y no están a la altura de aceptar que se les imponga cierto marco de trabajo. En muchos casos, es aceptar la autoridad y en otros, aceptar el procedimiento, pero son menos”. En una cadena de hipermercados, la divergencia resultó tan básica como la imposibilidad de cumplir con los requisitos mínimos: no faltar y llegar en el horario establecido.

Saltos generacionales

Esos pequeños abismos que, en el mediano plazo, podrían inclusive convertirse en conflictos o replanteos sectoriales, también son percibidos por sectores sindicales y gremiales. Lo que se inicia como comentario entre compañeros de trabajo pareciera adquirir status de ítem sindical, tanto que los representantes de los trabajadores llegan a interceder con pedidos específicos a las patronales. La directora de recursos humanos de una cadena de hipermercados asegura que “el propio sindicato nos pide que no tomemos chicos muy jóvenes porque resulta muy complejo trabajar con ellos y se vuelven permanentes generadores de conflictos”.
No muy lejos de la superficie, la cuestión de la edad comienza a aflorar como figurita repetida entre los motivos de esos incordios. Los nuevos jóvenes que detecta el informe de Iaies y equipo, “no viven el empleo como una prioridad central en la organización de sus proyectos de vida. El eje de la calidad de vida personal aparece como una prioridad, incluso en la evaluación que los propios jóvenes hacen para ingresar a una compañía o permanecer en un empleo”. En ciertos círculos, chicas y chicos, por eso mismo, se muestran cada vez más renuentes a construir identidades a partir de sus relaciones con el mundo del trabajo. “Pertenecen a una generación de mayor individualismo”, asegura un “consultor de recursos humanos de grandes compañías”.
Pero hay todavía algo más. La encargada de recursos humanos de la cadena de hipermercados señala que no es raro que los empleados jóvenes envíen “un SMS a su supervisor para avisarle que no vienen”. Clásico de una relación entre pares desde que el celular se volvió un elemento cotidiano, el mensaje de texto reviste también un grado de informalidad notable, y ni siquiera garantiza por sí mismo que el mensajeado haya sido notificado de su contenido de manera fehaciente. Y sin embargo la frecuencia con que se reitera elevó lo que parecía una anécdota a la categoría de asunto a resolver. En esa cadena de hipermercados, por ejemplo, “nos quedamos reflexionando hasta dónde ésa es una falta (del empleado) o es parte de la cultura de comunicación que tienen. Incluso la que tienen muchos de nuestros clientes, y eso nos hace pensar en que deberíamos generar algunas adaptaciones”.

Cambiar ¿para que nada cambie?

En una empresa de teléfonos celulares, la estrategia ante el ausentismo por enfermedad, elevado, consistió en convertir la falta en llamada de atención pero positiva: “En los controles de salud, en lugar de mandarles un médico, cosa que ellos viven como una invasión y control, los llaman a sus casas para preguntarles si necesitan algo. Y con el tema de la tecnología, los autorizamos dos veces por día para que se conecten a su Facebook o su Twitter”.
El antes y el después, de acuerdo con ejecutivos de recursos humanos formados generalmente con los recursos de otro mercado de trabajo, es notable. “Hace quince o veinte años vos tomabas un chico y le decías presentate el lunes en tal lugar –contó a los investigadores el responsable del área en la empresa de celulares–. Hoy se plantan a negociar con vos, te plantean sus condiciones, por ejemplo: ‘Los jueves yo juego al fútbol y necesitaría salir unos minutos antes’, o ‘¿no podría trabajar en una oficina que quede más cerca de mi casa así no viajo tanto?’. Es como si no existiera la asimetría para ellos, negocian de igual a igual con cualquiera y en cualquier situación.”
Pero a la sorpresa que encienden esas actitudes se le contrapone la sorpresa de perfiles que años antes eran inhallables. Lo cuenta un consultor independiente de grandes empresas: “Existe un grupo de jóvenes que logra adaptarse a las compañías en el funcionamiento y muestra competencias que antes era muy difícil encontrar, por la velocidad, la capacidad de procesar información”. Quién negaría que es un plus.
 
Página12

Andanzas mediáticas

Por Eduardo Aliverti

A dos semanas de un resultado electoral aplastante, se confirmó que la gran pregunta de coyuntura era, nomás, cuál actitud mostrarían los protagonistas comunicacionales de la oposición. Bajo otras circunstancias, ese interrogante tendría un tono menor. Sin embargo, siendo que el comando opositor pasa por el entramado de las grandes corporaciones de prensa y propaganda, la relevancia del dato es significativa.
Se impone repetir que el intríngulis mediático es muy complejo. Bajar los decibeles de confrontación permanente podría parecer un gesto de humildad frente a la derrota; pero de autenticidad muy dudosa, al cabo de una campaña feroz en la que se expusieron convencidos del ocaso kirchnerista. Y persistir en la propalación de un clima social angustiante sería reiterar la táctica que los condujo al papelón. Si las fuerzas y dirigentes vencidos tuvieran otra estatura, capaz de asumir sus tremendos errores y de plantar una nueva agenda propositiva, tal vez los medios de la furia antioficial encontrarían una salida a ese laberinto: podrían dedicarse más a reflejar ese escenario que a perdurar en el Todo Negativo. Pero es una alternativa irreal por dos motivos subsecuentes: (a) la oposición ratificó en estos quince días que es un cambalache, tiró la toalla y admitió en forma pública que su único objetivo es ingresar cargos legislativos, y (b), aun cuando no fuere así, la prensa a que se alude carece de todo espíritu altruista para contribuir a un debate profundo sobre el horizonte de país. El kirchnerismo afectó símbolos muy fuertes de la clase dominante y está claro que no les causó ninguna gracia. Pero el desencadenante del rencor periodístico fueron las medidas y gestos que afectaron sus negocios, tanto de manera puntual como por la determinación y amenaza que eso representa contra sus intereses. Estatizar la televisación del fútbol, la ley de medios audiovisuales, el reimpulso a las investigaciones sobre el origen de Papel Prensa y la reapropiación pública del sistema jubilatorio fue un paquete que no imaginaron ni en sus peores pesadillas. Más todavía, ni siquiera entre los propios simpatizantes de la etapa abierta en 2003 se pensó que decisiones de esa naturaleza serían posibles. Y muchísimo menos al cabo de los fracasos oficialistas en el conflicto con “el campo” y en las elecciones de 2009. Se dedujo que esos avatares desfavorables implicaban una capitulación segura, y fue todo lo contrario porque el Gobierno fugó hacia adelante. Eso colmó el límite de la tolerancia para las corporaciones mediáticas –para una de ellas, esencialmente– y ya no hubo retorno ni semeja que vaya a haberlo, aunque toda la información obrante da cuenta de un estado revulsivo, tras las PASO, en los vértices de los órganos ultraopositores. Por cierto, nadie les pide que dejen de situarse como antagonistas. Hace muy bien que no haya una prensa de discurso único. Y tampoco tienen por qué renunciar a sus convicciones... si acaso fue honestidad intelectual el motivo de su enfurecimiento contra el oficialismo. ¿Quién no ha vivido resultados electorales adversos a sus preferencias, tanto o más contundentes que los de hace un par de domingos, y no por eso abandonó sus creencias políticas? Lo que exige la ética es que no inventen, nada más.
Pero es difícil que el chancho chifle. En lo estructural, porque los medios de comunicación dominantes, aquí y en todo el mundo, responden hace tiempo a una lógica que, antes que reflejar realidad, intenta producirla. Es –hoy encuentra barreras, aisladas– el fruto de la hegemonía de derechas. Las organizaciones mediáticas, por presión de su propio peso como abarcadoras de otros varios negocios anexados al periodismo, operan construcción de sentido. Un sentido jamás contrario a la ideología de maximizar sus ganancias, a costa de acompañar y estimular lo que sea necesario: exclusión social, concentración del poder económico, dibujos apocalípticos si alguna corriente popular los intimida. Y en lo episódico, en nuestro país, la ausencia de opciones opositoras no hace retroceder sino que potencia esa maquinación mediática. Hasta pareciera que, a mayor aislamiento discursivo porque encima carecen de intelectuales respetables, más grande es su obsesión. El punto es horadar y destruir a como dé lugar y, por tanto, las armas nunca pueden ser limpias. Si se recorre la dieta noticiosa posterior a las elecciones primarias, es probable que primero se advierta el intento de jugar hacia los costados a través de amplificaciones lacrimógenas y sensacionalismos varios. Incluso podría anotarse que la fortísima reaparición del caso Alfano-Massera atenta contra las pretensiones olvidadizas, respecto de los horrores y patetismos de la dictadura, porque le pone un poroto al ánimo oficial de no olvidar ni perdonar. Pero, raspando no mucho y a medida de penetración en el área estrictamente “política”, se verá que ni chancho chiflando ni mona vestida seda. No lo único, aunque sí lo más grosero, fue el manipuleo en torno de la declaración de bienes presidencial. Se tituló de modo aparatoso que el patrimonio de Cristina aumentó un 27 por ciento en 2010, cuando el mismísimo copete de la noticia aclaraba que la cifra incluía los bienes de Kirchner porque aún no concluyó el juicio por su sucesión. Alucinante. Dan ganas de rendirse a señalar que uno nunca vio una cosa así. Y no termina ahí. En ninguna de las crónicas sobre las declaraciones juradas de los funcionarios hay soporte informativo para colegir que hubo incremento ilícito de sus pertenencias. De esto estamos hablando. No de cuestionar el derecho a ejercer una oposición legítima, bien que sí de no pararse en un pedestal abstracto de periodismo independiente. Incluso es justificable que militen por ese brío conceptual. Pero no es eso. Estamos hablando no ya de que meten los goles con la mano. Lo hacen cuatro metros en orsay, tras moler a patadas todo rasgo de verdad para después quejarse de que hay un clima de crispación.
También merece un párrafo el título de la inquietud empresaria por las “deficiencias” de la economía, que fue simultáneo a la columna del titular de la UIA, en este diario, avisando que “aquel 2001 del blindaje y el déficit cero, del que se cumple una década este año, nos hizo vivir aprisionados en un discurso sordo e intransigente que se originaba tanto fuera como dentro del país (...) Hace falta entender que nuestra salida –como deberá ser la de ellos– se logró a partir de un diagnóstico de la economía real y no gracias a ninguna ficción financiera”. Lo firmó José Ignacio de Mendiguren, no Hugo Chávez. Pero los medios siguieron andando por la nerviosidad empresaria. Es decir, el símil de la versión operada del voto campestre que hundiría a Cristina. Fue asimismo como los “graves” errores en el escrutinio, “denunciados” por un juez electoral, cambiaron en la bajada a “equivocaciones horrorosas”. Vamos a Perogrullo. Si es grave, hubo fraude escandaloso. Pero si es por pifies en los telegramas, que picarescos o involuntarios en algunos casos beneficiaron a la oposición, no pasó nada que amerite, ni por asomo, un título central de portada. La pretensión de instalar una idea de fraude, tras comicios en que del primero a los segundos hubo casi 40 puntos de distancia, habla de una dirigencia opositora lamentable con una dirección periodística peor.
La buena noticia es que todo esto sirve para demostrar o ratificar que no existen los medios de comunicación todopoderosos. Y la advertencia es que eso es así mientras haya un proyecto político firme, que la mayoría de la población asimile como imprescindible para su beneficio. Vuelta a las perogrulladas: apenas ese designio tenga algún quiebre, los vencidos de hoy serán los vencedores de mañana.

Página12

sábado, 27 de agosto de 2011

El impacto social del Plan Conectar Igualdad


Fábrica de futuro

Por Tali Goldman
La entrega de netbooks a estudiantes secundarios disminuyó la deserción escolar, generó inclusión y motorizó la industria nacional. Radiografía de una apuesta argentina.
 
 
A TODA MÁQUINA. Las computadoras se fabrican en la provincia de Buenos Aires. Más de cien personas despachan 12 mil netbooks por día.
Camila, Denise y Ludmila cursan tercer año del polimodal en la escuela media Nº 2 “Bernardino Rivadavia”, en Ciudad Jardín, de provincia de Buenos Aires. Terminan, como se dice, una etapa: atrás dejarán el secundario; por delante tendrán la universidad. Confiesan que el desafío es grande. En Pablo Podestá, los esfuerzos se miden por minuto pero ellas no se desaniman. Aseguran, en cambio, todo lo contrario: “Las esperanzas –dicen– están renovadas”. Ya lo sintieron dos meses atrás: decenas de camiones pararon frente al establecimiento de la avenida Matienzo al 2400 y comenzaron a descargar computadoras individuales para cada uno de los estudiantes. Camila, Denise y Ludmila habían sido elegidas como beneficiarias del plan Conectar Igualdad. El título significa mucho más que esas dos palabras. Las futuras egresadas forman parte de una nueva generación de jóvenes que tienen a su alcance una herramienta de estudio y de trabajo, otorgada por el Estado y de la mano de un gobierno que apuesta a la inclusión. Pero hay más. Conocer el programa –y su impacto– implica retrotraerse al origen del proceso, con su fabricación en manos de otros compatriotas, y al final: en muchos hogares, fue la primera vez que las familias tuvieron contacto con una computadora. Un recorrido, una apuesta, una decisión que enorgullece. Pase y vea.

La planta donde se arman las netbooks está ubicada al noroeste del conurbano bonaerense, donde supo funcionar hasta hace un tiempo una embotelladora de Seven Up. Algo llama la atención en ese galpón de proporciones descomunales, en el que se mueven con precisión más de cien trabajadores. Desde el encargado de monitorear que estén todos los programas en cada computadora hasta el propio titular de la ANSeS, Diego Bossio, ninguno escatima trabajo para llegar al objetivo estipulado: “Que, en 2012, el plan alcance a todos los alumnos de los secundarios públicos del país”. Suena ambicioso. Lo es. Desde aquel 6 de abril de 2010, cuando la presidenta Cristina Fernández firmó el decreto 459 que formalizó el proyecto, hasta hoy (y a poco más de un año de su implementación) se otorgaron un millón de computadoras. Todo un símbolo.

Por día, los camiones transportan 12 mil computadoras para alumnos y docentes. El 58 por ciento se elabora con productos nacionales, de once proveedores diferentes, y se ensamblan de tal modo que cada usuario tiene acceso propio a su netbook, a través de un CUIL generado por la ANSeS. “Esa clave de acceso es más que importante –explica Bossio–. En definitiva, demuestra que los chicos ingresan al sistema de seguridad social ya desde el secundario.” Además, las computadoras están pre-enlazadas o, lo que es lo mismo, conectadas a un servidor que controla su ingreso, al estilo de los cajeros automáticos. El CUIL sólo puede escribirse una determinada cantidad de veces, para evitar los robos. Y el mecanismo, cuentan, surtió efecto: un hombre encontró una cantidad de netbooks que habían desaparecido pero nunca pudieron ser encendidas. “Cada PC se personifica –sostiene el titular de la ANSeS– y esa es una medida inmodificable. Los chicos y los maestros tienen que tener las condiciones de seguridad para utilizar sus recursos de manera transparente.”

A diferencia de otros planes de carácter universal, como la Asignación Universal por Hijo, Conectar Igualdad es un programa interministerial, en el que interviene la ANSeS, el Ministerio de Educación, la Jefatura de Gabinete de Ministros y el Ministerio de Planificación. Las instituciones, organizaciones civiles y profesionales que se destacan en educación y tecnología no están exentas: forman parte del Consejo Asesor. Para cualquiera de los mortales, no suena descabellado imaginar la complejidad de semejante elefante, que profundiza la calidad educativa y disminuye la deserción escolar –hay simuladores de física y química, programas para diseñar mapas, diccionarios en todos los idiomas, libros completos de autores universales, proyectos de historia, etc.–, promueve la inclusión social y apunta a fomentar la industria nacional, con la perspectiva de un 2012 con confección de netbooks 100 por ciento argentinas. La forma de distribución, en cambio, depende del Consejo Federal de Educación, compuesto por los ministros del área de cada provincia, que evalúan las prioridades y confeccionan una grilla de destinos. En definitiva, la elección es determinante: las diferencias en las aulas, se notan.

Camila, Denise y Ludmila, que cursan la materia “Proyecto y metodología de investigación”, reciben los cuestionarios de su docente a través de la red conectada. El mecanismo acelera los tiempos y mejora la concentración. “Nosotras mismas lo comprobamos –repiten casi al unísono–. Es que no sólo los hacemos ahí y los entregamos virtualmente sino que también aprovechamos los programas que no hubiéramos conocido de otro modo.” Al final de cuentas, las alumnas también saben que encontrarán retribución al final del camino: cada egresado secundario puede conservar su computadora si aprueba todas las materias.

“Realmente, es un incentivo fundamental –afirma Laura Piccio, docente del colegio Bernardino Rivadavia que recibió capacitación para modificar su metodología de enseñanza–. Siempre hubo adolescentes, en todas las escuelas públicas, que no completaban su secundario. Pero ahora, el costo de abandono es mayor y encuentran en la posibilidad de conservar su PC un aliciente positivo.” La frialdad de los números no desmiente el relato de Piccio, con un nivel de deserción que desciende año tras año.

Quizá por esa misma razón, la docente decida rescatar el discurso que dio la Presidenta cuando entregó la computadora “un millón”. “Cuando lanzamos el programa –sostuvo CFK– nos parecía que nunca llegaría este día. Pero llegó. Patria, igualdad y libertad para todos los argentinos.” El afortunado de semejante entrega –que tuvo su escenario en el predio de Tecnópolis– fue Cristian Maldonado, un estudiante no vidente. Un adolescente que, como Camila, Denise, Ludmila y tantos otros, ya es parte del futuro.

TIEMPO ARGENTINO
25.08.2011

Sileoni :"190 días el calendario escolar en todo el país”

Sociedad /  La extensión del calendario escolar a 190 días y una jornada de clases extendida para garantizar el aprendizaje de los chicos en situación vulnerable son algunas de las próximas metas educativas, anunció hoy en Santa Cruz el ministro nacional del área, Alberto Sileoni.



El propósito es "pensar la educación a diez años y para el segundo Bicentenario, en 2016", cuando el país celebrará dos siglos de su Independencia, indicó Sileoni en la sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en Río Gallegos.

En esa agenda están las metas educativas Iberoemaericanas 2021, acordadas por los presidentes de la región; que todos los chicos de 4 años vayan a la escuela -ahora lo hacen casi todos los de 5-; llevar el año próximo el calendario escolar a 190 días; extender la jornada de clases para los alumnos de sectores más vulnerables y mejorar la calidad educativa, detalló.

Aunque el gobierno ha construido 1.800 nuevas escuelas y entregó millones de libros y computadoras, insistió en la necesidad de que "los chicos aprendan más".

Otros temas son una nueva ley educativa, la calidad de la formación docente -carrera que pasó de 3 a 4 años, un aumento del 25% y con prácticas desde el inicio-, mejoras en salarios del sector y en inversión material e involucrar a la familia.

"Los padres deben apagar la televisión tres horas por día" para que los chicos estudien, dijo Sileoni y agregó que también trabajarán en la retención de alumnos, la administración de recursos y la incentivación de vocaciones científicas y tecnológicas.

Aún hay "400.000 chicos que no están en el secundario, nos preocupa los que se van de la escuela a la esquina, la sociedad necesita que esos pibes se reciban", dijo el ministro y agregó que seguirán invirtiendo hasta ver "resultados claros".

"Es el segmento más problemático del sistema educativo", indicó, por lo que desde 2010 hay asistencia económica, docentes con mayor horario y tutores para fortalecer el aprendizaje, ya que los chicos llegan a la universidad con dificultades de interpretación y en la expresión oral y escrita.

Hay quienes "todavía piensan que la escuela media debe ser selectiva y tienen cinco aulas para primer año y dos para quinto, sin pensar si esos chicos que no llegan hasta el final se fueron a la nada", reprochó.

Sileoni habló también de la responsabilidad de las casas de altos estudios en ese tema, porque "más de la mitad de los profesores del secundario son egresados universitarios".

Cada alumno "es un enigma, pero todos son educables", aseguró el ministro y reconoció que si bien "la pobreza es un obstáculo" y a los chicos en esa situación "no se les exige tanto", la actitud correcta es responder a las bajas expectativas materiales con más altas propuestas pedagógicas.

Incoporar sectores carecientes "es complicado porque los hogares de bajo capital cultural inciden en la trayectoria escolar.

La pobreza se cobra la niñez, hay menos libros, menos lugares para estudiar. Hemos hecho un gran esfuerzo pero hay que hacer mucho más", manifestó Sileoni.

"El tiempo que viene es de construcción de más derechos", apuntó Sileoni en referencia al rol que les cabe a las casas de altos estudios.

TIEMPO ARGENTINO

martes, 23 de agosto de 2011

Octubre y los desafíos de la Historia





















Frente a la crisis global


Publicado el 22 de Agosto de 2011



Periodistas ‘estrella’, dirigentes camperos, políticos sin destino como Elisa Carrió nos recuerdan que del bochorno volver ‘no es nada fácil’, y aunque algunos ya han sido eyectados hacia la nada, la inercia mediática los arrastrará consigo hasta los últimos días de octubre.
  nos recuerdan que del bochorno volver “no es nada fácil”, y aunque algunos ya han sido eyectados hacia la nada, la inercia mediática los arrastrará consigo hasta los últimos días de octubre.
Un dato no menor: ni en la tapa ni en la zumbona contratapa de la Barcelona –donde el progresismo también recibe lo suyo– están todos los que por derecho propio podrían figurar. Como las boutades sobreabundan, una revista con tapa doble –esas que la Gente ensaya para no pelearse con nadie– tampoco sería suficiente para incluirlas. Es que el género discursivo “explicaciones de la victoria” del oficialismo produce piezas memorables, casi alucinantes. Están los que sostienen: “El domingo de la semana pasada no se definió nada –las elecciones, cómo ignorarlo, sucederán en octubre nos informan, por tanto–, todo este ajetreo no tiene razón de ser; no faltan los que aconsejan a los candidatos de la UCR, el instructivo para vencer a Cristina corrió a cargo de Fernando de la Rúa: sostiene el ex presidente, dando muestras de un extraño sentido del humor, que “se le puede ganar al PJ”, porque él pudo. Además, especialistas todo terreno nos explican que las “leyes de la economía” aseguran otro derrumbe tipo 2001, por vigésima vez consecutiva, sin ponerse colorados. No puedo dejar de envidiar a los redactores de Barcelona, ellos no deben fingir seriedad ante quienes sólo merecen el chascarrillo zafio. En cambio, yo me veo en un brete, entender tanto disparate editado.

EL PESO DE LOS MUERTOS. Si fuera preciso establecer una divisoria de aguas entre este oficialismo y esta oposición, uno de los ejes remite al pasado. A la evaluación del pasado, al desinterés profundo por la relación entre pasado y presente, a la firme voluntad de contar con un argumento simplón que permita no ocuparse, ya que se trata de “vivir tranquilo”.
En lugar de asumir la crispación como consecuencia de los dramas irresueltos, buena onda con globos y pogo, mientras las huracanadas olas de la crisis se pasean por las bolsas del mundo, y una recesión sin cuento se instala en las grandes y angustiadas urbes de Europa y los EE UU. Por primera vez en décadas, el afuera resulta muchísimo más temible que el adentro, y la tranquilidad –ese horizonte huidizo y frágil– no remite a los grandes bancos del mundo.
Hace unas pocas semanas, cuando el tsunami electoral sólo era una posibilidad política, Cristina Fernández hizo saber en qué condiciones sería candidata presidencial del Frente para la Victoria. En ese momento, quedó claro que el sistema político era cristino-dependiente, es decir, imposible de conformar sin su presencia. Advertimos que esta cualidad no remite al misterio de la personalidad carismática, ni a la habilidad presidencial para enfrentar distintos escenarios públicos, sino a la crisis estructural que recorre a toda la dirigencia opositora.
El programa con que el bloque de clases dominantes gobernó la sociedad argentina entre 1975 y el 2001 está definitivamente agotado, y la necesidad de conformar uno nuevo contiene el fundamento de esta crisis. Pero las razones internas, con ser suficientes, en este caso no son únicas. Además, las violentísimas ráfagas de la crisis global nos hacen saber que la política, como actividad específica, debe reinventar un nuevo camino para la viabilidad histórica sudamericana. Dicho de un tirón, o gobernamos nuestro propio barco, y orientamos la proa hacia un destino común, o el cenagoso barro del mercado mundial nos arrastrará hacía la disolución definitiva.
La sociedad argentina conoció tres proyectos. En 1880, la realización de la renta agraria facilitó, permitió, conformó el capitalismo dependiente de base pampeana. Aprovechando las “ventajas relativas”, se constituyó una suerte de división del trabajo por el que vendíamos materias primas de origen agropecuario, e importábamos casi todo lo demás a nuestro principal asociado, Gran Bretaña. Este orden, juzgado “eterno”, estalló con la crisis del ’30, y fue preciso construir otro. Todo lo que se entendía por política económica –desde la Caja de Conversión, hasta el patrón oro, desde las áreas monetarias (libra, dólar, franco), hasta el sistema crediticio– tuvo que ser rehecho. Federico Pinedo terminó de pergeñar los nuevos instrumentos –juntas nacionales de carnes y granos, y el Banco Central– desde el Ministerio de Economía del general Agustín P. Justo, y el programa definitivo estuvo listo en 1940, cuando la II Guerra Mundial rugía en Europa sin definición militar. Era el nuevo horizonte: la modernidad industrial. Entre 1946 y 1975, con variantes no menores, ese fue el segundo proyecto. La lucha por la distribución del ingreso, los reclamos populares hicieron que el bloque dominante diera marcha atrás. El tercero fue burilado por la dirigencia empresaria in totum; Celestino Rodrigo fue su ignoto practicante, aunque el titiritero mayor terminara siendo José Alfredo Martínez de Hoz. En perpetua crisis, con parches permanentes, sobrevivió hasta 2001. La implosión nos informó que no había modo de seguir en lo mismo, salvo exterminando a 20 millones de compatriotas. Y aunque la voluntad de masacre, de política terrorista, que alimenta el miedo conservador (ese es el trasfondo del temario de la seguridad) permanece, la destrucción de los instrumentos eficaces –las FF AA– y la lógica de la dinámica política terminaron por conformar un parche circunstancial: el monocultivo sojero. Si ese fuera nuestro único programa, su conservación corre serios peligros, entre otras cosas, porque la renta extraordinaria que los precios agrarios internacionales vienen generando, marcha hacia su desaparición. Pero sobre todo, porque la crisis internacional nos vuelve a imponer la necesidad de un camino propio, o someternos al terrible dictado del mercado mundial.
Las fuerzas retardatarias fueron sintetizadas en la tapa de Barcelona, pero identificarlas no alcanza. Hoy por hoy casi se trata de una obviedad. ¿El problema a resolver? Construir un nuevo orden político. Si el oficialismo avanza en esa dirección, si logra terminar pariendo el quinto peronismo (vale decir, una nueva tarea histórica para una nueva clase dominante) el sistema de partidos, más allá de su voluntad, se terminará ajustando al flamante escenario. Está visto que, de momento, de las filas opositoras no surge demasiado. Y la idea de que la renovación de la política equivale a recambio generacional, no resulta inadecuada si la nueva generación posee un nuevo proyecto. En caso contrario, la sociedad argentina terminará siendo remolcada por la lógica política del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), lógica que Brasil expresa sin mayores dificultades, porque también le es propia. No se trata de oponerse por oponerse, sino de incidir en la orientación estratégica junto a Brasil y los integrantes de Unasur. De lo contrario, los automatismos del mercado terminarán siendo los instrumentos decisivos del nuevo orden. Los candidatos de la oposición no propician ninguna de estas innovaciones, se trata de ver, en cambio, si el oficialismo estará a la altura de semejante desafío histórico.

TIEMPO ARGENTINO

Marcha transversal por la educación

Abuelos con sus nietos, jóvenes padres y familias enteras estuvieron en el Parque O’Higgins, de Santiago


Ayer, cientos de miles de personas participaron de una nueva movilización convocada por los estudiantes y el Colegio de Profesores. Los estudiantes afinan un documento que busca dar sustento técnico y económico a sus demandas.

Por Christian Palma
 
/fotos/20110822/notas/na20fo01.jpg
 
Las pancartas en contra del lucro o con consignas críticas al gobierno se confundieron con los miles de banderas.
Desde Santiago

En las columnas, editoriales y opiniones de los principales medios chilenos el tema sigue siendo uno: el movimiento estudiantil. Las “recetas” de los expertos de las filas de la oposición –que tuvieron 20 años para mejorar el sistema–, de los analistas independientes –que recién ahora desempolvan documentos que pudieron exhibirse años atrás– y del mismo gobierno, que luego de tres propuestas a los líderes estudiantiles no ha podido apuntarle al centro de lo que realmente los secundarios y universitarios piden y que a grandes rasgos significa terminar con el lucro en todas sus formas, acabar con las desigualdades de acceso a la educación superior, la gratuidad para al menos el 70 por ciento más pobre y asegurar, vía Constitución, la calidad de lo que los liceos y universidades entregan... “esa cosa llamada educación”, decía el estribillo de una famosa canción en plena dictadura y que se volvió a poner de moda en estos tiempos.
“Ya tiramos toda la carne a la parrilla”, dijo la semana pasada el vocero de La Moneda, Andrés Chadwick, en alusión a la última propuesta de un cada vez más acorralado gobierno que ofreció más financiamiento, traspaso de los colegios municipales al Estado central, vigilar que se cumpla la ley y las universidades privadas no obtengan lucro y el aseguramiento de la calidad de la enseñanza en todos los ámbitos. Sin embargo, el nudo no se desamarra, las encuestas siguen bajando y las ideas puestas en la mesa no convencen a los estudiantes.
De hecho, Camila Vallejo, la carismática presidenta de los alumnos de la Universidad de Chile, que además lidera –junto a otros potentes dirigentes juveniles– la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), calificó la oferta como “vacía y ambigua”. Por eso, dijo, “seguiremos movilizados”. Y sus palabras se hicieron realidad.
Ayer, cientos de miles de personas participaron de una nueva marcha convocada por los estudiantes y el Colegio de Profesores. El número y diversidad de los participantes dio cuenta una vez más que el tema es transversal. Abuelos con sus nietos, jóvenes padres junto a carros de bebés, familias enteras llegaron al Parque O’Higgins, lugar donde desembocó la actividad, no sólo a escuchar a las numerosas bandas que gratuitamente se sumaron a la jornada, sino a reiterar el apoyo al movimiento estudiantil.
Muchos grupos musicales como Inti Illimani o Sol y Lluvia, que impusieron verdaderos himnos contra de la dictadura de Pinochet, volvieron a entusiasmar a muchos. El coro de una canción de esta última que decía “adiós carnaval, adiós general”, fue modificado espontáneamente por la frase “adiós carnaval, adiós Sebastián”, demostrando el descontento ciudadano contra la gestión del presidente Piñera.
Otra vez las pancartas multicolores en contra del lucro o con consignas críticas al gobierno se confundieron con las miles de banderas chilenas, de los liceos emblemáticos o de las comunidades mapuches, que dijeron presente. En medio del acto, el presidente de los estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros, valoró que la marcha demuestre “lo maduro del movimiento estudiantil. Las propuestas del gobierno no apuntan a seguir avanzando, más bien ha puesto trabas. El gobierno debe entender que se debe conversar y el plebiscito es una herramienta para avanzar”, sostuvo.
Camila Vallejo, que se sumó al evento en la tarde tras retornar de Copiapó, en el norte de Chile, donde lideró un plenario universitario, cifró en más de un millón los asistentes al evento y reconoció sentirse conmovida. “A todos nos conmovió la convocatoria, estamos bordeando el millón de personas. Queremos que se nos escuche, no puede ser que después de tres meses no podamos ser escuchados”, sostuvo apuntando sus dichos a La Moneda.
En el norte, unos sesenta representantes de las federaciones universitarias analizaron este fin de semana las propuestas del gobierno. Tras la cita, la propia Vallejo ratificó lo que ya se sabía: “La propuesta del ministro (de Educación, Felipe Bulnes) sigue en la misma línea de reafirmación del modelo neoliberal de mercado, por tanto no constituye una solución a este conflicto”. Los estudiantes afinaron además un documento que busca dar sustento técnico y económico a sus demandas de gratuidad con la ayuda de economistas y abogados.
“El presidente ha dicho: no queremos financiar a los estudiantes más ricos por tanto la gratuidad es insostenible, y nosotros decimos que justamente es cierto, los ricos tienen que pagar, pero a través de una reforma tributaria, para que las grandes empresas paguen educación”, sostuvo la dirigente ayer.
Agregó que “es necesario avanzar hacia un sistema más igualitario, inclusivo, donde todos seamos parte de la construcción de un proyecto educativo, pero para pensar en un país distinto. Porque la demanda de la educación no es una demanda sectorial, apunta a la construcción con un norte distinto, un país libre, justo y más democrático, y para eso necesitamos una educación de calidad para todos”, insistió Vallejo.
Por su parte, Giorgio Jackson, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, reconoció estar preocupado “ante la indolencia o indiferencia por parte del Gobierno en la situación crítica que están viviendo los compañeros del Liceo de Buin”, que llevan adelante una huelga de hambre. “No puede ser que después de tres meses de movilización, con convocatorias multitudinarias, con compañeros que han sacrificado su salud y han arriesgado su vida por esta causa, no podamos todavía ser escuchados. Yo emplazo en este espacio al gobierno, a que ponga atención en esto”, complementó Vallejo.
Ayer, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, visitó a la alumna Gloria Navarrete, que está internada debido a una recaída en su estado de salud. Sin embargo, ella y sus compañeros siguen adelante con su radical medida de presión. La semana que arranca tampoco será fácil para La Moneda. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó un gran paro nacional para el miércoles y jueves, al cual se sumaron los estudiantes, la gran mayoría de los partidos de oposición y muchas otras instituciones. La acción encendió las alarmas en La Moneda que ha calificado esa acción de injusta. El gobierno rechazó el paro y criticó el carácter político de la convocatoria. “En este momento en nada contribuye a avanzar en la solución de los problemas de Chile. Las puertas del gobierno siempre han estado abiertas al diálogo y nos resulta incomprensible que en vez de optar por los caminos del diálogo y la unidad, llamen a un paro que lo único que traerá es daño para Chile y problemas a los ciudadanos”, dijo Chadwick.
En una entrevista a un matutino de circulación nacional, Sebastián Piñera criticó a los políticos que, a su juicio, no han mostrado una actitud responsable. “Lamentablemente sólo unos pocos han sabido mantener posiciones responsables... muchos han caído en la tentación del populismo y la irresponsabilidad”, dijo.
Los dardos apuntaron, entre otros, al opositor presidente del Senado, Guido Girardi (PPD), cuya actuación, dijo Piñera, “no ha sido coherente ni ecuánime”, lo que quedó reflejado cuando el parlamentario “desahució” la opción de instaurar una mesa de diálogo con los estudiantes en el Congreso. Añadió que la crisis educacional se arrastra desde la Concertación y que su gobierno siempre ha tratado de avanzar.
En ese sentido, unos 300 universitarios y secundarios iniciaron ayer una caminata desde Santiago hacia el Congreso que se encuentra en la ciudad-puerto de Valparaíso. La marcha durará tres días y se identificará con la consigna: “No queremos que el gobierno le pase la pelota al Congreso” y “Que se legisle lo que el pueblo exige”.
En esa misma entrevista, Piñera le quitó sustento a la idea de realizar un plebiscito y también defendió el derecho de las personas particulares a emprender en todos los campos, sin restricciones. “La palabra lucro ya es una palabra obscena, por eso yo más que hablar de lucro prefiero hablar de no frenar ni matar la capacidad de innovación ni de emprendimiento”, dijo.
Al cierre de esta edición, la gente se retiraba en completo orden y tranquilidad del Parque O’Higgins, contenta de haber participado una vez más de una jornada histórica.

Página12

sábado, 20 de agosto de 2011

¿Una nueva época argentina?

Por Osvaldo Bayer
 
/fotos/20110820/notas/na40fo01.jpg

La última semana de estadía en Europa me sirvió para el pesimismo. Otra vez la crisis anunciada. ¿Hasta cuándo? ¿Cómo el ser humano no ha aprendido a administrar todo esto que se llama naturaleza y así eliminar la violencia, las penas, las carencias, la búsqueda por sobre todo del poder que casi siempre, o siempre, significa la muerte? Vemos la España de hoy, vemos Portugal, Grecia ni que hablar, la Italia de Berlusconi... aquí sólo caben la ironía, o la profunda tristeza y decirnos... el ser humano no aprende nada. Lo de Noruega ha dejado a todos mudos. Sólo queda mirar al costado o hacer un congreso de economistas, de políticos, pero sobre todo de psicólogos. Europa no aprende, pese a su historia. Por ejemplo, hoy, gracias a la caída del Muro, las mujeres polacas pueden ser sirvientas en Alemania. Sí, parece una frase calcada de Dostoievski. O de Kafka.
Europa... y sus esperanzas en el Mercado Común Europeo, con el euro como moneda. ¿Por qué ahora esto? En España, la juventud no tiene trabajo, el porcentaje más alto de su historia de jóvenes desocupados. Gran Bretaña, sí, la del imperio. Meta bala. ¿La solución? Más policía adiestrada. Conocemos esas soluciones. Gran Bretaña. Cameron, sus gritos en la Cámara de los Comunes, ya tiene sus muertos para la historia.
En Alemania, la preocupación es el euro. Ahí puede venirse todo al suelo, aquel sueño de la Europa sin fronteras. Con aquella historia aparentemente superada de guerras mundiales, con millones de muertos y ciudades arrasadas. Sí, una Europa sin fronteras. Pero al parecer no se entienden ni con gestos. ¿Obama protagonizará una nueva versión de El fugitivo? ¿O pasará a la historia nada más que como un “negro” que quiso pasar a la historia estadounidense como un blanco más? De las esperanzas a las pequeñeces ya conocidas. Los “republicanos” dicen sobre él: “Vaya un nombre más inicuo”. Y sonríen. “Ya lo sabíamos... ¿qué se puede esperar de un...?” Dejémoslo ahí. Se lo enlata y ya está.
Subrayo los últimos diarios alemanes antes de partir. Sí, los democristianos-liberales se derrumban en caída libre. El próximo gobierno será socialdemócrata-verde, o más bien verde-socialdemócrata. Según la figura que pongan al frente. Dejo el Viejo Continente más viejo que nunca. Todo es duda. Todo es incierto.
Llego a la Argentina de las elecciones. Hay tranquilidad en las calles. Sí, no ha habido violencia. Por lo menos eso ya es muy positivo. Aceptación de todos por los resultados. Autocríticas. Alegrías. Eso es positivo. Prepararse para la final de octubre. Bien, parece que estamos aprendiendo a vivir en democracia. Me paro en la misma esquina de Monroe y Arcos, donde cuando niño, adolescente, grande y ya mayor vi pasar las tropas, con sus generales a caballo, hacia la Plaza de Mayo. Ahora esto, la confianza en las urnas. No está mal como primer paso a la verdadera democracia. Que sólo se logrará con verdaderas medidas sociales.
Sueño con que el nuevo gobierno va a volver a organizar y apoyar las asambleas barriales. Un milagro libertario que experimentamos en la primera década de este siglo y que luego dejamos morir por falta de acción e inspiración. Luego, dar el primer paso hacia la verdadera democracia, que es la que busca la igualdad en libertad: la eliminación para siempre de las villas miseria y que cada hogar, que cada niño, tenga un pan sobre la mesa y un techo digno. Que una de las obligaciones fundamentales del nuevo gobierno sea promover las cooperativas de trabajadores. También esto con la tierra a los hombres de la tierra, y no de los banqueros que bajan el dedo y se les otorgan dos millones de hectáreas. Ciudades limpias con plazas bien verdes y con flores constantes, como las que tenía Buenos Aires antes: cuando yo era un niño, todas las tardes corríamos entre esos verdaderos jardines comunitarios. No como hoy, con las plazas porteñas con alambrados y que no son otra cosa que potreros de polvos y pozos. Y que por fin se descentralice Buenos Aires, que se lleve la Capital al interior, porque esto ya no es una ciudad, es una jaula de motores, de ruidos, de esperas interminables y de niños que ya no pueden jugar sino sólo estar estáticos ante la pantalla boba.
Sí, que se promueva a fondo la verdadera democracia y el compartir sus bienes. Sería muy bueno que se adoptara como lema “Libertad y Bien común”.
Sueño con escuchar música de Bach en atardeceres porteños silenciosos o tal vez la del propio Atahualpa Yupanqui, que sigue teniendo el olor de nuestro paisaje todo.
Y para eso, el respeto de las palabras de las organizaciones de base. Comenzar, por ejemplo, con limitar a cuatro años todos los mandatos de los dirigentes sindicales. Sin reelección posible. Demostrar que no hay nadie imprescindible y que todos tienen derecho de llevar a cabo las resoluciones de las bases. Para terminar con burocracias y magnates del poder.
Para lo cual, para intentar acabar para siempre con niños con hambre, gente sin techo, manos rudas sin trabajo, para llegar a ese producto final que sería la verdadera democracia, dar mucho más categoría a las escuelas, a los docentes. Y a la convocatoria de la voz popular para escucharla: congresos formativos, asambleas de base, reconocer a los verdaderos héroes del pueblo. Para ello, fundamental, la información. Seguir el debate sobre los medios para que por fin muestren el verdadero rostro de la sociedad y toda la información se fundamente en la ética. En el derecho de todos. Los medios con la voz del pueblo. De los que hacen la sociedad y no de monstruos que se tragan todo.
Parece todo esto –el sueño, las ilusiones– el resumen paradisíaco del pensamiento de los grandes propulsores de la paz eterna, escritos durante siglos y siempre olvidados en los depósitos de puertos a los cuales ya no llega ningún barco.
Intentarlo pasaría a nuestra historia como un bello capítulo. Como si estuviéramos leyendo aquellos escritos del joven Mariano Moreno, del idealista Juan José Castelli y del apasionado por la igualdad que fue aquel increíble Bernardo de Monteagudo, cuyo retrato tendría que estar en todos nuestros colegios.
Empecemos una nueva época. Poniendo el rostro y la palabra. La palabra como arma única contra el egoísmo.

Página12

viernes, 19 de agosto de 2011

Un millón de netbooks para estudiantes, y contando

La Presidenta entregó computadoras del Plan Conectar Igualdad, que busca llegar a todos los alumnos secundarios de escuelas públicas


Cristina Kirchner encabezó un acto en Tecnópolis, donde se alcanzó el número un millón en distribución de computadoras, se presentaron obras energéticas y se promulgó la ley de software. Para fin de año, el reparto de netbooks alcanzará a 1,8 millón.

Por David Cufré
 
/fotos/20110818/notas/na03fo01.jpg
 
Cristina Fernández de Kirchner le dio la netbook un millón a Cristian Maldonado, estudiante de una escuela para no videntes.
La netbook un millón fue para Cristian Maldonado, estudiante del colegio 506 para no videntes de la provincia de Buenos Aires. La máquina está especialmente preparada, con un software de lectura de pantalla e información que se transmite en forma auditiva. Cristian recibió la computadora de manos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y leyó un poema que conmovió a cientos de personas que se habían reunido para presenciar el acto. Contó su emoción por obtener ese equipo, que significa para él un instrumento de comunicación, de conocimiento y de ampliación de fronteras. La entrega ocurrió durante una visita de la jefa de Estado a Tecnópolis, y tuvo la particularidad de recaer en un alumno de una escuela especial y de ser la número un millón, pero en esencia las sensaciones relatadas por Maldonado fueron las mismas que las de otros miles de estudiantes secundarios de escuelas públicas, alcanzados por el plan Conectar Igualdad de reparto de netbooks, una para cada uno.
La participación de CFK en Tecnópolis tuvo de todo, como la propia muestra de ciencia y tecnología. Anunció que la exposición reabrirá sus puertas entre el 2 de septiembre –Día de la Industria– y el 27 de noviembre; mantuvo una teleconferencia con el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien primero la felicitó por su “extraordinario triunfo” en las primarias del último domingo y luego entre ambos lanzaron la licitación para construir la central hidroeléctrica de Aña Cuá; también se conectó con el ministro Julio De Vido y los gobernadores Jorge Capitanich, Gerardo Zamora y Gildo Insfrán para la inauguración de la obra de interconexión eléctrica entre el NEA y el NOA, y finalmente firmó el decreto de promulgación de la ley de software (ver aparte).
“Si tuviera que definir este proyecto de país diría Patria, igualdad y libertad para todos los argentinos”, remató la Presidenta, en un discurso que incluyó el homenaje al general San Martín en el día de su fallecimiento. “El, como tantos otros patriotas, estaría muy orgulloso de ver cómo está el país por el que luchó”, sostuvo. “A ellos les tocó llevar las armas, a nosotros las ideas, la convicción de que podíamos hacer un país diferente, con inclusión, para lograr otro gran objetivo que es la igualdad”, completó.
Pero los momentos más festivos ocurrieron cuando Fernández de Kirchner entregó las diez netbooks finales hasta llegar al millón, con un contador gigante detrás del escenario. Pasaron alumnos de San Juan, Entre Ríos, Mendoza, Neuquén, Córdoba, Catamarca, Santa Cruz, Tucumán y Misiones, y la última fue para Maldonado, de una escuela especial de Lanús. “Cuando lanzamos el programa nos parecía que nunca iba a llegar este día, pero llegó, y en noviembre estaremos completando 1.800.000 netbooks entregadas”, reveló la Presidenta. El Plan Conectar Igualdad fue anunciado en abril de 2010, como extensión de un programa previo del Ministerio de Educación destinado sólo a escuelas técnicas. El actual se propone llegar a 2,9 millones de estudiantes secundarios y a 200.000 profesores con una computadora portátil para cada uno. Las máquinas disponen de un software especial con contenidos educativos y ofrecen prestaciones informáticas de última generación, como las netbooks que se ofrecen en el mercado.
Los beneficiarios son sólo estudiantes de escuelas del Estado. El Gobierno argumenta que de ese modo se revaloriza la escuela pública y se tiende a cerrar la brecha digital interna y externa: entre un alumno de clase media de la Ciudad de Buenos Aires y otro de un pueblo rural del interior del país, y entre un estudiante argentino y otro de Francia o Nueva Zelanda. “Me siento un poco la Sarmiento del Bicentenario”, había dicho la Presidenta cuando lanzó el plan en 2010, explicando la comparación en la búsqueda de igualar oportunidades a través de la enseñanza, con el Estado como principal promotor.
Antes que el gobierno nacional, la provincia de San Luis había avanzado con su propio programa de entrega de netbooks, y después se sumó la Ciudad de Buenos Aires, en ambos casos para alumnos de primaria. A nivel internacional, el precedente más relevante fue el Plan Ceibal de Uruguay. Desde esa base, el Plan Conectar Igualdad tiene particularidades que lo distinguen. La primera es la masividad. Mientras el Ceibal llegó a cerca de 500.000 estudiantes, el Conectar lleva un millón y el objetivo es alcanzar los 2,9 millones a fines de 2012. La Presidenta destacó que es el programa de distribución más grande del mundo, superando al de Portugal, con 700 mil beneficiarios.
Otro punto alto es la calidad de los equipos y su software, al punto de que el gobierno uruguayo acaba de pedir colaboración al argentino para mejorar su plan con esos contenidos. Por ejemplo, las computadoras tienen simuladores de física y química, programas de matemática, programas de diseño de mapas y gestión de proyectos. Diccionarios de español, de inglés-español, de sinónimos y antónimos. Un soft de ajedrez. Libros cargados con autores universales, latinoamericanos y argentinos, entre muchos otros elementos. Los alumnos llevan las computadoras a sus casas y las conservan definitivamente al terminar la secundaria. CFK hizo hincapié también en que el programa ayuda a la promoción de la industria nacional, ya que de ahora en más la totalidad de las computadoras serán ensambladas o tendrán componentes locales.

Página12

Adriana Puiggros - La educación en Chile - America 24 - 09/08/2011

miércoles, 17 de agosto de 2011

Por desidia, el Consejo de la Niñez no será parte en una causa por trata

Otra polémica que involucra a la cuestionada funcionaria macrista



Su titular, Beatriz Orlowski, no se presentó cuando la citó la justicia en la investigación de una red de explotación sexual infantil, y perdió el derecho de ser querellante. Sus voceros explicaron que “se cayó en la calle” y por eso no fue.
  Tras la polémica por la página Veo-Veo, donde se recomendaba a los niños más vulnerables de la Ciudad comer “fresas” y “queso Cheddar”, y después de justificar la eliminación de la categoría “travesti” en los formularios de atención argumentando que son niños “que se disfrazan porque es la única ropa que tienen”, Beatriz Orlowski de Amadeo, presidenta del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad (CDNNyA) protagoniza por estos días un nuevo escándalo. Ese organismo aspiraba a convertirse en parte querellante de una investigación por explotación sexual infantil de una posible red de trata, que tramita el Juzgado Nacional de Instrucción Nº 5 desde 2006. El Programa Contra Toda Forma de Explotación del CDNNyA acompaña a las víctimas –que serían unas 20 niñas de entre 10 y 22 años– desde 2009. Sin embargo, el pedido fue rechazado porque Orlowski faltó a la audiencia. “Tuvo un accidente. Se cayó en la calle, justo antes de llegar. Y no pudo avisar”, explicaron desde ese organismo, ante una nueva desidia de su presidenta.
Para tener acceso completo a la causa, aportar pruebas y garantizar la protección integral de las niñas y adolescentes en el marco del proceso judicial, el equipo de asistencia jurídica penal elaboró el pedido para ser querellantes, que se presentó el pasado 14 de enero. Cinco meses después fue rechazada por el juzgado y se apeló. El 20 de julio, la justicia llamó a la audiencia en la que Orlowski brilló por su ausencia. Hasta ahora, nunca había dado una explicación a los trabajadores que acompañan la denuncia.
Voceros de Orlowski se justificaron ante este diario diciendo primero que “el Consejo se había hecho presente mediante la abogada patrocinante” y que la presidenta no fue porque “la sala se había expedido diciendo que no hacía falta su presencia”. Sin embargo, horas más tarde, otros voceros hicieron referencia al “accidente en la calle”. “Vamos a presentar una reconsideración. La verdad, no fue una audiencia fácil. En otros casos esa misma sala no tenía el requerimiento  y sólo pedía que vayan los técnicos”, dijeron.
Sin embargo, desde el Juzgado Nº 5 negaron rotundamente la versión oficial y desestimaron el futuro pedido. “La Cámara firmó la denegatoria porque la presidenta no fue. Ahora pueden volver a presentar el pedido, pero el juzgado tendrá que analizar si corresponde volver a trabajar sobre lo ya resuelto No es normal que se ausenten ni que se vuelva a presentar lo mismo”, subrayó el secretario, doctor Daniel González.
Mientras tanto, entre los trabajadores del Consejo crece el malestar por los errores de la gestión de Orlowski, una funcionaria que a pesar del pedido de renuncia de algunos legisladores, permanece en su cargo sólo por decisión del jefe de gobierno, Mauricio Macri. “Estas jóvenes fueron, en algunos casos, separadas de sus hogares por el peligro que corren. Están amenazadas y perseguidas por los proxenetas. En el juicio, la defensa va a tratar de poner a estas jóvenes cara a cara con los acusados y el Consejo debe estar como querellante para evitarlo. Ahora no se va a tener acceso al expediente ni se va a participar de las audiencias orales”, explicaron a este diario.
Los profesionales destacaron además la indiferencia de Orlowski de Amadeo frente a la cantidad de trabajo y de recursos que se movilizaron por esta causa. De ella formaron parte la Defensoría de La Boca-Barracas,  el equipo penal del área legal y técnica y el Programa Contra toda Forma de Explotación, además de las áreas que puso a disposición el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad. “Se trata claramente de un incumplimiento del deber de funcionario público”, sentenciaron.  TIEMPO EL ARGENTINO

martes, 16 de agosto de 2011

DANIEL FILMUS ANALIZÓ EL RESULTADO DE LAS PRIMARIAS EN LA CAPITAL


Filmus: “Hay potencial para crecer más”

Cree que el electorado pidió que sigan las mismas políticas a nivel nacional. Sobre Proyecto Sur dijo que traicionó sus ideales y los votantes progresistas le dieron la espalda.
Quedan dos meses de trabajo y militancia. Creo que en octubre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner puede sacar aún más votos en la Ciudad”, pronostica el senador Daniel Filmus, al analizar los resultados electorales del Frente para la Victoria en las primarias, en las que se impuso con el 30,08% de los votos.

–¿Lo sorprendió el resultado del domingo?
–No, lo esperaba, pero es una elección histórica en la Capital porque es la primera vez que el Frente Para la Victoria triunfa en la Ciudad de Buenos Aires. Y ese resultado hay que leerlo a la luz de una performance ascendente del partido. Eso es histórico para el peronismo porteño.

–¿El resultado rompe con cierta tradición antiperonista del electorado porteño?
–Sí, las primarias y la elección por la jefatura de gobierno nos permiten llegar a esa conclusión. Los números aseguran que uno de cada tres porteños acompaña al proyecto nacional. Como el PRO es una fuerza local, eso convierte al Frente para la Victoria en la expresión nacional mayoritaria en el distrito. Hay un potencial importante para crecer de acá a octubre en la Ciudad.

–¿Cree que la presidenta puede mejorar la performance en octubre?
–Claro, en el ballottage sacamos cerca del 36% y estos votos vinieron de los que se desencantaron con Pino y de otros que, si bien no son K, acompañan las políticas transformadoras del gobierno nacional. Quedan dos meses de militancia y trabajo.

–¿Qué factores específicos del modelo influyeron en el resultado?
–Creo que la gente tiene una percepción de que las cosas van mejorando en forma progresiva, entonces elige al oficialismo. Ese factor también hizo que Macri consiguiera más votos por ser oficialismo. Los porteños percibieron el crecimiento económico y la mejor distribución de la riqueza, y eso obedece a la mayor presencia del Estado Nacional, que genera más trabajo y articula programas de salud, educación y vivienda.

–¿Eso puede interpretarse como cierta voluntad de statu quo?
–En todo el país ganaron los oficialismos y es evidente que la gente quiere que continúen las mismas políticas. En la Ciudad, esas políticas son conservadoras. En cambio, a nivel nacional son transformadoras e implican la intervención del Estado. Esa es la gran diferencia. Por otra parte, es notable la pésima performance de Proyecto Sur, que no logró el 1,5% de los votos. La gente no acompaña a los candidatos que traicionan los ideales. Hizo campaña en la Ciudad criticando continuamente al gobierno nacional, y dijeron que les daba lo mismo quién ganara en la segunda vuelta. Ahora, el electorado que se identifica con el progresismo y la transformación le dio la espalda. TIEMPO, EL ARGENTINO

www.senadorfilmus.com.ar

No al Gran hermano en las escuelas

 
 
"Viola el derecho a la intimidad de los niños"


La jueza en lo contencioso administrativo Elena Liberatori hizo lugar al amparo presentado por el Observatorio de Derechos Humanos y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y suspendió la instalación de cámaras de seguridad en el interior de 90 escuelas y jardines de infantes porteños. La decisión pone un freno a esa medida dispuesta por el gobierno de Mauricio Macri, que ya había adjudicado la licitación de un sistema de vigilancia de ese tipo en 300 edificios que dependen de su administración, incluidos tres ex centros clandestinos de detención.

El amparo fue acompañado por grupos de padres que adhirieron al argumento de que un sistema de vigilancia de ese tipo “viola el derecho a la intimidad de los niños y los adolescentes”.
Durante una conferencia de prensa, el titular del gremio, Eduardo López, confirmó que la magistrada "dispuso la suspensión de las cámaras de audio y video" en los colegios, una decisión en la que el gobierno porteño invirtió 532 millones de pesos por cuatro años.
La iniciativa prevé la construcción de un centro de monitoreo y la instalación de videocámaras en hospitales, centros de salud, CGP y edificios escolares. El argumento del Ministerio de Educación porteño para defender la propuesta es que las cámara se instalarán afuera de los edificios, pero eso no está claro en el pliego de adjudicación.
Por la medida intervino la Defensoría del Pueblo porteña, que objetó que ese sistema de control no había sido pedido por la comunidad educativa ni consensuada con directivos ni docentes, además de representar una vulneración al derecho de intimidad.

Página12

Con algunos, ni tres pasos


Por José Pablo Feinmann



/fotos/20110815/notas/na19fo01.jpg

Los de Cristina Kirchner y los de la derecha mediática son dos proyectos diferenciados y antagónicos que hoy se expresan, no sólo en nuestro país, sino en el drama (cercano al desastre o a la implosión de todo un sistema) que sacude al mundo. La economía liberal consagrada desde el Consenso de Washington ha arrastrado al capitalismo a la peor de sus crisis. Poco bueno se puede esperar de cualquiera de las resoluciones que ese acontecimiento histórico termine por expresar. No es casual que hasta el momento América latina, y muy especialmente nuestro país, se haya encontrado poco afectado por ella. Argentina –sencillamente– no está dentro de la economía neoliberal ni dentro del proyecto político que el capitalismo del tercer milenio sigue –casi de un modo suicida– impulsando. El proyecto neoliberal implica la hegemonía de un capitalismo financiero y especulativo que se realiza al margen de la producción. Según he leído, el eminente Eric Hobsbwaum ha declarado que la solución de los problemas actuales del capitalismo está en Marx. No creo que esté demasiado lejos de la verdad o de un valioso puñado de ellas. Pero son muchos los que saben que El Capital inicia su poderoso despliegue con un análisis de la mercancía, que su capítulo inicial lleva por título Mercancía y dinero y se abre con la siguiente frase: “La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de producción capitalista se presenta como un ‘enorme cúmulo de mercancías’, y la mercancía individual como la forma más elemental de esa riqueza. Nuestra investigación, por consiguiente, se inicia con el análisis de la mercancía”. ¿Qué significa esto? Que el capitalismo que Marx analizó en el siglo XIX era un sistema productivo. Todo sistema productivo requiere un mercado de consumo. La antigua burguesía ganaba su dinero produciendo mercancías y, para hacerlo, requería fuerza de trabajo. Esa fuerza de trabajo –que eran los obreros– encontraba una inclusión en el sistema porque era a la vez una fuerza consumidora, junto a todos los otros sectores de la sociedad. Las clases medias ligadas a los estamentos de servicios, por ejemplo. No a los de la producción directa. Como fuere, el antiguo capitalismo generaba trabajo, pues su centro era la fabricación de mercancías. La dialéctica entre la producción y el consumo requería de ambos polos. No había producción sin consumo ni consumo sin producción. Este capitalismo (a partir, sobre todo, de la derrota de la Unión Soviética) fue reemplazado por un capitalismo financiero y especulativo, que, lejos de generar inclusión y puestos de trabajo, genera marginalidad y exclusión. En menos de veinte años está al borde del abismo. Los territorios de experimentación del Consenso de Washington fueron los países de América latina. Acaso Argentina haya sido el conejito de Indias privilegiado en que los diez puntos creados por el economista John Williamson y llevados adelante por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial como entes hegemónicos se aplicaron fervorosamente. Ese fervor se llamó menemismo. El gobierno de Carlos Saúl Menem y sus socios del capitalismo financiero y agrario cumplieron el esquema de los diez puntos del Consenso y devastaron el país, enriqueciéndose ellos en uno de los bandalajes más grandes de nuestra historia. El país –así destrozado– llegó a las crisis de 2001 y 2002. De esas crisis (que son un precedente de la que ahora conmueve a los países del Primer Mundo) salimos por medio de un esquema económico completamente alternativo. Fue el que aplicó el llamado “kirchnerismo”. Una mezcla de Keynes, el primer Perón y el populismo de izquierda latinoamericano. Ante todo, la recuperación de la política por medio de la recuperación del Estado. Desde Martínez de Hoz se dijo en la Argentina que achicar el Estado era agrandar la Nación. No es casual: el poder que hoy se empeña en retornar al capitalismo de la primacía de la economía, del “libre” mercado y de la primacía del capitalismo, no de la producción, sino de la especulación financiera y de la destrucción del Estado, es hijo dilecto de Martínez de Hoz y de los militares del golpe del ’76, de aquí que tanto los defiendan o que tanto los enfurezca que se los juzgue y acusen al Gobierno que lo hace de pertenecer a cierta remota organización armada de los años ’70.
A partir de 2003 la recuperación de la economía argentina es palpable y evidente. Lo saben aun los que odian a este gobierno, pero también saben que la están pasando bien, hasta diría demasiado bien. Autos cero cambiados cada dos años, restaurantes colmados, vacaciones, ropa, casas nuevas, etc. Por otra parte, el panorama de algo llamado “oposición” es tan desteñido que ha terminado casi por evaporarse. Sin embargo, la oposición no es la oposición. La verdadera oposición son los medios. El poder mediático en manos de las más grandes corporaciones que se han beneficiado y se beneficiarán aún más con un retorno a los viejos tiempos no tan viejos: apenas los benditos noventa. ¿Por qué la crisis mundial no ha afectado aún (y acaso lo haga, pero en una medida irrelevante) a la Argentina? Porque Argentina no participa de ese sistema económico. La economía política argentina (con lo que quiero decir: no hay economía sin un proyecto político detrás) se basa en la recuperación del Estado, en un intento de distribución del ingreso (que choca con enormes resistencias: recordar los días negros del conflicto con el “campo” en que todos, pero todos, desde la derecha hasta la izquierda, se unieron contra el Gobierno para defender un 3 por ciento de las ganancias millonarias de los dueños de la tierra), lucha contra los monopolios mediáticos en un intento inédito en este país de, por decirlo así, deconstruirlos y llevarlos a una competencia leal e igualitaria dentro del mercado (y lograr que éste sea realmente “libre”), sensibilidad ante los sectores populares y la lucha contra la pobreza, política abierta y valiente por los derechos humanos, juicio a los criminales de la dictadura, respeto y apoyo a las Madres y a las Abuelas (si ningún represor fue víctima de alguna venganza individual fue por la lucha de esas heroínas que nos distinguen ante el mundo y que jamás pidieron venganza sino justicia) y varias cosas más que llevan a dibujar una clara identidad de populismo de izquierda, la expresión política latinoamericana más avanzada en la lucha contra los poderes imperiales que en este momento puede librarse. Esto siempre será excesivo para la derecha y escaso para la izquierda. No importa. Es bueno y alentador que la izquierda haya superado el 1,5 por ciento, porque eso la alejará de las tentaciones de otras vías que no sean las de la participación dentro de la lucha democrática.
Aunque algunos lo digan, no termino de convencerme acerca de la inteligencia del electorado de Buenos Aires. Que sería así: votar a Macri para contener el poder omnímodo de Cristina Kirchner. Macri ya gobernó cuatro años y no contuvo nada. ¿Por qué habría de hacerlo ahora? No lo hará. No es un político. No tiene un partido ni gente capaz. Hará otra triste experiencia. Y si lo votaron desde el antiperonismo, se equivocan. El cristinismo es una experiencia nueva en el país. Sus raíces están en el peronismo, pero no diría lo mismo de su futuro. No es que lo desee. Sólo creo que será así. Cristina K irá en busca de un gobierno de unidad nacional, moderno, nuevo, sin bloqueos partidarios. Ahora bien, en la “unidad nacional” no entran todos. Porque, si así fuera, esa “unidad nacional” sería la noche en que todos los gatos son pardos. No, los canallas afuera. Esta determinación deberá ser ampliamente consensuada, jamás unilateral, pero existen en el país muchos que no lo quieren ni desean su triunfo, sino el propio, el de sus intereses, el de sus finanzas y para ello acuden a cualquier cosa. Sobre todo, a la mentira y a la injuria. Con todos, sí. Pero con ellos, no. Esa consigna que circula por ahí (“Con Videla o contra Videla, pero todos juntos”) es, para mí, un insulto. Y para muchos argentinos. Por fortuna, para la mayoría. Uno, si no es claramente un hijo de puta, no camina ni tres pasos con un tipo que está con Videla.
Página12. Lunes, 15 de agosto de 2011

sábado, 13 de agosto de 2011

Nada es gratis en la vida de Piñera

EL PRESIDENTE CHILENO SE DECLARO EN CONTRA DE LA GRATUIDAD EDUCATIVA


Si bien aseguró que el compromiso del gobierno es brindar educación gratuita al 40 por ciento de los jóvenes más vulnerables, Piñera dejó claro que no puede ser para todos. Paro general de la central obrera y mesa de diálogo en el Congreso.

Por Christian Palma
Desde Santiago

Piñera (izq.) con su ministro de Educación, Felipe Bulnes, durante un acto ayer en La Moneda.
Imagen: EFE.

El movimiento estudiantil en Chile, que ya lleva tres meses de paros y tomas, no sólo se ha caracterizado por las llamativas protestas estudiantiles que han incluido una parodia al video Thriller de Michael Jackson –para anunciar que la educación está muerta– o divertidas pancartas contra el gobierno. Otra de las características es la atención otorgada a través de las redes sociales al conflicto, en especial Twitter, donde todos opinan, comentan y hasta insultan.
Justamente la frase anunciada ayer por el presidente Sebastián Piñera, que si bien aseguró que el compromiso del gobierno es brindar educación gratuita al 40 por ciento de los jóvenes más vulnerables, dejó claro que no puede ser para todos.
“Todos quisiéramos que la educación, la salud y muchas cosas más fueran gratis para todos, pero quiero recordar que, al fin y al cabo, nada es gratis en esta vida, alguien lo tiene que pagar; si le damos educación gratuita al 10 por ciento más favorecido de nuestra sociedad, lo que estaríamos haciendo es que el total de la sociedad, incluyendo los más pobres, con sus impuestos estarían financiando la educación de los más afortunados, y por lo tanto, quiero hacer un llamado a alejarnos de las consignas y entrar al fondo del problema”, dijo durante la promulgación de una ley sobre calidad y equidad de la educación. Los comentarios en 140 caracteres, más en contra que a favor, se multiplicaron.
Las críticas también llegaron desde los ex presidentes de la Concertación Ricardo Lagos y Eduardo Frei, quienes entraron de lleno al ruedo político. También la CUT, la central obrera chilena, que llamó a un paro general de 48 horas para el 24 de agosto en contra de las políticas neoliberales del gobierno y llamó a sus afiliados a plegarse a la protesta estudiantil programada para el próximo jueves.
En tanto, a sólo cuadras de La Moneda, un grupo de encapuchados encendió fogatas y levantó barricadas. Hecho que no sólo fue repelido por carabineros, sino también repudiado por los vecinos del sector. En plaza Italia, en tanto, la policía evitó que otro grupo de manifestantes bloqueara el tránsito. Esto en medio de una convocatoria de análisis, cultura y cacerolazos efectuada por los líderes estudiantiles.
Según Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), la idea de la jornada fue salir a la calle para dar a conocer a la gente las demandas y las causas de las tomas de colegios y de los paros. La dirigenta entregó además al Ministerio del Interior unos 500 cartuchos de bombas lacrimógenas que fueron arrojadas a la Universidad de Chile, la sede de la FECH, el Liceo de Aplicación y en el Instituto Nacional. En ese lugar formaron el signo de la paz en la entrada de La Moneda.
En el Congreso, los presidentes del Senado, Guido Girardi, y de la Cámara de Diputados, Patricio Melero, pidieron conformar una instancia de diálogo que permita destrabar el conflicto estudiantil, que incluya a todos los actores involucrados en el conflicto.
El gobierno ha dicho que enviará distintas iniciativas para que en esa instancia se avance. “Si hay iniciativa del Parlamento con un proyecto de ley que vaya a favor de las propuestas para mejorar la educación, encontramos que es una buena iniciativa y vamos a discutirlo; si esto no sucede no estamos dispuestos a instancias de diálogo”, precisó Camila Vallejo, en ese sentido.
“Hacemos un llamado al Congreso que demuestre, esta vez, que puede legislar en función de las grandes mayorías y no con una propuesta no representativa”, agregó, según consignó un matutino.
Por su parte, Camilo Ballesteros, presidente de la Federación de Alumnos de la Universidad de Santiago, precisó a Página/12 que “no se descarta ir a la instancia parlamentaria, pero en ningún caso esto significa que será ése el camino, sólo se está analizando”.
Junto a ello, la propia Camila Vallejo rechazó una eventual mediación de la Iglesia Católica en el conflicto estudiantil. “Nosotros no hemos solicitado ningún tipo de mediación. Lo único que se solicitó fue por parte de un grupo reducido de estudiantes que no le consultaron a la gran mayoría de los movilizados. Nosotros no necesitamos mediadores en estos momentos, menos que sea la Iglesia.”
La Iglesia chilena ha mediado en otras instancias complejas, como paros de trabajadores y las huelgas de hambre de mapuches.
Lo que sí está claro es la convocatoria para una nueva marcha por la educación para el 18 de agosto y la participación en el paro nacional de los trabajadores el 24 y 25 de agosto.
Ya en la tarde, en la sede de gobierno, Piñera encabezó la primera reunión del consejo de gabinete que se realiza luego del ajuste ministerial concretado hace ya casi un mes. Unas horas más tarde, ya se sentían otra vez los “cacerolazos” en protesta a lo que se sumó una “velatón” en apoyo a las manifestaciones estudiantiles.

gina12