lunes, 15 de agosto de 2016

"guerra sucia"

Cuando el Señor Presidente se va de boca

Por Mempo Giardinelli

Cierto que surgió a la política como presidente del Club Atlético Boca Jrs. Y que desde el fútbol se proyectó cuando casi nadie apostaba por él. Aquel tonto menosprecio del gobierno kirchnerista, según sostuvo siempre esta columna, lo estamos pagando ahora por sus acciones como jefe del Ejecutivo, y también por sus palabras.
Como todo escritor/ora sabe, y seguramente también el psicoanalista del Sr. Macri, las palabras tienen un inmenso valor. No sólo por su uso con propiedad, corrección y precisión, sino y sobre todo porque lo que se pronuncia es la expresión verdadera del pensamiento o las creencias de una persona. Y en el caso de este hombre, por más publicistas, asesores y hasta militantes inteligentes que lo acompañan, es por su boca (y no su afición deportiva) que se define políticamente como lo que es: un hombre poco inteligente, flaco de ideas, repetidor de lugares comunes, ultraconservador y naturalmente manipulable.
“No sé si fueron 30 mil o 9 mil, es una discusión en la que no voy a entrar”, fue su perla de la semana que pasó, frase completada con: “Yo hace rato que no le contesto a Hebe de Bonafini porque para mí está desquiciada”. O sea “loca”, y de Plaza de Mayo, como definieron Videla y Massera.
En su mejor esfuerzo inconsciente por mantener la grieta que inventaron sus patrones periodísticos, la boca presidencial también calificó de “guerra sucia” a la represión ilegal y confesó que “no impulsa los juicios” de lesa humanidad para “no interferir”.
Pero ésa es la misma boca que en los últimos años sentenció, definió y mintió a mansalva. He aquí un sintético recuento de lo que es capaz el presidente que medio país quiso que esté donde está, cuando abre la boca:
- “El mejor intendente que tuvo la ciudad fue Cacciatore”.
- “La detención de Pinochet es un disparate, es alterar el orden internacional”.
- “Es una enfermedad, no es una persona ciento por ciento sana. Mi opinión es que es una desviación no deseada... ¿Qué voy a pensar?, ¿que lo que hacen está bárbaro? ¿Usted festejaría que su hijo fuera homosexual? Por favor. El mundo nos ha hecho para que nos juntemos con una mujer. ¿Por qué nos vamos a juntar con un hombre? Está bien que es más cómodo. Se puede ir a jugar al tenis y después se puede ir a… Todo con el mismo tipo. ¡Por favor!”.
- “Yo siempre voté a la UCeDé, pero ahora votaría por Menem”.
- “Si no te aburre una sesión en el Congreso, sos un anormal”.
- “Tenemos al policía más condecorado de los últimos años. El Fino es un excelente policía”.
- “En el fondo, a todas las mujeres les gustan los piropos. No hay nada más lindo que te digan qué lindos ojos, aunque esté acompañado de una grosería. Que les digan qué lindo culo tenés, está todo bien”.
- “Soy conservador y pragmático, me ubico ideológicamente en la centroderecha”.
- “Vamos a construir 40 kilómetros de subte”.
- “Yo no voy a hacer publicidad oficial”.
- “Vengo de una familia machista. En una familia machista, una mujer no tiene otro destino que el de estar educando a sus hijos”.
- “Las Malvinas serían un déficit adicional para el país”.
- “No vine a la política a hacerme rico ni famoso”.
- “Queremos que los argentinos se levanten cada día con la alegría de saber que tienen un gran futuro por delante”.
- “Carlos Menem fue un reconstructor del país”.
- “El caso Patti es un disparate. Nosotros tenemos claramente una posición: Patti tiene que asumir.”
- “Los cartoneros les roban el trabajo a los recolectores de basura. Están haciendo hechos delictivos”.
- “Querido Rey (...) Los ciudadanos de 1816 seguro tuvieron miedo y angustia”.
- “A nuestros trabajadores les digo que tenemos que alejarnos del ausentismo, la licencia y las jornadas reducidas”.
- “Me parece que no me consta hasta ahora que el gobierno de Peña Nieto no haya defendido como corresponde los derechos humanos”.
- “Estamos bajando la inflación que es este cáncer que tantas veces nos golpeó en esta historia. Y estamos trabajando para tener el gas y la energía suficiente”.
- “En estos siete meses hemos aprendido a escucharnos y dialogar más. Falta mucho, pero lo importante es que cada día estemos un poco mejor”.
- “Si están en sus casas en remera y patas, están consumiendo energía de más”.
- “Nicolás Caputo no licitó una sola obra en mi gestión de la Ciudad”.
- “¿Por qué siempre ponemos el eje en los militares? Acá hubo dos lados. El terrorismo y el terrorismo de Estado”.
- “Vamos por el camino correcto. Vamos rumbo a un increíble futuro”.
Cuando el Sr. Presidente se va de boca, la verdad es que da vergüenza. No ajena, sino propia. Su pensamiento es típico de “señoras gordas”, como las bautizó Landrú en la inolvidable revista Tía Vicenta. Y de señores gordos también, muchos de ellos buena gente, sin dudas, pero la mayoría indisimuladamente racistas y discriminatorios.
Se dice en la así llamada Justicia, por mandato de viejos códigos, que “a confesión de parte, relevo de prueba”.
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lunes, 1 de agosto de 2016

EL MANIFIESTO ARGENTINO

Opinión

El retorno de El Manifiesto Argentino ante el peligro amarillo

Por Mempo Giardinelli

Acaso premonitoriamente, en el prefacio del libro publicado en agosto de 2015, este columnista recordó que cuando en 2003 se dio por terminada la misión de aquel colectivo, se dijo: “El mejor servicio que El Manifiesto Argentino puede seguir brindándole a la Nación es permanecer alertas y dispuestos a un retorno cuando sea necesario, porque es nuestra obligación como ciudadanos independientes, como trabajadores intelectuales y como gente honrada que somos”.
A 15 años de aquella proclama, y a sólo ocho meses del retroceso fenomenal que viene produciendo la desdichada decisión de la sociedad argentina de colocar al Sr. Mauricio Macri en la Presidencia de la Nación, todo indica que aquel prometido retorno es necesario y es urgente.
Dicho sea lo anterior entendiendo, claro está, que tal retroceso debe atribuirse fundamentalmente al engaño fenomenal de que fue víctima el pueblo argentino, fraude moral y periodístico que esta vez llevó a votar a las grandes mayorías en contra de sus propios intereses.
El nuevo Manifiesto Argentino (https://www.facebook.com/Manifiesto-por-la- Constitución-y-la-Paz-1411608759139307/info/?tab=page_info&edited =official_page) empezará a circular esta semana. Y como la primera vez, se trata de una declaración seguida de propuestas. Las que serán simplemente apropiadas a voluntad por aquellos compatriotas que compartan el ideario y quieran practicar la transparente militancia de la decencia, la verdad y los principios democráticos que define la Constitución Nacional. Porque la democracia, la igualdad y la libertad son valores y objetivos hoy en riesgo dado el salvaje autoritarismo neoliberal.
Y es que ya es hora, y es imperioso, de convocar a la ciudadanía a ponerse de pie política, cultural y socialmente. Es posible hacerlo y muchísimos ya lo están haciendo, más allá de vinculaciones, o no, con el kirchnerismo. Y más allá, también, de la responsabilidad por los errores cometidos desde el campo popular y progresista que esta convocatoria no dejará de marcar.
Lo que es evidente, y auspicioso, es que a menos de un año de las últimas elecciones millares de compatriotas ya se dan cuenta del fraude que les hicieron. La estafa tiene patas cortas, sobre todo cuando los contentos de esta república son los de siempre: los dueños de la tierra, prebendarios, vagos y depredadores; los corruptos evasores de impuestos que frecuentan las cuevas financieras del mundo en la que todos los cálculos coinciden en que se han llevado más de 300 mil millones de dólares; los avaros banqueros foráneos y su gerentería local; los empresarios ciegos, los políticos todo servicio, y por supuesto la indefendible y mafiosa “familia judicial”.
Y por encima de todos ellos, el nuevo dios contemporáneo: el sistema-régimen comunicacional extremadamente concentrado que envenena día a día, hora a hora y noche a noche al pueblo argentino, al que quieren manso y estúpido, consumista y bobo.
Ese sistema es el que manda; no el Sr.Macri, que sólo vendría a ser testaferro, beneficiario y figurón. Lo que manda hoy en esta república es lo que bien puede llamarse ya la Antinación, encarnada por la entente macrista-radical que en 2016 repite los pasos del roquismo de 1880 y 1930, del gorilismo patológico de los años 50 y de las dictaduras feroces de 1966-73 y de 1976-83. La Antinación hace hoy lo que hicieron siempre, pero ahora con saña especial porque ellos sí aprendieron la lección de la Historia y ahora son más astutos, más preparados, más ambiciosos, más soberbios y más sofisticadamente violentos. Por eso entregan, además, la soberanía, con el actual alineamiento neocolonial y la clausura del ideal latinoamericanista.
Por todo ello es absolutamente no recomendable reproche alguno a la pobre inocencia de la gente, más allá de que somos también una sociedad que es parte del problema. Pero el ojo avizor debe seguir enfocado en los bandidos de traje y corbata, a los que la sociedad argentina identifica con impecable facilidad. Son obvios, los contentos. Y aunque durísimos de vencer, no son infalibles.
Es ya innumerable el daño que han provocado en sólo ocho meses. Y van por más y cuanto necesiten lo harán por decreto, al estilo dictatorial de sus mayores, desdeñando la Constitución, el Congreso, las Leyes y la Paz Social. Y para colmo con el necio consenso de diputados, senadores y dirigentes sindicales y políticos cuyos nombres y apellidos el pueblo argentino sabrá recordar para que el juicio de la Historia los condene, inexorablemente, por traición a la Patria.
En todo el territorio nacional, que algunos recorremos y conocemos muy bien, son muchos los compatriotas que piensan y reclaman, otra vez, que “hay que hacer algo”. Y tienen razón, además de sed de justicia social y ansias de participación ciudadana. Hay que librar esta batalla política. Y hacerlo desde la moral y los principios éticos, principalmente, terreno en el que la ciudadanía honesta es imbatible y en la que los chorros, de todos los gobiernos pero ahora de éste en particular, sólo saben escudarse detrás de mentiras mediáticas y de una justicia cómplice y servicial.
El Manifiesto Argentino comenzará a hacerse público esta semana.
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