viernes, 30 de diciembre de 2011

Carta Abierta/11


CARTA DE LA IGUALDAD
I

El triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones del 23 de octubre con el 54% de los votos expresa la voluntad popular por la profundización de los cambios. En esa decisión de millones de personas se vislumbra la apuesta por una política transformadora, perseverante en su irreverencia frente al orden establecido. En su seno, conjurando la totemización del mercado, rescatando voces antiguas de la fragua popular e intentando frente a ellas nuevas formas de lo político, late incipiente la otrora desterrada utopía de la Igualdad. Es acompañada por la validación de un tipo de gobernabilidad que no puede concebirse por fuera de la recreación incesante de lazos constitutivos con una sociedad activa, heterogénea y abierta, y el impulso hacia un extendido compromiso militante que tiene en el entrecruzamiento generacional y la convocatoria activa de la juventud una de sus dimensiones más notables. Los argumentos simplistas de la gran prensa -voto conservador, el consumo, la oposición inexpresiva- son velos que ocultan otros destellos resultantes de ocho años de continuidad que también sostuvieron el 54 por ciento. El humor social, la recuperación de valores que parecían perdidos, la identidad como pueblo, la confianza en un liderazgo, el compromiso creciente en capas de la sociedad para participar en lo público, la perspectiva y esperanza en un futuro......

PARA LOS QUE QUIERAN SEGUIR LEYENDO , ESTE ES EL ENLACE:

La igualdad, en foco

CARTA ABIERTA PRESENTO SU DOCUMENTO NUMERO 11


En la Asociación Argentina de Actores, el colectivo de artistas e intelectuales leyó y discurrió sobre el texto que ayer anticipó Página/12. Balance de lo actuado y demandas a futuro.

Por Ailín Bullentini
 
Carta Abierta se reunió para difundir el documento en la Asociación de Actores.
Imagen: Bernardino Avila.
“Una larga carta en la que intentamos repensar lo extraordinario de este momento histórico argentino.” La reflexión pertenece al filósofo Ricardo Forster, uno de los impulsores del Espacio Carta Abierta, y está referida al undécimo documento que el colectivo que reúne a artistas, pensadores, teóricos, profesionales de la salud y la educación y trabajadores de la cultura presentó públicamente ayer. Desde el salón principal de la Asociación Argentina de Actores, el ensayista Horacio González, otro de los más obstinados defensores del espacio, consideró que el texto, que se vertebra en “la igualdad”, es un documento “equilibrado cuya interpretación debe considerarse una manera más de participación política que escape a los esquemas establecidos”.
Integrantes del espacio, referentes de organismos sociales y de derechos humanos, como la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y afiliados a la Asociación Argentina de Actores, escucharon y aplaudieron la lectura del texto publicado ayer en Página/12.
“Es especial presentar la undécima carta de Carta Abierta en esta casa, un bastión de democracia, un espacio que nunca abandonó el debate político y que siempre estuvo a la vanguardia de la lucha”, inauguró el sociólogo Carlos Girotti antes de presentar a los lectores. “Son compañeros destacados por su militancia, compromiso, protagonismo y participación en las asambleas y actividades” de Carta Abierta, introdujo Girotti al médico Ricardo Gené, la teórica Adela Castronovo, el escritor Carlos Goboloff y la psicoanalista Cintia Ini, entre varios otros.
El documento “es un pantallazo sobre lo que se hizo y lo que falta”, esbozó el compositor de música clásica Jimmy Herrera, que leyó algunos de los últimos pasajes del texto. “Carta Abierta tiene la particularidad de tratar de mirar las cosas con diversidad; eso tiende a la igualdad, que es el eje trabajado”, concluyó. Mientras que para él “es complicado” encontrar alguna parte del documento que sea más importante que la otra, su compañera de lectura, la abogada Susana Larregui, señaló que “lo más interesante del texto es su objetivo, aquel que determina que la palabra que define el estadio de desarrollo de la política de gobierno (de estas últimas tres gestiones) es la igualdad, aquella que se obtiene en las diferencias; igualdad de tener los mismos derechos para pensar diferente”.
El texto bien puede comprenderse como una reflexión sobre la búsqueda de niveles cada vez más grandes de igualdad en el país que comenzó con el gobierno de Néstor Kirchner, aunque sitúa el inicio del repaso en los años previos: las políticas neoliberales del menemismo, la debacle de 2001, la deriva de los meses posteriores. “Es un homenaje a una palabra y un concepto que viene utilizando (la presidenta) Cristina (Fernández de Kirchner) y que tiene que ver con algo olvidado. La igualdad implica una mejor distribución de la riqueza, pero también de la cultura simbólica, de los derechos. El trabajo en pos de la igualdad supone darle forma a un proyecto, tomarla como núcleo político, social, cultural y económico”, evaluó Forster.
La Carta Abierta/11 hace un análisis de los cambios que se desarrollaron desde la crisis de 2001/2, las opciones adoptadas por los diferentes gobiernos a partir del 2003 y los desafíos que se abren en el comienzo del nuevo periodo de Cristina Kirchner, todo ello analizado desde el punto de mira de la “Igualdad y la ampliación de derechos”. Así, “la carta no calla que el camino de la reparación tiene que incidir fuertemente en la cuestión de tierras y vivienda; la atención de los más dañados por las desigualdades del sistema económico; lo que falta en salud y educación. Son varias cosas las que se conjugan en el balance”, apuntó Forster.
Una de ellas, brevemente mencionada en el texto, es la aprobación de la Ley Antiterrorista. “La vida democrática de un país, de un gobierno, pasa por diferentes circunstancias. En cuanto a la Ley Antiterrorista, creemos que es necesario seguir debatiéndola para transformarla. Nos resulta problemática y para nada clara”, concluyó el filósofo.
No obstante, la lectura en pos de cuántos elogios y cuántas críticas el espacio pluridisciplinario realizó de la gestión gubernamental en el último texto difundido es “una forma errónea de interpretarlo”, apuntó González. “La Argentina precisa de textos de esta índole, que fomente el espíritu crítico, el espíritu de escucha y la capacidad de balance –remarcó el director de la Biblioteca Nacional–. Pero su lectura desde esquemas totalizadores no es la recomendada. Aquéllas son fórmulas que la Argentina debe abandonar para que la discusión política dentro de ella se adecue al modo en que se están intentando los grandes cambios en el país y en toda Latinoamérica.”

pagina12

jueves, 29 de diciembre de 2011

Tomada criticó el veto de Macri contra las empresas recuperadas

apyme también se sumó al repudio

El ministro de Trabajo rechazó la decisión del jefe de Gobierno porteño y afirmó que las empresas rescatadas "son producto del esfuerzo de los trabajadores para mantener el empleo y apostar al crecimiento con la lógica de la equidad y distribución".

Carlos Tomada también afirmó que la decisión macrista "es parte de la naturaleza de esa gestión, que jamás cumplió con las leyes respecto de este tema", y sostuvo que "se desactivaron los programas y acciones de apoyo a esos colectivos". Macri "rechaza de manera profunda la participación de los trabajadores en las empresas recuperadas", aseguró el ministro.
Tomada explicó que "el gobierno nacional asistió a 39 empresas de la Ciudad defendidas por sus trabajadores en la ardua tarea de recuperar, trabajar y producir de forma autogestionada y asociativa bajo la figura de cooperativas, lo que implica que allí cumplen tareas aproximadamente 2000 empleados y sus familias".
"Del total de empresas afectadas por el veto a la ley 4008, el Ministerio de Trabajo apoyó a 19, con una inversión total de 5.614.850 de pesos desde 2004 a hoy", detalló el ministro. El titular de Trabajo puntualizó que mientras el gobierno nacional propone y logra normas que protegen a los trabajadores de esas empresas, "el Ejecutivo porteño las veta o no las cumple".
A su vez, una asamblea de la Delegación Buenos Aires de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (APYME) respaldó a las empresas recuperadas por sus trabajadores y repudió el veto de Macri a la ley que había prorrogado hasta 2017 la protección a las compañías controladas por el personal. "El veto de Macri se vale de un tecnicismo para anular la ley que fue votada en la Legislatura incluso por representantes de su propio partido, lo que está en línea con su concepción privatista, autoritaria y represiva de la política, la economía y la sociedad", aseguró APYME.
El sector señaló su "solidaridad y apoyo a los trabajadores, organizados de forma mayoritaria en cooperativas", y se sumó a las voces de los legisladores que, en conferencia de prensa, definieron ayer "los pasos a seguir para revertir la situación". La APYME reseñó que "es preciso avanzar en soluciones de fondo por medio de una eficaz intervención estatal para asegurar el definitivo traspaso de las empresas a manos de quienes lograron reintegrarlas al tejido productivo luego de su cierre, producido como consecuencia de las crisis de los años 2001 y 2002".
Juan Oreja y Jorge Garay, presidente y secretario de la Asociación, agregaron que "la acción de Macri no constituye un hecho aislado sino que concuerda con pronunciamientos de los sectores concentrados y extranjerizados de la economía". "Esos sectores invocan la `seguridad jurídica para defender sus privilegios a expensas de las Pequeñas y medianas empresas, los trabajadores y las mayorías, que hoy sostienen la continuidad de un proyecto de desarrollo nacional con inclusión social", concluyeron los dirigentes.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

RESISTIRÉ - MAREA VERDE GREATEST HITS

Diputados y senadores

Por Adrián Paenza
El próximo caso es especial para diputados, senadores, funcionarios públicos, gente que toma decisiones. Les pido que lean con atención lo que sigue y verán cómo en algún momento de sus vidas se tropezaron (o se tropezarán) con un problema parecido. Acá va.
Una compañía maderera (y papelera) está muy interesada (obviamente) en talar árboles en un bosque del noroeste argentino. El área está repleta de pinos, a tal punto que después del último relevamiento de la zona se sabe que el 99 por ciento de los árboles de esa región son justamente pinos: un lugar ideal para predar el lugar. A la compañía maderera en cuestión únicamente le interesan los pinos y ya están listos para firmar un contrato con los dueños de la tierra.
Los residentes de la zona y las organizaciones sociales, conocedores de lo que está por pasar, luchan para que no se tale ningún árbol. Sin embargo, como buenos conocedores de que eso no habría de prosperar (por la cantidad de dinero que hay en juego), están dispuestos a hacer algunas concesiones. Para eso, presionan a los funcionarios públicos que tienen la obligación de regular esa área y logran que se incorpore al contrato una cláusula que impone algunas restricciones.
En un gesto que resulta curioso, es la propia maderera la que envía el texto de la cláusula que termina siendo aceptada y, más aún, votada por la abrumadora mayoría de los legisladores, quienes encerrados entre la oferta de la empresa y el reclamo popular encontraron finalmente una vía de solución.
Justamente le pido (a usted) que ahora lea con cuidado el siguiente texto: “Se permite a la maderera ‘tal y cual’ proceder a la poda de pinos únicamente. Habida cuenta de que a la firma del contrato, el número de pinos del área representa el 99 por ciento del total de árboles, la empresa tendrá 60 días para realizar su tarea y, al finalizar la poda, la cantidad de pinos remanentes tendrán que representar el 90 por ciento del total de árboles de la zona en discusión”.
Con esta cláusula, todo el mundo quedó satisfecho. Los pobladores y referentes sociales, si bien no habían logrado que la región resultara intocable, entendieron que reducir de un 99 por ciento a un 90 por ciento no parecía un episodio tan grave. Y lo mismo sucedió entre los funcionarios que la terminaron aprobando casi por unanimidad. Ni qué hablar de la maderera.
¿Qué pasó cuando terminó la poda? Pasó que se armó un escándalo increíble, con tomas de ruta, quemas de neumáticos, funcionarios acusados de corrupción, escraches públicos, solicitadas en los diarios denunciando atropellos/abusos y violaciones al contrato firmado a los dueños de la compañía. En definitiva, un desastre.
¿Por qué? ¿No era que el contrato estipulaba que al finalizar la poda los pinos tenían que representar el 90 por ciento del total de árboles de la zona? ¿Cuántos pinos terminó llevándose la compañía? Si el contrato se respetó, ¿qué fue lo que funcionó mal?
Antes de sacar conclusiones, le propongo que hagamos algunas cuentas y después revisamos quién tiene/tenía razón.

Caso testigo

Supongamos que en el bosque hubiera cien árboles nada más. Entonces, como se sabe que el 99 por ciento son pinos, eso quiere decir que 99 de los cien árboles son pinos. En todo caso, solamente uno es un “no pino” (por ponerle algún nombre). Lo que queremos hacer es calcular cuántos pinos se llevó la maderera.
Lo que sabemos seguro es que el único árbol que no era un pino tiene que estar entre los que no se llevó la compañía. Pero (y acá le pido que me preste atención) la diferencia está en que mientras ese único árbol representaba el uno por ciento del total de árboles antes de la poda, una vez finalizada, ese único árbol, ahora tiene que representar el 10 por ciento de los que quedaron.
¿Y cuál tiene que ser el total de árboles que quedaron para que un árbol constituya el 10 por ciento? ¿Cuántos árboles tiene que haber para que uno sea el 10 por ciento del total?
Sí, la respuesta que usted pensó es correcta: uno es el 10 por ciento de 10. O sea, luego de la poda, el total de árboles se redujo a ¡diez! Por lo tanto, la compañía maderera se llevó ¡90 pinos! de los 99 que había al principio.
O sea, ¡nadie violó ningún contrato! Lo que pasó es que haberles permitido podar los pinos que había (99) hasta reducir la cantidad de manera de que después de la poda represente el 90 por ciento del total de árboles que quedaron, le permitió a la empresa llevarse 90 de los 99 pinos que había. ¡Y nadie puede reclamar nada! O mejor dicho, sí, hay mucho para reclamar: ¡hay que saber hacer las cuentas antes! Hay que saber leer las cláusulas que involucran porcentajes bien explícitos porque una sociedad no bien educada puede –en principio– ignorar el daño al que se está sometiendo.
Las compañías (madereras o no), no ignoran esto. Y ya no me estoy refiriendo a la letra chica de un convenio. No. Me refiero a algo mucho más evidente y flagrante: es la propia letra del contrato la que fue firmada.
Está claro que el ejemplo es ficticio. En el recuadro se explica que lo mismo sucedería en el caso general, cuando el total de árboles no sean cien: vale siempre, en la medida en que se respeten los porcentajes indicados.
Pero lo que no nos debería pasar es creer que porque –en apariencia– reducir de un 99 por ciento a un 90 por ciento no es tan grave, todo termine en el desastre que se quería evitar. No hubo engaño: hubo ignorancia. Y a eso sí que no tenemos derecho.
* La esencia de este problema fue ideada por dos matemáticos: Sergio Yuhjtman y Cristian Czubara. Sin ellos, este artículo no hubiera existido. Todo el crédito les corresponde a ellos.

La escuela del pulgarcito


Para Juan Pablo Ringelheim los medios de comunicación y las redes virtuales configuran modos educativos y éstos entran en tensión con la escuela. ¿Cómo debería ser la escuela de acuerdo con las demandas de los medios?

Por Juan Pablo Ringelheim *
1 Hasta la aparición de la televisión, la escuela formó un sentimiento de comunidad y crió jóvenes con destinos definidos en la nación. Así como el más alto estaba atrás en la formación y el más bajo adelante (y la hilera hacía gala del moderno sentido de la perspectiva), así también el esforzado estudiaría medicina, y el optimista, ingeniería; los descarriados se dedicarían al arte. Pero todos tendrían de por vida un sentimiento primario de la comunidad nacional.
Luego llegó la televisión, que formaría la comunidad de los televidentes y competiría con las instituciones educativas. En el comienzo el Topo Gigio le decía a toda una generación: “Veo la tele cuando salgo de la escuela/ Pero siempre antes hago la tarea”. Destacado. Pero en verdad, y esto hay que decirlo, el Topo Gigio admiraba a Brigitte Bardot; tal vez por esto no tardó ni un verso en apostar enteramente al nuevo paradigma: “Con café, con leche y mantecadas / a la tele no la cambio yo por nada”.
En aquella vieja escuela se pensaba que las lecturas correctas apaciguan la barbarie que habita en cada alumno. Esa idea llega hasta hoy: para disminuir la violencia nada es tan adecuado como construir más escuelas (y menos cárceles). Pero esas escuelas no deberían ser construidas con la lógica del espectáculo: ¿no fue acaso Señorita maestra un fenómeno que contradijo las aspiraciones más humanistas de la educación? En el programa Señorita maestra los niños se mantenían sanos, salvos y “escolarizados”, pero adentro de la televisión. Y una vez que el ciclo concluyó, la barbarie fue el destino de buena parte del elenco y hubo quienes terminaron en la cárcel. Esa historia alimentó a su vez a la televisión, que bajó línea y educó sobre los perjuicios de una fama temprana. Y “vamos a ver, a ver la tele / que a la vez nos educa y entretiene”.
2 Aquella escuela hacía comunidad y un director ganaba bastante dinero: su rol como formador de identidad era necesario para el capitalismo y la nación. En la actualidad, los medios de comunicación hacen lazos y no debe extrañar que Tinelli, como principal funcionario, sea millonario. ¿Qué tipo de comunidad crea Tinelli? (Su “¡Buenas noches, América!” no busca consolidar una identidad nacional ni regional, sino que es un gesto grandilocuente que dice que la red que nos reúne podría atrapar también a Moby Dick). La comunidad que produce Tinelli es plural y se basa en las adhesiones y rechazos que crean los televidentes hacia las figuras; las comunidades que se forman en cada programa son de fans, parciales y efímeras. El televidente sube el pulgar o lo baja ante los famosos, y en las tribunas del circo las butacas son móviles para que el espectador pueda rotar de posición.
En Internet las redes sociales también forman comunidades parciales y efímeras. Cada usuario de Facebook, pertrechado de gigas de amor, produce una sociedad de amigos. Y cada vez que algunos de sus amigos ven una foto divertida se suman al pulgar elevado para decir “me gusta”; así crean una comunidad en torno de la foto o evento. A diferencia de la nación, Facebook no nos pedirá que vayamos por él a la guerra, de momento. Apenas exige que cumplamos un servicio de disponibilidad obligatorio.
3 Por alguna razón, en la política las manos han tenido privilegio de aparición por sobre los otros miembros del cuerpo. El símbolo del socialismo es una mano empuñando una flor (no deja de ser curioso que el socialista pretenda batallar con una flor por arma: uno queda perplejo y le desea suerte... o lo acompaña desde lejos). El símbolo del peronismo es dos dedos que se bifurcan, uno hacia la izquierda y el otro hacia la derecha, indicando la ambivalencia que cifra su supervivencia. La nueva política debería aprender de esta tradición y capitalizar el símbolo de la época: el pulgar elevado del “me gusta” de Facebook. Los partidarios transmitirían de paso el optimismo que elevaría la autoestima del argentino a niveles brasileños.
Si aquella vieja escuela creaba comunidad, ¿cómo debería ser la nueva escuela? El sentimiento de unidad se crea hoy en los medios de comunicación y las redes virtuales, se forma en el sistema de adhesiones y rechazos a las figuras del espectáculo, a los productos de consumo y también culturales. La nueva escuela debería enseñar a armar un perfil popular en Facebook, a resumir un concepto en 140 caracteres, a retocar una foto, a subir el pulgarcito, a orientar el destino del usuario en Internet. Esa nueva escuela nacería con la lógica del espectáculo. Así estaría a tono con la nueva política que reclaman los usuarios de la ciudad más exigente del país.
* Docente e investigador UNQ y UBA.

martes, 27 de diciembre de 2011

El PRO había acompañado la Ley 4008 que se aprobó en la Legislatura por unanimidad

Fábricas recuperadas: tras el veto los trabajadores preparan un plan de acción


Representantes de las 29 empresas autogestionadas en la Ciudad de Buenos Aires, cuyo futuro está en duda, se reunirán mañana. Legisladores de distintos bloques de la oposición buscan las alternativas para garantizar su protección.
  Aunque el veto que Mauricio Macri impuso a la Ley 4008 que prorrogaba hasta el año 2017 el régimen de protección a 29 fábricas recuperadas que funcionan en la Ciudad de Buenos Aires generó fuertes críticas, pocos aseguraron haberse sentido sorprendidos por la decisión del jefe de gobierno aun cuando el bloque del PRO en su conjunto acompañó el proyecto del ex legislador Diego Kravetz.
La decisión de Macri de quitar protección a una de las experiencias más ricas y prolíficas legadas de la fuerte crisis económica, política y social que provocó el proyecto neoliberal en la Argentina movilizó a trabajadores, legisladores de la oposición y distintas organizaciones sociales, políticas y culturales que ya plantean diversas líneas de acción para resistir el abandono macrista.
Hugo Fusec, trabajador de la Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios Limitada (ex Empresa Gráfica Conforti) aseguró a Tiempo Argentino que hoy se reunirán con legisladores de la oposición para transmitirles su preocupación y mañana se juntarán representantes de todas las empresas recuperadas de la Ciudad para delinear un plan de lucha: “Lo haremos, sabiendo que debemos ser inteligentes y no darle pie al gobierno de Macri para victimizarse. Lo que tenemos bien en claro es que las empresas no las vamos a entregar”, sentenció Fusec.
Entre los legisladores de la oposición la respuesta tampoco se hizo esperar. La diputada y presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, Delia Bisutti (Nuevo Encuentro) encabezará hoy junto a los también legisladores Francisco “Tito” Nenna (FPV) y Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular) una conferencia de prensa en la que manifestarán su rechazo al veto.
“Macri quiere dar marcha atrás y erradicar la experiencia de las fábricas recuperadas. Es una clara demostración de una ideología de derecha y de quien representa a los sectores empresarios más concentrados”, dijo a Tiempo Ibarra, y  vaticinó que “dependerá de la movilización de sectores sociales y políticos conseguir que no prospere esta decisión del Ejecutivo porteño que no se caracteriza ni caracterizó por su sensibilidad social”.
En la misma línea se pronunció el legislador Julio Raffo, quien reconoció que en Proyecto Sur la decisión de Macri no sorprendió “es coherente con la concepción insensible a temas sociales del macrismo. Sigue confundiendo gobernar con eficientismo empresarial, por eso cortan programas sociales”.
Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro) recordó además que “la ley se votó por unanimidad, todo el bloque del PRO la acompañó” y destacó el rol de las empresas recuperadas, no sólo en la preservación de puestos de trabajo durante los momentos más duros de la crisis sino su capacidad para generar nuevos empleos y trascender lo meramente productivo para convertirse en experiencias de desarrollo social y cultural. El legislador de Nuevo Encuentro hizo hincapié en que, de las 83 leyes que lleva vetadas Macri en apenas cuatro años, 70 de ellas contaban con el respaldo de los diputados del PRO, y confió en que esa fuerza acompañe al resto de los bloques para volver a sacar la prórroga adelante. Para lograrlo necesitan el voto de dos tercios de los legisladores.
Sin embargo, aunque en un primer momento acompañaron masivamente la iniciativa, desde el PRO ya comenzaron a poner en duda esta posibilidad. En diálogo con este diario, Martín Ocampo dijo que ahora analizarán las razones del veto: “A partir de ahí tenemos dos caminos aceptarlo o rechazarlo”, dijo, aunque matizó la posibilidad de votar un rechazo. “Tenemos una política general cuando hay un veto del Ejecutivo de no insistir en la sanción de la ley salvo circunstancias excepcionales, eso sucedió sólo en dos o tres ocasiones y siempre en el marco de un acuerdo previo con el Ejecutivo.”
El veto de Macri apunta al artículo sexto de la Ley 4008 que establece la conformación de una mesa que reúna a representantes del Ejecutivo, legisladores, al ministro de Desarrollo Económico y un representante por empresa. “Argumenta –explicó Eduardo Montes referente de la Gráfica Patricios– que los trabajadores no podemos involucrarnos en la gestión pública ni instar al Ejecutivo a que cumpla la ley.”
Kravetz cargó con dureza contra el Ejecutivo porteño. “Es un retroceso en las políticas públicas”, dijo y resaltó que la ley “se mostró exitosa porque en capital permitió sobrevivir a 29 fábricas y mantener 2000 puestos de trabajo, que es mucho más de lo que puede demostrar el ministro de Desarrollo Económico Francisco Cabrera. Demuestra que la política pública para generar empleo tienen que venir de afuera porque desde ese ministerio no se hace nada.”
Fusec aseguró que la lucha de las fábricas recuperadas no es un tema sólo porteño y aseguró que empieza a nacionalizarse, aunque destacó que en los últimos años han podido trabajar a la par de los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Nación. “Es una cuestión pura y exclusivamente política y a la política se la derrota con más política, dijo sobre la embestida macrista y sentenció: “Somos la antítesis del proyecto que propone Macri para la Ciudad, pero las empresas recuperadas vamos a ir todavía por más, por más y mejor trabajo, por más inclusión social y por más dignidad.”

TIEMPO  ARGENTINO
 

sábado, 24 de diciembre de 2011

Macri vetó la protección a las fábricas recuperadas

Golpe a un símbolo de la resistencia, tras la crisis de 2001


La medida afecta a 29 plantas de la Ciudad y más de 2000 trabajadores.
  Seis días después del décimo aniversario de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, el jefe de gobierno, Mauricio Macri, decidió anular la ley porteña que protegía a uno de los principales protagonistas de aquella crisis inédita. Según el Boletín Oficial 3818, publicado ayer, un día antes de Nochebuena, Macri dejó sin efecto la Ley 4008, que prorrogaba hasta 2017 el régimen de protección a 29 fábricas recuperadas que funcionan en la Ciudad, y que emplean a más de 2000 obreros gráficos, textiles, gastronómicos, madereros y de otras ramas de actividad que, desde fines de los ’90, ocuparon sus puestos de trabajo para evitar que los patrones vaciaran las plantas fabriles, vendieran sus maquinarias y los dejaran en la calle.
Esas fábricas, que comenzaron a ser ocupadas en todo el país durante los últimos años del menemismo,  fueron protegidas en la Ciudad de Buenos Aires, a partir de 1999, con la sanción y promulgación de la Ley 238, que dispuso declarar todas esas unidades productivas de “utilidad pública” para expropiarlas con fondos públicos. La norma, promulgada en septiembre de ese año por un recién llegado alcalde Aníbal Ibarra, ordenaba al Estado porteño que, para garantizar ese mandato, se presentara en todos los juicios de quiebra contra esas fábricas, para evitar su cierre y el despido de sus trabajadores. Esa intervención estableció un primer plazo de vigencia por cinco años, que sólo podía ser extendido por una nueva ley que fuera votada por la Legislatura. Eso fue lo que ocurrió en noviembre de 2004, cuando los ediles sancionaron la Ley 1529 y prorrogaron ese plazo hasta 2008, el año en que una nueva Legislatura votó la Ley 2970 y extendió los plazos hasta 2011. La protección legal fue ratificada por cuarta vez hace un mes, cuando faltaban menos de 30 días para que Macri asumiera su segundo mandato como jefe comunal. Allí, los diputados porteños volvieron a extender los plazos hasta 2017, con la sanción de la Ley 4008. Sin embargo, el 16 de diciembre, cuando Macri cumplió la primera semana de su nuevo mandato, la norma quedó sin efecto, gracias a un decreto firmado por el magnate, junto a su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y al ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera. El veto transforma a esta ley de protección para las fábricas recuperadas, en la norma número 84  anulada durante la gestión PRO desde el 10 de diciembre de 2007, cuando Macri estrenó su facultad con el veto a la ley que creaba una fábrica pública de medicamentos genéricos en la Ciudad. Antes del veto publicado ayer, la prórroga duró casi doce años, “pero en todo ese tiempo, el Estado porteño se presentó sólo en dos quiebras y pagó las expropiaciones, pero jamás se presentó en los casos de 29 fábricas que la Ciudad debía comprar”, explicó a Tiempo Argentino, Eduardo Montes, trabajador de Gráfica Patricios  y vicepresidente de la Unión Productiva de Empresas Autogestionadas (UPEA), el organismo que reúne a 15 fábricas gestionadas por sus trabajadores. “Con el veto de Macri, todos los procesos de quiebra se pueden volver en nuestra contra, y ahora, los vaciadores que se fugaron hace diez años, podrán reclamar, sin ningún impedimento legal, que nos quiten todo, y nos dejen en la calle”, contó con preocupación el obrero gráfico que hace diez años, en ese mismo lugar, se atrincheró junto a sus compañeros, dentro de los enormes talleres gráficos que alguna vez imprimieron la edición argentina del matutino madrileño El País. Una década después, más de 2000 trabajadores volvieron a vivir el fantasma de la crisis de 2001. Esta vez no fue Fernando de la Rúa, sino Mauricio Macri, el alcalde que desde la semana próxima deberá enfrentar a centenares de trabajadores que no esperarán los posibles desalojos con los brazos cruzados. 

TIEMPO ARGENTINO

Para asesor, nadie mejor que uno mismo

UN FUNCIONARIO DEL MINISTERIO DE EDUCACION PORTEÑO, CONTRATADO EN EL AREA QUE EL DIRIGE


El director de Formación Técnica Superior se desempeña ad honorem porque es jubilado. Pero logró que lo nombraran “asesor pedagógico” de sí mismo, en el área que él conduce.

Por Eduardo Videla
 
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Raúl Arribas, con el ministro Esteban Bullrich, en Facebook.

Un funcionario del Ministerio de Educación porteño se designó a sí mismo como “asistente pedagógico” en el área que él dirige, con honorarios mensuales de 7000 pesos. Se trata del director de Formación Técnica Superior, Raúl Ricardo Arribas, quien se desempeña en el cargo desde el 6 de julio de 2009 y habría sido confirmado ahora por el ministro Esteban Bullrich para continuar en esa función. Arribas se jubiló en noviembre de 2010. En marzo de este año se rectificó su primera designación de manera que pasaba a desempeñarse con carácter “ad honorem”. Sin embargo, un mes después apareció en los listados de personas con contratos de locación de servicios, para el área en la que desempeña el cargo de director. El Ministerio de Educación no respondió hasta anoche a las consultas sobre el tema formuladas por este diario.
El funcionario llegó a la administración macrista designado por el ministro Mariano Narodowski. Venía de ser docente en el Centro Educativo de Nivel Terciario Nº 18, del Distrito Escolar 1, donde se le concedió licencia sin goce de sueldo y se le reservaron las doce horas cátedra que tenía como profesor de planta transitoria. Fue nombrado mediante el decreto 646/09, en lugar de Marcela Beatriz Peralta, su antecesora. El cargo que desempeña, bajo la órbita de la Dirección de Educación de Gestión Estatal, tiene justamente bajo su mando los institutos de formación técnica de nivel terciario, mayormente destinados a población de adultos, con carreras tan variadas como Análisis de Sistemas, Hotelería, Enfermería y Seguridad Industrial, entre otros. Estas carreras se implementan con convenios con gremios y otras entidades.
Arribas es técnico superior en Conducción Educativa, graduado en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de Madrid. De acuerdo con su perfil de Facebook, es maestro normal nacional y profesor de matemática y computación. Sus estudios secundarios los cursó en el Colegio La Salle. De origen político en la UCR, formó parte del grupo de radicales que adhirió al macrismo.
Lo que llamó la atención es que un nuevo decreto, publicado el 29 de marzo de este año, modificó los términos de la primera designación, dejando establecido que Arribas se desempeñaría en ese cargo con carácter “ad honorem”. Lo curioso es que esa disposición era retroactiva al 1º de noviembre del año anterior, casi cinco meses antes. En esa fecha habría entrado en vigencia la jubilación de Arribas, por lo cual el funcionario no podía percibir haberes como funcionario público.
Sin embargo, ese decreto entró en contradicción con otros, publicados en abril y en julio de este año, en los cuales se daba cuenta de la designación del propio Arribas como titular de un contrato de locación de servicios. Es decir que para cuando el Arribas director ya estaba trabajando ad honorem, el Arribas asesor ya tenía asegurado un contrato como “asistente pedagógico” en la Dirección de Formación Técnica Superior, a cargo del Arribas director. El contrato publicado en abril tenía vigencia del 1º de enero al 30 de junio.
Ese contrato fue renovado en julio, desde el primero de ese mes hasta el último día de este año, por lo cual aún continúa vigente. Según figura en la página 167 del anexo de contratos de servicios publicado en el Boletín Oficial, Arribas ahora es “asesor pedagógico” en la misma dependencia.
Página/12 hizo ayer las correspondientes consultas en oficinas del Ministerio de Educación porteño, pero hasta el cierre de esta nota no había recibido respuestas.

pagina12

jueves, 22 de diciembre de 2011

Los relatos sobre la Argentina

|Miércoles, 21 de diciembre de 2011
 

Por Guillermo Levy *

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Existe una gran cantidad de relatos parciales que intentan definir el carácter de los argentinos y explicar coyunturas históricas. Relatos que no necesariamente se integran a una línea historiográfica.
1976. Una de las tantas explicaciones sobre el período de la dictadura militar genocida habla de una Argentina cómplice casi en su totalidad. La amplitud de la fuerza social que participó y avaló el genocidio parece ser un hecho histórico pero, como bien dice el esloveno Zizek, muchas mentiras se construyen con verdades. La idea del “fuimos todos”, presente en la frase del último dictador Bignone cuando dijo “el que esté libre de culpa que arroje la primera piedra”, se cimienta al lado de la complicidad de miles de beneficiarios del terror, miles de silencios cómplices y miles de voces sustentadoras que forjaron una importante fuerza social que avaló y posibilitó la matanza. También en las antípodas existe con mucha fuerza el “no fue nadie”, que habla de una sociedad por entero víctima de un terror cuyos actores parecieran haber venido de otro planeta. Estos relatos construidos en distintos momentos y para distintos públicos, en tanto hegemónicos, no permiten ver que también tuvieron lugar acciones de solidaridad cotidianas, personales, colectivas, de lucha y heroísmo dentro y fuera de los campos de concentración. Miles de historias que existieron pero que tienen pocos relatores y menos aún oyentes dispuestos a confrontar con las dos miradas simplistas constituidas como sentido común.
Malvinas. Con Malvinas se construyeron varios relatos explicativos: desde el general borracho que nos mete en una guerra, hasta la afirmación de circulación masiva de que si no perdíamos la guerra teníamos dictadura por diez años más. Junto a esto, una planificada política de desmalvinización llevada a cabo por el alfonsinismo, tan funcional a los intereses británicos como al neoliberalismo que entonces apenas despuntaba. Hay también una interpretación de un hecho de esos días que se formateó como ilustradora de los argentinos: la marcha, con represión incluida, del 31 de marzo de 1982 en repudio a la dictadura convocada por la CGT, y la movilización en la misma Plaza de Mayo el 2 de abril para celebrar la recuperación de las islas. El relato dominante, y que todavía escuchamos, dice: “La misma gente que fue el 31 de marzo a luchar contra la dictadura fue dos días después a ovacionarla por la toma de las Malvinas”. Una verdadera postal de un pueblo sin convicciones y llevado por mareas de turno. Nadie verificó que se tratara de las mismas personas. Pero ese relato tuvo y tiene una fuerza explicativa enorme de nosotros como pueblo que puede apoyar una cosa y, en horas, apoyar la opuesta.
Los ’90. La historiografía no escrita de relatos dominantes nos dice que los ’90, con su individualismo, impunidad, frivolidad y destrucción del patrimonio nacional, fueron vividos con exaltación y complicidad por todo el pueblo. Otra vez presente la poderosa idea de Zizek. Sin cuestionar esta afirmación, se señala que también es cierto que esa mirada diluye responsabilidades y esconde que gran parte de este país no firmó el contrato menemista y luchó contra el neoliberalismo en su formato farandulesco y de impunidad desde múltiples lugares: organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicales, estudiantiles y políticas y hasta bandas de rock. Marea inorgánica que también fue la base de la explosión del 2001. Ese otro país, en aquel relato, no existe. Lo que es hegemónico en una época no explica el todo, sólo explica lo que se impone coyunturalmente.
2001. Marcando finales y comienzos con su explosión, el 2001 también tuvo su puja de relatos. Por un lado, los que vieron en aquel diciembre e inicios de 2002 la antesala de la revolución, interpretación que vino de la mano de los que pensaban que la Argentina era vanguardia de nuevas formas de organización social y política. Por el otro, los que plantearon que solo la bronca de los ahorristas por el corralito explicaba la rebelión, esta vez de la mano de los amantes de teorías conspirativas que solo vieron el accionar del PJ bonaerense incitando saqueos. Pocos intentaron construir relatos que integren todas las variables para tratar de entender qué fue y qué no aquel diciembre del 2001.
El 2001, con toda su carga democratizadora y de hartazgo contra las diversas formas en la que se expresaba la Argentina neoliberal, podía terminar de muchas maneras. Un ballottage entre Menem y López Murphy estuvo muy cerca un año y medio después de la explosión. Un resultado electoral casi azaroso hizo que Néstor Kirchner fuera presidente. El supo leer el 2001 con audacia, inteligencia política y valentía, y a diferencia de Menem –que vio en la crisis del ’89 el camino de sumisión absoluta al poder real–, eligió entre las opciones que esa crisis había abierto. Había una Argentina neoliberal en retirada pero que no estaba, ni está, muerta. Había otra que quería nacer, en un contexto regional más favorable, pero que no tenía todavía forma y es posible que, espontáneamente, nunca la hubiera tenido. El 2001 había abierto las posibilidades de la historia. Kirchner se montó sobre las tendencias más progresistas que habían sido parte de la explosión, tendencias que no fueron las únicas: el hartazgo del neoliberalismo, de los economistas dirigiendo la política, del discurso de sometimiento a los poderes fácticos, y el hartazgo de la impunidad. Los diez años de aquella explosión encuentran a algunos haciendo homenajes por aquellas jornadas que creyeron revolucionarias y traicionadas por poderes de turno que vinieron a restablecer el orden haciendo concesiones. Otros pensamos que el 2001 tuvo todo mezclado y que la Argentina neoliberal no desapareció en aquel diciembre, sino que retrocedió. El pueblo argentino sabe –a partir de 1976– más de retrocesos que de avances. Cada conquista desde 2003 tiene que generarnos el compromiso de cuidarlo y consolidarlo.
Muchos consideran –influidos quizá por la cultura del neoliberalismo– que la historia es a la carta, que podemos relacionarnos con la política y nuestra realidad social como clientes enojados. El 2001 también tuvo de eso mezclado con la cultura antipolítica tan artesanalmente trabajada por la intelectualidad neoliberal. Otros pensamos que la Argentina está todavía muy lejos de la que soñamos, pero sabemos que cada logro en este país ha costado mucho, con clases dominantes que no trepidaron en bombardear la Plaza de Mayo o en asesinar a miles de argentinos durante la dictadura para recuperar para su tasa de ganancia veinte puntos del PBI que estaban en manos de los trabajadores. El 2001 abrió muchas puertas. Algunas más reales que otras. De las posibles, sin duda, se fue consolidando la mejor. En nosotros está seguir avanzando y ver que esa puerta que se abrió no está cerrada, ni el complejo camino emprendido terminado.

* Docente UBA, investigador de la Untref.

Buenas noticias

Miércoles, 21 de diciembre de 2011
 
Por Stella Maldonado *
Los datos aportados por el Operativo Nacional de Evaluación efectuado en 2010, en forma censal a los estudiantes del último año de la escuela secundaria, traen algunas buenas noticias y aportan información muy valiosa para cruzar con otras estadísticas educativas y sociales.
Haciendo la salvedad de que las pruebas producen una información parcial e insuficiente de los procesos educativos, de todos modos indican una tendencia que, en este caso, es auspiciosa y que merece ser analizada en detalle. Tal como dice el informe, no se han medido conocimientos propios del diseño curricular del último año de secundaria, sino de toda la trayectoria escolar.
En este sentido, cabe señalar que los estudiantes censados ingresaron a su escolarización en 1997 si lo hicieron en la sala de cinco años del nivel inicial, única obligatoria en todo el país en aquel año, o en 1998 si lo hicieron en el primer año de la escuela primaria. Es más, si consideramos la creciente tasa de sobreedad en el egreso de la escuela primaria en la década del noventa y primeros años del nuevo siglo, es posible que el ingreso a los sistemas educativos de un porcentaje no despreciable de los estudiantes que efectuaron las pruebas haya sido simultáneo con el inicio de la implementación de la Ley Federal de Educación, la desresponsabilización del Estado Nacional en materia de financiamiento educativo y el comienzo de un largo período de recesión que desembocó en la crisis política y socioeconómica de 2001/2002. Es decir, con este contexto tan desfavorable en el inicio de su trayectoria escolar, han logrado avances significativos. Respecto del tema Lengua, algunos periodistas omiten decir que sigue siendo el área en que los chicos mejor califican. Llama la atención de todas maneras la clara contradicción que es haber mejorado en Ciencias Sociales y Naturales y no en Lengua y esto habla, una vez más, de la relatividad de las pruebas estandarizadas.
¿Qué es lo que hizo la diferencia entre los operativos 2007 y el operativo 2009? Indudablemente la mejora de la situación socioeconómica de las familias a través de la creación de empleo, la mejora del salario y las políticas sociales como factores externos al sistema educativo. El impacto de la Ley de Financiamiento Educativo y de las leyes de Educación Técnica y Educación Nacional a partir de 2006, como factores internos de las políticas educativas. La mejora de los salarios y los procesos de titularización docente han fortalecido el trabajo de maestros/as y profesores e incuestionablemente ya se comienzan a percibir en términos concretos los efectos de los planes de mejora de las escuelas secundarias, que este año se universalizarán y que aportaron recursos del Estado Nacional en términos de reforzar tanto las prácticas de enseñanza como el seguimiento de las trayectorias de los estudiantes.
Es todavía muy pronto para medir el impacto de la AUH en los aprendizajes, ya que su implementación aún es reciente y lo mismo ocurre con Conectar Igualdad. Es altamente posible que en el próximo operativo ya se pueda identificar estas dos excelentes políticas públicas en sus efectos directos sobre la calidad de los aprendizajes.
Necesitaríamos ahora cruzar datos para relacionar tasas de sobreedad, cantidad de años en el nivel inicial, tasas de asistencia con resultados para elaborar información que las escuelas reciban y les sirvan para elaborar su propia evaluación diagnóstico-participativa y formativa para poder sistematizar sus prácticas pedagógico-didácticas e institucionales y fijarse sus propias metas de mejora a ser evaluadas periódicamente. Resulta imprescindible que los trabajadores de la educación contemos con acuerdos paritarios marco que vinculen evaluación integral-participativa con formación permanente en servicio para continuar avanzando en el camino de la Justicia Educativa, siendo parte activa como sujetos de la transformación de las políticas públicas.
* Secretaria general de la Ctera.

“Consensuar con los gremios”

|Miércoles, 21 de diciembre de 2011
Sileoni anunció que habrá evaluación de docentes en todo el país


El ministro, al incorporar el tema en la agenda del Consejo Federal de Educación, dijo que la evaluación no debe generar categorías salariales y debe ser acordada con los gremios. Crean un área especial dentro del ministerio.

Por Eduardo Videla
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Sileoni encabezó la reunión con los nuevos ministros provinciales.
“Creemos que la evaluación de los docentes debe ser consensuada con los gremios”, dijo a Página/12 el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni. Lo expresó después de encabezar la reunión del Consejo Federal de Educación, con los ministros de todas las provincias, donde el tema se incluyó entre los objetivos para 2012. De esta manera se diferenció de la estrategia impulsada por el macrismo, que excluyó a los sindicatos del proceso que inició en la ciudad de Buenos Aires. Sileoni anunció que promoverá una evaluación “con características nacionales”, para lo cual deberá consensuar objetivos con todas las provincias, incluida la ciudad. Anunció la creación de un área especial para el tema dentro del ministerio, al frente de la cual estará Roberto Borselli, ex titular de la cartera educativa en la provincia de Santa Cruz.
“La evaluación docente no debe ser para sancionar ni para generar categorías salariales, que no han demostrado tener buenos resultados en otras gestiones, sino para ayudarlos a mejorar su nivel, porque el Estado tiene que estar atrás de aquellos maestros que necesiten algún tipo de complementación en su formación”, dijo Sileoni. “Hay que consensuar con los gremios, para eliminar la idea de que la evaluación es para hacer un ranking o para atarla al salario. Hay que exorcizar esa fantasmática que anda dando vueltas, mediante el diálogo y la divulgación”, precisó.
Según quedó planteado en la reunión del Consejo Federal, el tema de la evaluación de docentes quedó incorporado a la agenda educativa 2012. Esto no implica que comiencen a desarrollarse en forma masiva, sino que podrían llevarse a cabo experiencias piloto. Sin embargo, en algunos distritos, como en la ciudad de Buenos Aires, ya se plantea implementarla en todo el nivel primario (ver nota aparte).
–¿Qué coincidencias y diferencias tiene con la iniciativa que impulsa la Ciudad de Buenos Aires? –preguntó Página/12.
–Hasta ahora es una experiencia muy pequeña, que se piensa extender el año próximo. Creo que vamos a poder consensuar para que haya coincidencia en los objetivos.
Según Sileoni, si bien las decisiones en la gestión educativa corresponden a cada provincia, una evaluación común a todos los estados permitiría hacer comparaciones y sacar conclusiones para todo el territorio nacional.
Además, Sileoni expuso ante sus pares los lineamientos sobre los que trabajará el ministerio, entre los cuales destacó que habrá más días de clase, más horas por jornada y más años de escolaridad. Otro de los objetivos es aumentar las horas de clases a través de experiencias de jornadas completas y extendidas: “Nos estamos programando un quinquenio de acá al 2016 donde al menos el 30 por ciento de los chicos de la primaria, sobre todo los más carecientes, puedan tener más tiempo en la escuela”, enfatizó. En referencia a las paritarias, dijo que “la idea es comenzar a fines de enero, con la expectativa de cerrarlas a mediados de febrero”.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

"SOY LA JUEZA FEDERAL DE TURNO".

 "SOY LA JUEZA FEDERAL DE TURNO",Le ordeno el cese inmediato del operativo de desalojo de la plaza."

Ese día la jueza María Servini de Cubría en persona cruzó la Plaza de Mayo, esquivando gases lacrimógenos y pedradas, intentando encontrar allí al responsable de la represión que, apenas diez minutos antes había observado en el televisor de su despacho. Eran las 11,30 de la mañana cuando la jueza
habló con el uniformado de mayor rango que encontró en el tumulto. Sus palabras fueron claras :
- Soy la jueza federal de turno. Le ordeno el cese inmediato del operativo de desalojo de la plaza. Informe a quién corresponda que yo estoy a cargo de la seguridad de estas personas.-
El uniformado le respondió que el mensaje sería transmitido al comisario mayor Norberto Edgardo Gauderio, responsable de la mesa de situación de la Policia Federal en ese momento.-
Luego, la jueza se dirigió a tres Comisarias para liberar a quienes habían sido detenidos en las refriegas.-
A las dos de la tarde regresó a su despacho. En la pantalla del televisor las imágenes eran claras. Nadie le había hecho caso.-
Luego, con el correr de la investigación se ubicaron testigos que señalaban que en los cajeros automjáticos del Banco HSBC se encontraban uniformados disparando a los civiles. La justicia secuestró la cinta de la cámara de seguridad del mencionado Banco, donde se pudo ver a un grupo de cuatro custodios disparando desde el área de los cajeros automáticos. Las pericias indican que los cristales se astillaron por disparos efectuados desde adentro hacía afuera. Uno de ellos fue el que mató al muchacho que todos vimos caer ante las cámaras y que, según los registros de la causa, llegó muerto al Hospital, a las 17,30 hs.
Este es solo uno de los tantos casos que sucedieron en el país.-

martes, 20 de diciembre de 2011

El caos de hace diez años


Por Mempo Giardinelli 
 
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Aquel furibundo diciembre de 2001 –hace exactamente diez años– los cimientos de la Argentina se conmovieron como nunca antes. Una vez más el desastre era una cuestión política y económica, y la resolución de la emergencia pegaba sobre los sectores populares. Quizá por eso al presidente De la Rúa acabó expulsándolo esa masa humana hasta entonces silenciosa que ahora, de pronto, batía cacerolas y también cantaba y bailaba, y no tanto por felicidad como por descubrir su propio protagonismo.
Cuando aquel helicóptero levantó vuelo desde las terrazas de la Casa Rosada fue, para muchos, como que con ese aparato y ese pasajero se iba un país.
Hoy sabemos que en efecto así fue.
En aquellos días el problema que afrontábamos los argentinos parecía radicar menos en la maldad externa, menos en la furia del terrorismo islámico o el patriotismo de pacotilla de los halcones del Pentágono y la OTAN, que en la estupidez de nuestras propias clases dirigentes. Esas mismas que hasta entonces se dividían, al menos en apariencia, en gobierno y oposición, pero que velozmente, frente al desmoronamiento y con una agilidad corporativa notable, se amalgamaron para formar el contubernio que intentó gobernar este país que para entonces, y de ese modo, ya era ingobernable.
Lo hicieron como hacían todo: a los codazos y aplicándose zancadillas por debajo de la mesa, de manera ordinaria y torpe. Desplazado un incapaz, asaltaron el poder colocando en la primera magistratura del Estado argentino a un impresentable. Cuando la Asamblea Legislativa del 24 de diciembre designó como presidente al gobernador de la provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, la inmensa mayoría de los argentinos supimos que asistíamos a nuevos malabarismos de cierta vieja dirigencia peronista, que con tal de desplazar a sus (supuestos) adversarios radical-frepasistas eran capaces de cualquier cosa. Y eso fue lo que hicieron.
El gobierno provisional surgido de esa Asamblea horas antes de la Navidad se presentó ante el país mezclando verdades con mentiras, anuncios esperados con elusiones y efectismo, Biblia con calefón. De manera perversa (después de todo tenían mucho más malicia que los radicales) el gatopardismo neomenemista que copó la Asamblea Legislativa desarrolló un libreto conocido: hacer como que todo iba a cambiar cuando en realidad nada cambiaba.
La picardía era estilo en ellos, algunas veces simpático, tantas otras letal. A la hora de escoger a Rodríguez Saá se cuidaron de no repetir las peores performances de violencia, graficadas para siempre en la novela del inolvidable Osvaldo Soriano No habrá más penas ni olvido. Pero no perdieron ni una sola de sus mañas, como decidir elecciones sin tener facultades para convocarlas, imponer la inconstitucional Ley de Lemas, o elegir como presidente provisional a una de las figuras más cuestionadas de la política argentina. Con eso el justicialismo buscaba resolver su interna, una vez más a costa de todo el país. La viveza tiñó el discurso presidencial con tintes “progres” y la designación del reconocido abogado Alberto Zuppi en Justicia, y de un respetado hombre de los derechos humanos como Jorge Taiana, junto a una galería de resucitados. El canciller y ministro de Defensa era José María Vernet (ex gobernador de Santa Fe de escandalosa gestión) y también reaparecían los señores Carlos Grosso y José Luis Manzano, renacidos de sus incendios políticos. También, como frutos de una misma matriz, Luis Barrionuevo y el amigo del ex almirante Massera Hugo Franco. Y algunos gobernadores de triste memoria, denunciados por corrupción e impresentables incluso en sus provincias.
En sólo una semana de fungir como presidente interino, “El Adolfo” se comportó como un emperador con ganas de ser eterno, y en todos sus discursos anunció y prometió como quien está convencido de que tiene años de gobierno por delante y, enfrente, un pueblo estúpido. Bastó verlo por televisión durante su célebre visita a la CGT, cuando rodeado de Hugo Moyano, Rodolfo Daer, Víctor Reviglio y Barrionuevo habló como para la posteridad. Fue tan absurdo que la prensa reprodujo el comentario del gobernador santafesino Carlos Reutemann a sus íntimos: “Este es Chávez, éste nos acostó a todos”. Y es que era evidente que quienes “El Adolfo” convocaba a su lado no eran gente de hacer noche solamente sino de quedarse a vivir.
El rejunte, sin embargo, esa vez duraría poco. Una encuesta publicada por Página/12 en esos días mostraba que el cacerolazo era aprobado por el 92 por ciento de la población, mientras que casi el 70 por ciento advertía que los saqueos habían sido organizados por activistas.
En un par de días otro cacerolazo nocturno forzó la renuncia de Carlos Grosso a cualquier puesto oficial, rentado o no, luego de que él dijera, desafiante, que había sido nombrado asesor presidencial “por mi capacidad y no por mi prontuario”.
El derrumbe de “El Adolfo” luego de una escuálida semana presidencial desencadenó nuevos sainetes: quien ya había sido presidente provisional a la caída de De la Rúa, el senador por Misiones Ramón Federico Puerta, esta vez no quiso saber nada de asumir otro par de días para reunir una nueva Asamblea Legislativa. Eso obligó a que la línea sucesoria cayera en el titular de la Cámara de Diputados, el bonaerense Eduardo Camaño. Y ahí se vio venir la designación de su jefe político, el también senador y ex gobernador de Buenos Aires Eduardo Alberto Duhalde, un político conservador del establishment peronista que había sido vicepresidente con Menem.
Duhalde alcanzó la Presidencia tras un arduo proceso, sostenido por los dos partidos tradicionalmente rivales que se fusionaron en una especie de alianza conservadora que ellos llamaron “de salvación nacional”, pero que no era otra cosa que un nuevo contubernio, o sea una asociación vituperable, como definen los diccionarios. El retorno del peronismo al poder, con el beneplácito y alivio radical-frepasista, fue el indicador externo del fracaso fenomenal de una dirigencia sólo virtuosa para el desastre. Así terminó aquel grave 2001.

Página12

lunes, 19 de diciembre de 2011

Las dos almas del 2001


Por Eduardo Jozami *

De muchas maneras fue nombrado el 2001, sesgando en uno u otro sentido la interpretación. Estallido, la denominación más neutra o meramente descriptiva, es quizás la que mejor refleje lo que entonces ocurrió. El estallido es siempre inesperado, como la rápida reacción de los ahorristas defraudados, pero también un proceso alimentó la combustión: la formación del movimiento piquetero y la lucha de los afectados por las privatizaciones y la política de Menem, que cerró plantas de YPF y decretó el desmantelamiento de los pueblos ferroviarios.
La protesta de los desocupados –como expresó dramáticamente Carlos Auyero en su postrera intervención en la TV– constituía un reclamo desesperado de inclusión. Algunos de los habitantes de Cutral-Có, Plaza Huincul o General Mosconi estaban acostumbrados a ser pobres, pero todos querían conservar su lugar en el mundo. No era posible hacer huelga en esos lugares donde desaparecía el trabajo, decidieron entonces cortar las rutas para asegurarse de que esos reclamos de la periferia llegaran al centro del poder.
Si esa lucha tenía varios años de historia, en la reacción de los ahorristas, por el contrario, había mucho de sorpresa. Acostumbrados a desconfiar de los gobiernos, a muchos no les resultaba fácil entender que el daño provenía esta vez de una institución respetada como los bancos, encargados de velar por el cuidado de los ahorros. La frenética constancia con que algunos golpearon durante meses las puertas blindadas de las instituciones financieras se explica como reacción frente a lo que vivían como un engaño insospechado.
Las sucesivas declaraciones de Cavallo justificando el corralito fueron alimentando la caldera, pero se requería un detonante para hacerla estallar. Entonces, el presidente De la Rúa, queriendo mostrar un gesto decidido, se suicidó, declarando el estado de sitio. La ocupación de la Plaza de Mayo el 19 mostró la debilidad del gobierno, pero su caída no podría explicarse sin los saqueos a los supermercados. Este componente de las jornadas de diciembre no debe obviarse, a riesgo de no advertir cómo la rebelión espontánea se conjugó con la acción calculada de ciertos aparatos políticos, como el del PJ bonaerense. Antes de irse, el presidente hizo un último y desesperado intento de retomar el control de las calles: dejaría un tendal de muertos, agregando un severo matiz de criminalidad a su desleída imagen política.
La presencia de una multitud en las calles podía entenderse como una recuperación de la participación política. Miles de personas marchaban en todo el país, reclamando por sus reivindicaciones inmediatas y no resultaba fácil saber si quienes se movilizaban –ahorristas, desocupados, demandantes de comida frente a los supermercados– unían a sus reclamos demandas más generales. La presencia popular en la calle se vivía con júbilo; los argentinos sacudíamos el miedo que nos había legado la dictadura.
Piqueteros y ahorristas se mezclaban en las manifestaciones y pudo pensarse entonces en una alianza social que alentaba renovadas expectativas políticas. Sin embargo, no tardó en advertirse que el estruendo del 2001 albergaba dos almas bien distintas. Unos repudiaban toda intervención del Estado y despreciaban la misma idea de lo público. No concebían una renovación de la política a la que consideraban innecesaria y perniciosa. Alentados con fervor por los comunicadores de Radio 10, cuyo falso candor apuntaba a diluir toda responsabilidad más allá de los partidos, algunos demonizaban a los políticos al punto de perseguir y golpear a toda persona que saliera del Congreso Nacional.
En las asambleas que brotaban en todas las grandes ciudades, el discurso era distinto. Se afirmaba la solidaridad como valor, enfatizando la crisis del neoliberalismo, y se promovían emprendimientos sociales y nuevas formas de participación que superaran la degradación de la vieja política. Autonomía frente a los partidos y el Estado era la consigna dominante que no llegó, sin embargo, a constituir ese nuevo poder social que se anunciaba. De todos modos, las asambleas quedan como un legado vivificante. Frente a la crisis ilevantable de los aparatos partidarios, como respuesta al posibilismo timorato que había ganado también al Frepaso, la fuerza que se proclamaba expresión de una nueva política, las asambleas aportaron cierta inocencia inaugural, ese aire de plaza pública, de debate y reflexión colectiva que no es toda la política, pero sin el cual es difícil imaginar un proyecto popular.
Desde entonces, esas dos almas del 2001 no han dejado de enfrentarse. Lo vemos cuando se exaltan el racismo y la xenofobia para denunciar las políticas democráticas de seguridad o cuando los mismos medios que llamaron a levantarse contra “la política” cuestionan hoy la recuperación de un rol activo del Estado. También cuando decenas de miles de jóvenes vuelven a salir a la calle, como se advirtió cuando murió Néstor Kirchner y sigue ocurriendo en estos días.
El movimiento del 2001 no pudo construir ninguna propuesta política; tampoco se consolidaron liderazgos, como el de Luis Zamora, que parecían sintonizar mejor el clima político de esos días. Se diluyó, además, sin que hasta hoy sea fácil explicarlo, la propuesta del Frenapo que había convocado más de tres millones de personas y pudo haberse constituido entonces en la plataforma política común.
El kichnerismo resulta inexplicable sin el 2001. No porque el estilo político de Néstor y Cristina tenga ese matiz asambleario, sino porque se ha rescatado el sentido transformador de la política. Después del presidente que temía ser aburrido y se fue con más de treinta asesinatos, y del que se manchó las manos con la sangre de Kosteki y Santillán, vino otro que no dejó sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. El alma popular y libertaria de diciembre del 2001 impregna la actual política de derechos humanos y muchas de las transformaciones que se están realizando en el país.

* Director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.

Página12

sábado, 17 de diciembre de 2011

Un “vetador serial” que no tiene remedio

Macri anuló la ley que prohíbe la venta de medicamentos en góndolas, kioscos y bares


La ley, que adhería a una normativa nacional vigente en 23 provincias, había sido aprobada por la oposición porteña y rechazada por el PRO. Legisladores opositores advierten que el veto obedece al “lobby de intereses económicos”.

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Denuncian que Macri privilegió las relaciones del PRO con una cadena de farmacias por sobre otro interés.
Casi un mes después de su aprobación por la Legislatura porteña, el jefe de Gobierno Mauricio Macri vetó la ley que prohibía la venta de medicamentos en góndolas, kioscos y bares de la Ciudad de Buenos Aires. La ley, por la cual se adhería a la normativa nacional que ya rige en los otros 23 distritos del país, habilitaba la venta de medicamentos exclusivamente en farmacias. Hasta última hora de ayer, el veto no había sido publicado, pero fuentes parlamentarias confirmaron que había sido firmado. La noticia despertó protestas de legisladores que habían impulsado la sanción, como Jorge Selser, quien en diálogo con este diario evaluó la medida como “bochornosa”. Por su parte, el presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), Ricardo Aizcorbe, repudió la decisión y declaró que “Macri es un vetador serial contra la salud de los vecinos y a favor de la caja de Farmacity”, en referencia a la cadena de tiendas que ofrece medicamentos en góndolas.
La Ley 4015 fue aprobada en la sesión del 17 de noviembre de este año, con 32 votos positivos, provenientes de todos los bloques de la oposición, y 21 negativos, todos ellos del PRO. El texto aprobado establecía la adhesión de la Ciudad a la ley nacional 26.567 (del 25 de noviembre de 2009), que restringe la venta de medicamentos a las farmacias y obliga a que el expendio esté a cargo de un farmacéutico o personal autorizado. En la ley ahora vetada, sobre todos los medicamentos, inclusive los de venta libre, regía también la prohibición de despacho en kioscos, bares o góndolas.
Consultado por este diario, el legislador porteño Jorge Selser (Proyecto Sur), impulsor junto con Rubén Campos (UCR) de la ley aprobada y vetada, señaló que el veto “era posible”. “Pero no por eso deja de ser un bochorno, porque la ley fue aprobada con el aval de los profesionales y trabajadores farmacéuticos, algunas droguerías y cámaras de laboratorios. Y además se trata de la adhesión a una ley nacional”, explicó Selser. Por eso el legislador interpretó que se trató de un veto “promovido por intereses económicos y corporaciones” vinculados con los medicamentos de venta libre, “por un lobby que han hecho” sobre el gobierno, aun cuando el propio ministro de Salud de la Ciudad “estaba de acuerdo con esta ley”. El jefe de Gobierno Macri “sólo respeta intereses económicos y corporaciones y no la salud del pueblo”. Por ello, Selser aseguró que el veto del jefe de Gobierno “no quedará acá”, porque los sectores farmacéuticos “acudirán a la Justicia”.
Por su parte, Rubén Campos definió como “un despropósito” la decisión de “vetar una ley después de que se haya implementado en 23 distritos”. Además, agregó, la medida “beneficia a quienes ejercen la venta en condiciones inapropiadas y a las grandes cadenas de farmacias que ofrecen el producto en góndolas en forma irresponsable”. En la misma línea, el presidente de la COFA, Aizcorbe, aseguró que “desde la asunción de la Jefatura de Gobierno en 2007, la caja de (la cadena) Farmacity creció con el PRO, al tiempo que el PRO creció con la caja de Farmacity”. De allí concluyó que, al vetar la ley, Mauricio Macri “privilegió las relaciones del PRO con esa cadena de farmacias por sobre cualquier otro interés”. La Confederación Farmacéutica había alertado que desde el gobierno porteño se promovía una encuesta telefónica para saber si los porteños estaban de acuerdo con la ley aprobada.

Página12

Pobreza y educación

Menos escuelas de jornada completa en el sur porteño


Una asociación civil denunció por discriminación al Estado porteño porque brinda mejores posibilidades educativas en distritos del norte y el centro de la ciudad.

Por Eduardo Videla
 
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Las escuelas de doble turno ofrecen casi un 75 por ciento más de tiempo de clases que las de jornada simple.
En la Ciudad de Buenos Aires, las escuelas públicas de jornada completa –aquellas en las que los alumnos desarrollan su actividad escolar en doble turno– están distribuidas en todo el territorio porteño. Pero esa distribución no siempre obedece a criterios de necesidad e, incluso, puede llegar a ser discriminatoria, según concluye un estudio de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). De acuerdo con esa organización, los más bajos porcentajes de alumnos beneficiados con la jornada completa se ubican en tres distritos escolares de la zona sur de la ciudad, que comprenden los barrios de Villa Lugano, Villa Soldati, Nueva Pompeya, el Bajo Flores, Barracas y parte de Parque Patricios. Por el contrario, donde más posibilidades tienen de asistir a escuelas públicas en doble turno es en distritos del centro-norte: Villa Urquiza, Paternal, Chacarita, Belgrano, Núñez, Saavedra, Recoleta, Almagro y Palermo. Sobre la base de este informe, la ACIJ interpuso un recurso de amparo colectivo en junio último, con el fin de que “se condene al Gobierno de la Ciudad en su práctica discriminatoria hacia los niños y niñas de los Distritos Escolares 5, 19 y 21”, los más desfavorecidos, y a “recomponer los efectos de esa práctica mediante la creación de nuevas escuelas de nivel primario en la modalidad jornada completa”.
De acuerdo con el informe de ACIJ, dentro del nivel primario, en el sistema educativo de gestión estatal existen principalmente dos modalidades vinculadas con el tiempo de dedicación que reciben los alumnos, la jornada simple y la jornada completa, que se distribuyen en la ciudad “más por influencia de factores ajenos a la escuela que por planificación desde las áreas correspondientes del Ministerio de Educación”.
Las escuelas de jornada simple imparten clases aproximadamente durante cuatro horas diarias: de 8 a 12.15 o de 12.45 a 17. En las de jornada completa, por lo general, el horario se extiende desde las 8 hasta las 16 o 17, incluyendo el horario de comedor en la escuela. Si se descuenta este tiempo, sostiene el informe, las escuelas de doble turno ofrecen “casi un 75 por ciento más de tiempo de clases que las de jornada simple”, lo que representa más cantidad de actividades pedagógicas o recreativas. Además, el mayor tiempo de interacción con otras personas “permite a alumnos mejores procesos de socialización que impactan en su desarrollo”. Y posibilita a los padres de esos niños “trabajar más tiempo para tener una mejor calidad de vida”. La demanda de la ACIJ fue acompañada por dictámenes técnicos de dos especialistas con trayectoria académica, Silvina Gvitz y Héctor Pastorino.
Al cruzar los datos de niños y niñas que asisten a escuelas de jornada completa con los distritos escolares de la ciudad, el informe revela que los menores porcentajes de alumnos beneficiados se dan en los distritos 21 (Lugano y Soldati), con el 22 por ciento; en el 5 (Barracas, Parque Patricios, Pompeya), con el 31 por ciento, y en el 19 (Soldati, Pompeya y Bajo Flores), con el 33 por ciento.
“Es decir que los niños y niñas de esos distritos tienen considerablemente menos posibilidades de asistir a escuelas primarias de jornada completa que otros, especialmente en los distritos 14, el 15 y el 2”, sostiene el informe. En el 14, que comprende los barrios de La Paternal, Chacarita, Villa Ortúzar y Agronomía, se registra el porcentaje más alto: el 73 por ciento de los niños asisten a escuelas de jornada completa. En el 15 (Villa Urquiza y Saavedra) lo puede hacer el 63 por ciento.
El estudio también cruza estos datos con los del Indec, para determinar qué ocurre en los distritos escolares con mayor cantidad de población con necesidades básicas insatisfechas (NBI). En orden decreciente, se ubican el distrito 19 (23,2 por ciento de la población con NBI); el 4 (21,7); el 5 (21,1); el 3 (18,6) y el 21 (16,5). Es decir que “los tres distritos menos favorecidos en la proporción de alumnos en jornada completa, que no pueden obtener una educación de mejor calidad con un horario extendido, se encuentran entre los cinco distritos de peor condición socioeconómica de la ciudad: los niños pobres reciben una educación más pobre”, concluye el informe.
En estos datos se basa la ACIJ para sostener que la carencia de vacantes en jornada completa en esos distritos constituye una “práctica discriminatoria” por parte del Estado “en razón de la condición socioeconómica” de los chicos, que obedece a “la omisión injustificada del Gobierno de la Ciudad de construir escuelas en los distritos 5, 19 y 21, contando con los recursos necesarios para hacerlo”. Esto es así ya que, según el informe, entre 2005 y 2010, el 45,22 por ciento del presupuesto destinado a infraestructura escolar no fue ejecutado. Como se ve, los números comprenden a la gestión macrista pero también a las anteriores.

Página12

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Siete de cada diez con nivel satisfactorio

Los resultados del primer operativo censal de Evaluación de la Calidad Educativa de alumnos de quinto año


En la Casa Rosada, la Presidenta recibió de manos del ministro de Educación, Alberto Sileoni, acompañado de sus pares de todas las provincias, el informe del ONE 2010. Mejoras en Matemática, Ciencias Sociales y Naturales, leve baja en Lengua.

Por Nora Veiras
 
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La Presidenta, flanqueada por el ministro Alberto Sileoni y el Consejo Federal de Educación.
El aumento de la inversión en educación es un dato irrefutable de la realidad, que se ha ido incrementando desde el 2003. Este año se alcanzó el 6,4 por ciento del Producto Bruto Interno. El kirchnerismo quiere avanzar a la par en el mejoramiento de la calidad de los aprendizajes, pero sin caer en los criterios malthusianos de las evaluaciones de los ’90. En agosto del año pasado se realizó por primera vez un Operativo Nacional de Evaluación (ONE) censal para los 277.959 estudiantes de 5° y 6° años de colegios públicos y privados, que mostró una mejoría con respecto a los resultados de 2007. “Se puede decir que en Lengua, Matemática y Sociales, el 70 por ciento de los pibes obtuvo resultados entre satisfactorios y destacados. No queremos transmitir euforia pero lentamente se empieza a ver mejoría”, dijo a Página/12 el ministro de Educación, Alberto Sileoni, quien ayer debutó en su segundo mandato llevándole a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner los resultados del ONE, acompañado por sus pares de todo el país.
“Los pibes argentinos no son genéticamente inferiores, si tienen condiciones adecuadas mejoran en la escuela. Estamos en el buen camino; hay más días de clase –llegaremos a los 190–, repartimos 40 millones de libros, 1,8 millón de netbooks (y vamos a llegar a 3,6 millones el año que viene), hay mejores salarios, 1800 escuelas nuevas, los científicos van a la escuela. Cuando asumimos, el 53 por ciento de los chicos de 4 años estaban en la escuela, ahora llegamos al 77 por ciento. Queremos que en el 2016, todos los nenes de 4 estén en el aula. Los pibes pobres llegan a primer grado con un año de experiencia escolar, los no pobres llegan con cuatro. Si seguimos el proceso sostenido de inversión, los resultados tienen que mejorar”, explicó el ministro.
Diferenciado en tres niveles –bajo, medio, alto– el desempeño muestra, en promedio, un acentuado pase del rendimiento bajo al medio y alto (ver cuadro). La Presidenta hizo referencia a ese cambio en el discurso inaugural de su segundo mandato en la Asamblea Legislativa. En diálogo con este diario, Sileoni puso el acento en las variables socioeconómicas que inciden en el aula (ver nota aparte). “En 2001-2002 sufrimos un descenso del PBI equivalente a haber sufrido una guerra: el 80 por ciento de los alumnos eran pobres. Las variables sociales y económicas son las que mejor explican los rendimientos de los alumnos. Ahora podemos decir que el centro de la escuela dejó de ser el comedor y volvió a ser el aula”, señaló.

La foto

En el 2000 se había realizado una prueba censal, pero sólo en Lengua y Matemática. El análisis de la tendencia general entre 2007/10 muestra como principales conclusiones las siguientes:
  • En Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales disminuye entre 12 y 21 puntos porcentuales la cantidad de estudiantes con rendimientos bajos.
  • El mayor porcentaje de estudiantes en todas las áreas obtiene un desempeño medio, lo que equivale a un rendimiento satisfactorio en la prueba.
  • El porcentaje de estudiantes que se ubica en los niveles de desempeño medio y alto es del 65,5 por ciento en Ciencias Naturales, 70 por ciento en Ciencias Sociales y en Matemática y 73,7 en Lengua.
  • En Lengua se verificó un aumento del bajo rendimiento (de 21,2 a 26,3 por ciento). No obstante, es el área que presenta el porcentaje más alto de alumnos con rendimiento alto (20,4 por ciento).
  • En las cuatro áreas evaluadas, los mejores resultados en cuanto a porcentaje de alumnos con nivel medio/alto se registran en Cuyo, Patagonia y Centro.
  • Los mayores porcentajes de alumnos con rendimiento bajo se observan en NEA y NOA. Educación señaló que “estas regiones son las que proporcionalmente ‘incorporaron’ mayor cantidad de estudiantes al nivel medio entre 2007/2010”.
  • En Ciencias Sociales el incremento de alumnos en el nivel alto es de 6,4 por ciento. En las regiones del Noreste y Noroeste se duplica la cantidad de alumnos con nivel alto respecto del 2007.

Película

Durante el menemismo se pusieron en práctica los primeros operativos muestrales de evaluación de la calidad educativa. Mostraron en cifras, aparentemente asépticas, el deterioro de los aprendizajes. Las variables contextuales casi no fueron ponderadas y empezó entonces una desesperación por diferenciar rendimientos del sector público y privado. En algunas jurisdicciones se llegó a establecer rankings por escuelas. La lógica de la evaluación sigue vigente, pero los criterios para establecer niveles de calidad aparecen modelados en otros formatos.
El acceso a los resultados se realizará a través de la página web del Ministerio de Educación de la Nación. Para que cada director conozca el rendimiento de sus alumnos, podrá acceder a una clave exclusiva que le permitirá comparar los resultados nacionales, regionales, jurisdiccionales y de su escuela. El objetivo es evitar el uso de los resultados con fines competitivos. La lógica de mercado aplicada a la educación resulta incompatible con el derecho a una educación de calidad para todos.
Cada establecimiento recibirá cuadernillos impresos de Recomendaciones Metodológicas para la Enseñanza. El material elaborado por especialistas de cada área está destinado a orientar el trabajo docente. Se reproducen ejercicios similares a los utilizados en las pruebas del ONE 2010.
Durante la presentación del informe a la Presidenta, acompañado por el flamante viceministro Jaime Perczyk y el subsecretario de Planeamiento Educativo, Eduardo Aragundi, Sileoni aclaró que no se evaluaron contenidos y capacidades de un año particular de estudios sino que se tuvo en cuenta la trayectoria escolar de los chicos. En otras palabras, no se evaluaron los contenidos de quinto año sino que se les pidió que resuelvan algunas de opción múltiple, otras abiertas –que requieran la puesta en juego de contenidos y capacidades adquiridas a lo largo de toda su trayectoria educativa–.
El informe de resultados elaborado por Educación en base a las respuestas de los alumnos destina un anexo a discurrir sobre los aspectos extraescolares que inciden en los aprendizajes. El nivel educativo de la madre, la cantidad de libros disponible en el hogar, la edad acorde o no con el año cursado, y el capital cultural familiar son algunas de las variables contextuales con alta incidencia en el rendimiento.
La “sintonía fina” en Educación pretende poner la lupa sobre lo que pasa adentro del aula. Consideran que el mejoramiento de las condiciones sociales y materiales de la escuela despeja problemas y permite avanzar en lo más trascendente: qué aprenden los alumnos.
Página12

lunes, 12 de diciembre de 2011

“Esa estrella representa a los 30 mil, que nos miran desde allá”

La historia de la estudiante de Astronomía desaparecida en 1976 y en cuyo homenaje fue bautizado un asteroide


 
Zaida Franz, la mamá de Ana Teresa Diego, cuenta cuánto se sorprendió al escuchar que la presidenta hablaba de su hija en el discurso de reasunción. “No tengo su cuerpo ni su tumba, pero ya sé en qué lugar del cielo está”, dice.
  Desde que me enteré que en un lugar del cielo hay un cuerpo celeste que lleva el nombre de mi hija, pienso en escribirle una carta con las siguientes coordenadas: Ana Teresa Diego. Asteroide 11.441 (entre Marte y Júpiter). Remitente: tu mamá. Y que empiece con algo así como: ‘Por fin, querida hija, me puedo conectar con vos en algún lugar. Un sitio adonde pueda mirar y pensar que estas allí’. A 35 años de su desaparición, no tengo su cuerpo, no tengo su tumba. Es una de las cosas más dolorosas y difíciles de sobrellevar”, dice Zaida Franz.
Es domingo y descansa en su casa de Villa Ventana, lugar al que llegó hace 21 años “buscando un poco de paz”. Venía de Bahía Blanca, ciudad adonde había llegado a fines de los años ’50 junto a su marido Antonio, y los dos hijos que había tenido en Buenos Aires: Ana y Daniel. El hombre, sanjuanino, profesor de matemática, arribó con un trabajo muy bien remunerado como profesor de la Universidad Nacional del Sur, que recién se estaba armando. Y allí donde el futuro era una puerta que se abría al progreso y la estabilidad, se radicaron y agrandaron la familia: nació Alejandra, la menor de los tres. Así transcurrió la vida, con Zaida a cargo de la casa y de los hijos: “Ana era muy buena en matemática, tal vez motivada por el papá, pero no quiso dedicarse a eso y se decidió por la astronomía. Yo cuidaba a mis hijos, pero también tengo mis estudios hechos: soy técnica química. Estudié en San Juan, en la Universidad Nacional de Cuyo, ahí conocí a mi marido. Luego nos fuimos a Buenos Aires, nos casamos, y en 1956 nació Ana. Una criatura muy agradable y tranquila. Cariñosita. Mi querida hija.”
En Bahía Blanca vivieron los Diego hasta que en 1975 el corazón de Antonio falló. Tenía apenas 47 años. Ana ya se había ido a La Plata, a estudiar Astronomía. Y un día de septiembre de 1976, saliendo de la Facultad, desapareció. Después, su hermano, de 18 años, se exilió en España. En el lapso de los dos años más negros de su vida, Zaida se había quedado sola con la menor de sus hijas y en medio de una búsqueda desesperada que la llevó a golpear todas las puertas y a ser de las primeras participantes de marchas y reuniones de organismos de Derechos Humanos que empezaban a movilizarse. Hoy es una de las querellantes en el juicio a los 26 imputados por el Circuito Camps, que se realiza en La Plata, y el sábado, mientras miraba en la tevé, sin prestar mayor atención, los actos de asunción del nuevo mandato presidencial, desde la cocina escuchó a la presidenta Cristina Fernández nombrar a su hija (ver aparte).
Su tono en el teléfono es el de una persona vital, activa, optimista. Tanto que a sus 84 años sigue trabajando en un colegio rural donde unos 100 chicos de la zona viven de lunes a viernes. “Ayudando a solucionar los problemas y a que puedan educarse y progresar”, explica. Tan optimista que se autodefine “una enamorada de la juventud”. Con memoria y lucidez, recuerda los años dolorosos sin sobrecargarlos de dramatismo y explica que el 5 de diciembre pasado se enteró por una amiga de la Universidad de La Plata que la Unión Astronómica Internacional había bautizado un asteroide descubierto por un argentino con el nombre “Anadiego”, en homenaje a su hija.
“Nosotros no militábamos en un partido, pero criamos a nuestros hijos para que fueran personas respetuosas con el prójimo y para que lucharan por un mundo equitativo, donde todos tengamos los mismos derechos. Y eso se mama. Su papá ya estaba enfermo cuando Ana un día me dijo: ‘Mirá, mamá, me afilié a la Juventud Comunista.’ Yo le dije: ‘Bueno, hija, es tu decisión’, porque ya estaban los militares dando vueltas. Ella era muy correcta, estudiosa, trabajaba para el comedor de estudiantes. Yo me moví desde el primer momento que supe que se la habían llevado. Nadie te recibía, ni los políticos ni los militares ni los curas”, explica.
“Siempre hice trabajos para servir a la comunidad. En Villa Ventana trabajo con chicos que necesitan una atención personalizada: acá comen y tienen talleres donde aprenden oficios. Por conocer mi historia, les surgió hacer el documental sobre mi hija que está en Internet”, cuenta, en referencia a Polvo de Estrellas. “Llegué acá buscando las sierras, un lugar tan bonito, y también buscando un poco de paz”.  <
“Me hizo caer de la silla”
“Estaba en la cocina haciendo cosas. La tele prendida. Empiezo a escuchar y de repente oigo que nombra a mi hija. ¡Ay! Decí que tengo un corazón fuerte. ¡Esta Cristina me hizo caer de la silla!”, cuenta Zaida Franz cómo fue que el sábado al mediodía escuchó que la presidenta Cristina Fernández, al iniciar su discurso de asunción, había elegido la historia de su hija para hablarle a los 40 millones de argentinos.
Zaida recuerda que Ana “era muy buena en matemática y antes de terminar el secundario postuló para una beca para irse a Europa. Mientras tanto hizo los trámites y se anotó para estudiar en La Plata. Pasó el tiempo y, faltando tres días, le llega la beca. Pero ella quiso quedarse en el país. “Me voy a La Plata, mamá’, me dijo, cosa que a mí me llenó de felicidad, sin sospechar lo que luego pasaría.”
Respecto del significado de que un asteroide se llame como su hija, dice: “Cuando se le hace un homenaje a un desaparecido, se le hace a todos. De esa manera no hay olvido. Esa estrella ‘Anadiego’ representa a los 30 mil desaparecidos, que nos están mirando desde allá”.

TIEMPO ARGENTINO