martes, 24 de julio de 2012

Lanzan una campaña por un plan integral de vivienda para la Ciudad



Proponen crear un impuesto a las propiedades ociosas, urbanizar villas y regularizar alquileres y construcción.

Por: 
Tiempo Argentino
»    G.A.
Con mesas en más de 40 puntos de la capital para difundir la propuesta, se lanzó ayer la campaña por un Plan Integral de Vivienda para la Ciudad de Buenos Aires que reclama al gobierno de Mauricio Macri soluciones al déficit habitacional. 
“Hay que cambiar la lógica inmobiliaria: pasar de una visión del negocio y la especulación y orientarla hacia la vivienda como un derecho”, señaló a Tiempo Argentino Jonathan Thea, dirigente de El Gleyzer, una de las organizaciones impulsoras de la medida. La propuesta se conoció un día después de que Tiempo Argentino revelara que en Buenos Aires existen 150 mil viviendas sin habitar, adquiridas con fines especulativos.
La campaña arrancó ayer a las 13 con una conferencia de prensa en el Obelisco, donde se montó una de las primeras 42 mesas de difusión, que el sábado llegarán a 100 esquinas de la Ciudad.  Durante la conferencia, las organizaciones Juventud Rebelde, Rebelión y el Gleyzer plantearon los principales ejes de la campaña: el cobro de un impuesto a las viviendas ociosas que llegan a las 150 mil en la Ciudad; la regulación de los alquileres; urbanización de villas y la creación de un Ministerio de Vivienda y Hábitat.
“El éxito inicial de la campaña demuestra que la problemática de la vivienda es muy sentida para todos los porteños. Las estadísticas son concretas: el porcentaje del Presupuesto de la Ciudad destinado a vivienda disminuyó en los últimos años, una muestra más de la desatención del gobierno de Macri respecto a la problemáticas sociales”, señaló durante el lanzamiento Itai Hagman, dirigente de Juventud Rebelde / Rebelión. 
La Campaña propone un plan integral impulsado desde el Estado porteño, que deberá tomar un rol protagónico en el establecimiento de políticas públicas. En ese sentido, elaboraron cuatro puntos centrales como parte del reclamo a la administración de la Ciudad. 
El primero es la creación de un ‘impuesto a las viviendas ociosas’, que superan las 150 mil en la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, señalan, “se incrementa de la oferta de inmuebles y la consiguiente baja en los precios. Al mismo tiempo, se castiga la especulación inmobiliaria.” 
En una Ciudad con casi medio millón de personas sin vivienda digna, el  segundo punto de la campaña es la ‘Urbanización de villas y regulación de hoteles familiares’, un tema en el que el Estado debe invertir de manera directa para “avanzar en la integración de villas y asentamientos precarios al tejido urbano” y “garantizar las condiciones de salubridad mínimas que se requieren para una vida digna”.
La tercera propuesta es la ‘Regulación de alquileres y Construcción de viviendas’, con el objetivo de “combatir la especulación y reducir los precios de los alquileres”. Para eso proponen rebajar por ley las comisiones inmobiliarias, ampliar los plazos mínimos de alquiler, establecer precios máximos por barrio e incrementar el impuesto al sello para los alquileres destinados a turistas extranjeros. También la creación de un Ente Metropolitano de Defensa de los Inquilinos.
Por último, las organizaciones consideran “imprescindible” crear un Ministerio de Vivienda y Hábitat de la Ciudad, que centralice las medidas y elimine la multiplicidad de ventanillas y programas difusos. 
Los planes de viviendas y créditos inmobiliarios no están fuera de la discusión. La campaña considera indispensable encarar un plan de construcción de viviendas y garantizar la ampliación de los créditos hipotecarios y reducción de los requisitos para acceder a ellos. 
“El plan lanzado por el gobierno nacional está orientado a insertar recursos del Estado para dar una solución al problema de la vivienda y reactivar la economía. Pero el del gobierno de la Ciudad, si bien tiene un formato más accesible a los ya existentes, no está ni cerca de romper con la lógica actual orientada al mercado. Con ese plan, el gobierno de la Ciudad reconoce el problema habitacional pero impulsa una medida parcial y marginal para solucionarlo, con sólo 3500 créditos”, señaló Thea. 

TIEMPO ARGENTINO

Entre el optimismo y las ganas de votar


Los adolescentes quieren participar en las elecciones y dicen que en cinco años van a estar mejor


A más de la mitad de los jóvenes de entre 11 y 17 años le gustaría poder votar. Tres de cada diez dicen que ser solidario es el atributo más importante para ser reconocidos por todos. Cómo ven su futuro.

Tener prácticas solidarias, un buen desempeño en la escuela y “vestirse bien” son los factores clave para que un adolescente sea “querido/a y reconocido/a por todos”. Eso responden jóvenes de entre 11 y 17 años de todo el país cuando se les propone que evalúen qué atributos, rasgos, habilidades y hasta decisiones pueden incidir en la construcción de la popularidad y qué rasgos son valiosos en esa tarea. Además, casi seis de cada diez creen que en cinco años estarán “mejor” y algo más del 50 por ciento imagina que seguirá estudiando al terminar el secundario, aunque este ítem revele cierto sesgo de género, en el cual las chicas asocian su futuro al estudio con más recurrencia que los varones. El 25 por ciento, en tanto, se imagina estudiando y trabajando a la vez, y sólo el 8 por ciento no sabe qué podría estar haciendo. “Esto demuestra que los chicos están lejos de la inconciencia o el pesimismo. Eso no está dentro de su paquete, de su mundo”, evaluó en diálogo con este diario el ministro de Educación, Alberto Sileoni, para cuya cartera fue realizado el sondeo. El 54 por ciento dice que le “gustaría poder votar”, frente a un 34 por ciento al que no le gustaría y un 13 que no sabe.
Las cifras surgen de una encuesta llevada adelante en ciudades de todo el país por la consultora Knack, parte de cuyos resultados este diario adelantó ayer en exclusiva. El sondeo indagó en consumos culturales, usos tecnológicos, expectativas de futuro a mediano plazo, actitudes y escalas de valores sobre una muestra de 1202 entrevistados (el 51 por ciento varones; el 49, mujeres), de los cuales el 21 por ciento reside en el Gran Buenos Aires, el 20 por ciento en la ciudad de Buenos Aires y el 58 por ciento en distintos conglomerados urbanos del resto del país.
En el apartado dedicado a los atributos y las actitudes considerados necesarios para ser “querido/a y reconocido/a por todos”, chicas y chicos respondieron espontáneamente de modos muy similares. Sin diferenciar por sexo, el ranking, de doce items, lo lidera “ser solidario” con el 27 por ciento, seguido de “que te vaya bien en la escuela” (17 por ciento), “vestirse bien” (con el 13 por ciento y sin especificación de lo que cada uno entiende por tal cosa), “tener buen sentido del humor” (8 por ciento), “ser bien deportista” (5 por ciento), “tener dinero para salir” (6 por ciento). La espontaneidad ranquea entre los últimos valores, con el 5 por ciento, mientras que “saber hablar”, “ser lindo/a” y “saber usar Internet” obtuvieron todos el 4 por ciento de respuestas.
Curiosamente, teniendo en cuenta que más de la mitad del total de encuestados (el 54 por ciento, un número que se repite entre las mujeres y desciende una unidad al tratarse de varones) dice que le gustaría poder votar, sólo el 3 por ciento considera que para ser “querido/a y reconocido/a” es importante “estar informado”. Y aunque “vestirse bien” ocupa el tercer puesto del ranking de atributos positivos, “tener lo último en moda” es la respuesta menos elegida, con el 2 por ciento de adherentes, tanto entre chicas como entre chicos.
El final de la escolarización parece lejos de ser percibido como un período de preocupaciones. El 79 por ciento de los encuestados cree que al terminar el secundario sin dudas estudiará: el 54 por ciento se imagina haciéndolo de manera exclusiva; el 25, haciéndolo a la vez que trabajando. Las chicas se inclinan considerablemente con más frecuencia a creer que se dedicarán al estudio de manera exclusiva (el 65 por ciento), mientras que menos de la mitad de los varones (el 44 por ciento) lo cree posible. “Trabajar solamente” es la opción para el 11 por ciento de la muestra, con abrumadora mayoría de varones (el 15 por ciento de ellos versus el 5 por ciento de ellas). El 8 por ciento del total no sabe qué va a hacer; “tomarme un tiempo sin estudiar ni trabajar” y “jugador de fútbol/ jugar a la pelota” ocupan los últimos lugares de la lista, con un uno por ciento en ambos casos. Sin embargo, quienes responden no saber si terminarán el secundario son solamente varones (el uno por ciento del total).
El sociólogo Luis Alberto Quevedo, docente de la UBA e investigador de Flacso, señaló a este diario que los resultados son en parte sorprendentes. “Es alto el porcentaje de chicos que se ven estudiando y trabajando, que se ven terminando el secundario. Eso habla de una buena expectativa de desarrollo personal, y en algo que para un chico de esa edad es corto plazo”, evaluó. A la hora de interpretar el sesgo de género por el cual el 65 por ciento de las chicas se imagina sólo estudiando, frente al 44 por ciento de los varones, Quevedo arriesga que, “si bien han mejorado los indicadores de equidad en lo laboral, los chicos se ven trabajando más jóvenes sin problemas, mientras que las chicas consideran que es mejor capacitarse primero e insertarse laboralmente ya formadas”.


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"Apartándome, el macrismo consiguió vía libre para demoler sin control"



Mónica Capano acaba de ser removida por el PRO de su puesto de titular de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural, organismo clave para la aprobación de las demoliciones de viejos inmuebles porteños.

En la última sesión de la Legislatura porteña previa al receso invernal, el PRO logró votar sobre tablas sin debate en comisión (y con el sorprendente apoyo de dos diputados socialistas), la remoción del principal escollo que tuvo estos años en su política a favor de la construcción indiscriminada y los intereses de las grandes inmobiliarias: la licenciada Mónica Capano, que dirigía desde 2010 la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad, una de las entidades que integra el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales. 
El CAAP responde al Ministerio de Desarrollo Urbano y examina todos los pedidos de obra o demolición de un edificio anterior a 1941. Si lo cataloga como patrimonio, lo debe aprobar la Legislatura, de lo contrario empiezan automáticamente las excavadoras. Al CAAP lo componen cuatro instituciones fijas: el Ministerio de Cultura, la Comisión ya citada, dos comisiones de la Legislatura (dirigidas por macristas); y cuatro invitadas con voz y voto. En la última sesión del martes 10 de julio por primera vez en la historia no aprobaron ninguna protección.
La Comisión presidida por Capano (cercana al Frente para la Victoria), representaba el único espacio dentro del CAAP que era ajeno a la ideología patrimonial del Ejecutivo local, el único que protestaba ante las topadoras con argumentos históricos, sociales y culturales. 
Una vez asumida en su cargo, la licenciada decidió darle una impronta activa a la organización, que hasta ese momento funcionaba de forma testimonial, y la defensa en casos como La Imprenta y la casa de Federico Klemm reflejaron su idea inédita de intervenir a favor de los vecinos y las organizaciones patrimoniales. Para ellas el final ya está sellado, y el macrismo, con apoyo de bloques de izquierda, ahora "consiguió tener vía libre para demoler", sin oposición alguna. Son millones que están en juego, pero sobre todo, se trata de la identidad cultural y arquitectónica de la Ciudad. En diálogo con Tiempo Argentino, Capano afirmó: "Me voy muy tranquila, hicimos un trabajo muy bueno, ojalá el tema haya prendido en la sociedad civil, es lo importante, la continuidad de una lucha y que no hayan sido dos años tirados por la borda porque el problema es que ninguna autoridad sabe de patrimonio, todos hablan de una ciudad de la década del '60 que se pensaba en altura, entonces todo para ellos es desperdicio urbanístico, no ven la pieza desde su valor patrimonial."

–¿Le sorprendió su remoción?
–Me sorprendió sobre todo la forma, como a todo el mundo. Cuando vimos que el proyecto entró el miércoles, íbamos a poner uno alternativo, porque creíamos que venía el receso y después discusión de comisión. Pero no, lo hicieron todo en un día. Ahora hay revuelo muy grande, sobre todo dentro de Proyecto Sur, porque no adhirió todo el bloque, sólo Julio Raffo y Fabio Basteiro (que en realidad pertenece a Buenos Aires Para Todos). El resto fue en contra. Después me llamaron todos para pedirme disculpas, porque dijeron que no sabían lo que estaban haciendo. Yo milito desde los 16 años, acá pasó que hubo un enorme desconocimiento y deben haber arreglado.
–¿Por qué la removieron?
–Claramente fue un pedido de arriba, lo dijo el propio De Andreis (Fernando, diputado PRO), que venía del ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain. Mientras estuve  logramos ganar algunas votaciones en el CAAP, pero últimamente veníamos perdiendo porque siempre Cultura votó en contra del patrimonio, lo que es una aberración. Contra eso es imposible ganar nada. Pero se ve que aun así no les alcanzaba, y no querían ningún testigo, nadie que tuviera información de adentro. Lo que hicieron fue cerrar el CAAP.
–¿Conoce a su remplazante? 
–Fue candidato a comunero suplente del PRO, y es director de proyectos culturales del Banco Ciudad, por lo que no va a ser alguien crítico, eso descontalo. Es lamentable porque ahora no hay nadie que cuide nada. Hace un año informó que desde 2008 sólo se habían revisado 7640 edificios previos a 1941 (el 5%), de los cuáles 2037 se catalogaron preventivamente. Se desestimaron 5520 (el 72%) y 83 no pudieron evaluarse porque fueron demolidos ilegalmente. Ahora el número es peor porque empezó la figura de "reconsideración", a la que me opuse. Muchos catalogados fueron reconsiderados y demolidos. El principal inconveniente es que no hay vocación de ver la ciudad en su conjunto, por eso esto es un certificado de defunción.
–¿Hay sanción para los que demuelen algo protegido?
–Ninguna, a pesar que lo exige la ley. Una de las modalidades que aparece es que antes de entrar a ver una pieza, los propios dueños meten gente y se llevan todo lo que tenga valor, como en Belgrano y Jujuy. Sacan el piso, escaleras de mármol, balaustradas. Lo hace él mismo para que no tenga valor, no podamos catalogarlo por ser una ruina, y así vender el lugar. Y hay varios temas: las expropiaciones desmedidas que van a hacer por la línea H del subte. Ya le dijeron a la gente que van a construir torres y shoppings arriba de las estaciones, sobre todo en el norte, Pueyrredón y Santa Fe. Nosotros como ciudadanos pagamos la expropiación y ellos hacen el negocio.
–¿Usted cobraba por tu desempeño?
–Siempre estuve ad honorem, pero hay gente que quedó que están cobrando, espero que no les bajen el contrato. Son unos ocho, entre planta y contratados. Hacían desde la parte administrativa hasta las investigaciones, todo el trabajo que CAAP no hacía.
–¿Cómo es el funcionamiento del CAAP?
–Se sientan los martes y ven fotos que tiene el registro de Ciudad, a veces son de 2008 y otras de 1997, o sea, están viendo los valores patrimoniales de una cosa que es irreal. Nos pasaban el listado el jueves a última hora, cuando por ley deben hacerlo 35 días antes. Así que era trabajar a destajo con mi equipo, arquitectos, especialistas en arte, museólogos, dividiéndonos los barrios. Eran entre 30 y 50 lugares. Hoy no sé quién lo va a hacer, aunque no creo que les haga falta. 


TIEMPO ARGENTINO

“Mirada positiva”


Alberto Sileoni, ministro de Educación

Por Mariana Carbajal


–¿Qué le llama la atención de los resultados de la encuesta, teniendo en cuenta que no es la primera vez que se miden los consumos culturales en adolescentes y jóvenes?
–El ministerio viene realizando estos estudios desde hace ya varios años en relación con las prácticas culturales de los jóvenes. En la actualidad, este conocimiento resulta estratégico tanto para el trabajo en el aula como para la tarea institucional. Y hemos decidido mantenerlo como una política permanente porque la velocidad de los cambios culturales nos obliga a estar alertas en relación a los nuevos entornos en los que los jóvenes se socializan y se integran a la escuela. Estos cambios se pueden constatar cuando comparamos este estudio con una encuesta similar que hicimos en el año 2005.
Por ejemplo, una de estos cambios consiste en la multiplicación de las pantallas en la vida cotidiana de los chicos: a la televisión (que hoy registra un crecimiento en número de aparatos por hogar) se le han sumado las computadoras (no olvidemos que el plan Conectar Igualdad ha contribuido en este sentido a incrementar la disponibilidad de equipos en manos de los docentes y jóvenes) y sobre todo la telefonía celular. Este es el medio de comunicación que más han incorporado los chicos y que ya forma parte de su “entorno natural”, de su “vestimenta” diaria y de sus vínculos con el mundo. Lo que hoy estamos pensando desde la escuela son las formas de incorporar esta tecnología también a los procesos de enseñanza-aprendizaje.
–Un dato interesante es que los varones resultan más optimistas y a la vez las mujeres en mayor proporción que los varones manifiestan que seguirán estudiando o trabajando en el futuro... ¿Cómo analiza estas diferencias de género?
–Un dato que nos transmitió mucho optimismo fue, justamente, esa mirada positiva que tienen los jóvenes sobre el futuro: el 59 por ciento cree que dentro de cinco años va a estar mejor que hoy (y que esto llega al 62 por ciento entre los que tienen 15 y 17 años), pero además la gran mayoría de los chicos (79 por ciento) dice que al terminar la escuela secundaria seguirá estudiando o estudiando y trabajando. Para toda la sociedad estos datos son una alegría, pero además representan una responsabilidad, ya que desde hace muchos años estamos construyendo un clima de ideas colectivo que tiende, justamente, a mostrarles a los jóvenes que el mundo laboral de hoy requiere cada día más capacitación y que es importante seguir estudiando a lo largo de la vida. Pero también una responsabilidad, porque tenemos que acompañar esta constatación con nuevas ofertas y posibilidades que tiendan a generar equidad en las oportunidades de estudios terciarios o universitarios. Eso lo realizamos a través de la creación de nuevas universidades públicas, a través de programas de becas para alentar a los jóvenes a emprender carreras científico-tecnológicas, imprescindibles para el desarrollo estratégico de la Argentina, y a través del mejoramiento de las carreras de nivel terciario.

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domingo, 22 de julio de 2012

Un portazo a los ’90


ENCUESTA EXCLUSIVA: LA CENTRALIDAD DE LA POLÍTICA

Un trabajo de la consultora Ibarómetro muestra que a las transformaciones económicas y sociales registradas desde 2003 se suman cambios ideológicos y en el plano de los valores. Opinan políticos e intelectuales. Mirá la galería de fotos.



En un ejercicio fugaz de la memoria colectiva, al pensar en la Argentina de los años noventa, es probable que la mente hiciera un recorrido en clave cultural: la pizza con champagne, el neoliberalismo, el individuo por sobre lo colectivo, el escepticismo y descreimiento, el valor sublime del libre mercado, las relaciones carnales con Estados Unidos y la economía por sobre la política. En definitiva, lo que el recuerdo aflora no son detalles puntuales o pormenores específicos, por el contrario, el inconsciente colectivo conserva rasgos de una atmósfera ideológica, impregnada de un fuerte clima de época. Si el mismo ejercicio se realizara pensando en la Argentina del siglo XXI, especialmente desde el 2003 hasta la fecha, el ecosistema cultural manifestaría la ponderación de lo político por sobre lo económico; a la política como herramienta de transformación y a la militancia como bastión de las conquistas.
En una encuesta que Veintitrés consiguió en exclusiva, contundentes datos cuantitativos reflejan el verdadero cambio en la cultura política de los argentinos. Confeccionada por Ignacio Ramírez, sociólogo y director de Opinión Pública y Mercado de la consultora Ibarómetro, de Doris Capurro, el trabajo tiene como objetivo describir algunas actitudes políticas de los argentinos, conceptualizar el ecosistema cultural actual y aportar elementos para una explicación en clave cultural del kirchnerismo. Por caso, el análisis aborda cuatro ítems: la politización, el consenso ideológico, el nuevo consumo de medios (ver recuadro) y la preeminencia de la política.

“El kirchnerismo es mucho más que un gobierno, es un ecosistema cultural que en el transcurso de estos años no sólo produjo transformaciones económicas y sociales sino también cambios en el plano de los valores, de la ideología”, introduce Ramírez, que presentó la encuesta en Madrid, en el marco del primer Congreso Internacional en comunicación política y estrategias de campaña, de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE).

El trabajo se realizó en el Área Metropolitana de Buenos Aires (según representatividad electoral de CABA 24, Primer Cordón de GBA 29 y Segundo Cordón de GBA 47), tomando como muestra una población de mil casos, mayores de 18 años residentes en hogares particulares con teléfono fijo.

Resulta indispensable deslizar algunos resultados, recogidos en junio del 2012, para poder comprender la dimensión del fenómeno. El 68,1 por ciento “siempre” o “algunas veces” habla o discute de política con otras personas. La “conversación política” se incrementó desde el 2010, en la que alcanzaba el 61,1 por ciento, y en el 2011 se acomodó el 67,2. Por otra parte, al 50,5 por ciento le interesa “mucho” o “bastante” la política, teniendo en cuenta que de ese porcentaje, el 56 por ciento se da en menores de 30 años. Otra de las consignas tiene en cuenta que el 62,6 por ciento “siempre” o “algunas veces” intenta convencer a sus amigos, familiares o compañeros de trabajo para que compartan su punto de vista. Esto es lo que Ramírez denomina “actitud militante” que también aumentó sus valores desde el 2010 –con un 56,3– y el 2011 –con un 58,2–.

“La actitud militante no tiene que ver con militar en un partido político ni estar pintando carteles en una unidad básica. Esto tiene que ver con un subsuelo de valores, de convenciones, de ideas, redes de sentidos, debates sociales –explica Ramírez–. Este dato condensa la idea de que la gente tiene un ‘punto de vista’. Es decir, conversar de política es también una práctica política porque se trata de difundir ideas y pensamientos”.

Estos datos resultan interesantes para compararlos con los valores de una encuesta similar que realizó en España el Centro de Investigaciones Sociológicas. En el país europeo, el 31 por ciento se declara interesado en política, el 43 por ciento conversa frecuentemente de política y sólo el 16 por ciento intenta convencer frecuentemente a sus conocidos.

Las causas de la magnitud de los números, según el sociólogo de Ibarómetro, son varias. “La cultura política cambia, en parte, gracias a la transformación de las elites políticas. En el buen sentido, ahora hay una elite que va contaminando e impregnando a la sociedad con valores. El eje de la identidad del kirchnerismo está basado en el compromiso, en la juventud, en la militancia, en la participación, en la política y en lo público”.

Para el senador nacional Daniel Filmus, “es evidente que el proceso que se inició en el 2003 recupera la posibilidad de participación política y la centralidad de la política. Néstor Kirchner comienza a tomar medidas que despiertan el debate, la discusión y permite que muchísimos actores que se habían mantenido al margen intervengan en el debate”. Y continúa: “Veníamos de una década en donde se hablaba del fin de las ideologías, de los relatos, donde no había posibilidad de transformación”. En el mismo sentido, el filósofo Ricardo Forster entiende que “pasamos de una época en donde primaba un lenguaje del gerenciamiento, del hiperindividualismo pragmático, a volver a pensar en el interior de experiencias colectivas, de espacios compartidos, de recreación de lo político y lo público. Es decir, se puso de nuevo en boga que el lenguaje político no es aséptico, sino que la idea de un relato implica que detrás de las palabras hay historias y acontecimientos”.

Para Roberto Bacman, director ejecutivo de la consultora CEOP, “si esta encuesta la hubiesen hecho veinte años atrás hubiera dado igual o peor que los números de España. En la Argentina se construyó un relato en donde se pueden resignificar ciertas cuestiones que parecían no tener vuelta atrás, como volver a creer en la política como transformación, pensar en una independencia económica, respetar los derechos humanos y los derechos de las minorías”.

Jorge Rivas, diputado nacional de la Confederación Socialista, sostiene que “la militancia comienza en el 2001 con las experiencias de las asambleas de barrio, de las fábricas recuperadas. Pero con la aparición de Néstor Kirchner ayudó a que renaciera la idea de la militancia política como instrumento de progreso y de justicia”.

Otro de los datos interesantes que arroja la encuesta de Ibarómetro tiene el eje puesto en la “eficacia política interna”. En el 2010 un 65,4 por ciento pensaba que “la política tiene una gran influencia en la vida de cualquier ciudadano”. En 2011 esa cifra se elevó a un 67,3 por ciento y en 2012 alcanzó un 68,7.

Si en 2010 un 48,6 por ciento se consideraba “un ciudadano que entiende de política”, en 2011 ese número se elevó a un 55,7 por ciento para terminar en un 60,1 por ciento en 2012.

Esta encuesta, según explicó Ramírez, se diferencia de otras que se concentran especialmente en datos duros políticos o económicos. “En este caso recorrimos el camino, para tratar de desentramar la anatomía discursiva, conceptual e ideológica del kirchnerismo. La columna vertebral de sus hitos conceptuales que le dan una identidad”, advirtió. 

Por caso, hay algunos valores de la “atmósfera ideológica” que merecen ser reflejados. Para el 76,3 por ciento el rol del Estado en la economía debe ser “activo”, contra un 11,3 por ciento que considera que “no debe ser activo”. El 68 por ciento cree que los juicios por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar “deben continuar”, mientras que un 18,8 por ciento entiende que “no deben continuar”. Un 64,6 por ciento percibe que la Argentina necesita alianzas políticas y económicas con Latinoamérica, mientras que el 17,6 por ciento considera que la Argentina necesita alianzas con Estados Unidos y Europa. Para un 59,6 por ciento, la democracia argentina tiene mayores inconvenientes con la falta de “igualdad”, y para un 26,8 por ciento la democracia argentina tiene más inconvenientes con la falta de “libertad”.

Para Analía del Franco, de la consultora Analogías, “hay más participación a nivel discursivo y a nivel de las manifestaciones. Esto es algo que benefició tanto a los kirchneristas como a los opositores. Genéricamente se abrió la idea de que se puede hacer política”.

Otro de los datos destacados de la encuesta tiene que ver con el rol de la juventud. Desde la muerte de Néstor Kirchner comenzó una efervescente ola de militancia juvenil en contraposición a la típica mirada de una juventud abúlica y apática, hija del “no te metas”. En todo caso, basta con mirar los datos. El 58,4 por ciento cree que “últimamente los jóvenes están más involucrados en política y le parece bien”, ante un 25,2 por ciento que “no siente que los jóvenes últimamente estén más involucrados en política”. Por último, un 2,6 por ciento piensa que “últimamente los jóvenes están más involucrados en política y le parece mal”.

Para Dante “el Canca” Gullo, actual legislador porteño e histórico militante peronista, “tenemos un Estado activo que resignifica en las nuevas generaciones un entusiasmo, una responsabilidad, una entrega y una participación en política. Los jóvenes están comprendiendo que la política es el eje y eso se percibe todo el tiempo”. En sintonía, Marcelo Koenig, referente de la Corriente Peronista Descamisados, comprende que “la apropiación de la política se da en la juventud. Durante muchos años se escuchaba que el país estaba perdido porque los jóvenes estaban perdidos, y denostaban a la juventud. Por eso creo que la transformación a través de la política es la gran bandera de estos jóvenes que hoy se vuelcan en un proyecto transformador”.

Por último, la encuesta refleja que un 65,4 por ciento se considera “muy” y “bastante” feliz, en contraposición con un 32,2 por ciento se siente “poco” o “nada” feliz.

El año que viene se cumplirán diez años desde que Néstor Kirchner se sentó por primera vez en el sillón de Rivadavia. Una década. Nada más y nada menos. Mucho se puede criticar, mucho se puede coincidir. Pero si hay algo que nadie puede dejar de soslayar, al menos, es el cambio de paradigma cultural que generó el kirchnerismo, en una sociedad que en el 2001 había perdido cualquier tipo de esperanza.

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Mirada crítica sobre los medios


Por T.G.

Otro de los pilares de la encuesta de Ibarómetro para configurar la cultura política de los argentinos tiene que ver con el “nuevo consumo de medios”. Veintitrés ya había tenido acceso a los resultados del informe, tras dos años de haberse sancionado la Ley de Medios, que no está en plena vigencia. Allí se refleja un antes y un después en materia de percepciones y actitudes de la sociedad en relación con los medios masivos de comunicación. Por caso, los números reflejan que un 43,6 por ciento ve como “positivo” el impacto que tuvo la aprobación de la ley en la calidad democrática contra un 17 por ciento que la consideró “negativa”. Otro de los datos interesantes tiene que ver con que el 69 por ciento considera que es “mucha o bastante” la influencia de los medios en la opinión pública, aunque sólo un 12 por ciento le tiene “mucha confianza”, mientras que un 41,5 por ciento resguarda una “confianza selectiva”. Por otra parte, el 61 por ciento cree que las noticias que dan los principales medios están influenciadas por intereses comerciales y organizaciones poderosas y, en consecuencia, el 34 por ciento cree que los periodistas están condicionados por las empresas en las que trabajana

VENTITRES

Soldati: 800 alumnos en peligro por un basural que Macri debió cerrar



El predio está frente a dos jardines infantiles y una escuela primaria. Fue cedido por la Ciudad en 2007 a la CEAMSE. "Es, lisa y llanamente, un desastre", aseguró la Defensoría del Pueblo. El macrismo dice que en septiembre deja de funcionar.


En la avenida Varela al 2600, en el barrio de Villa Soldati, se levanta una "planta de transferencia de residuos áridos", a cargo del gobierno porteño y la Coordinación Ecológica Área Metropolitana (CEAMSE). En los papeles, allí se reciben ramas de árboles, tierra y escombros, que luego son remitidos a los rellenos del Conurbano Bonaerense. Pero, en lo concreto, el complejo es un verdadero basural, donde los desechos conviven con roedores, denuncias por irregularidades y contaminación. Un auténtico "desastre", según definió la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Y eso no es todo: frente al predio hay tres establecimientos educativos donde, día a día, 800 chicos están expuestos a la amenaza sanitaria generada por las 1500 toneladas de desperdicios que cada 24 horas ingresan a la planta.
Pese al pedido de organismos de control, vecinos y ambientalistas para que el lugar sea cerrado, y de la promesa de clausura hecha hace más de un año por el macrismo, hasta el momento todo sigue igual.
La gestión de Mauricio Macri fue advertida sobre esta situación hace ya cuatro años, en 2008, cuando la Defensoría del Pueblo emitió un primer informe con las anomalías y peligros vinculados al basural. Allí se constató la inexistencia de una autorización o estudio de impacto ambiental que habilitara el funcionamiento del complejo. También se señaló la acumulación de materiales no permitidos, como residuos "peligrosos, electrónicos, domiciliarios, tambores de gasoil sobre el piso sin ningún tipo de acondicionamiento y presencia de derrame de combustible en el terreno". Esto causaba, de acuerdo con la documentación a la que pudo acceder Tiempo Argentino, "un riesgo tanto para la salud de los vecinos como para los trabajadores del lugar". En abril de 2012, la Defensoría corroboró que, a pesar del tiempo transcurrido, continuaban las mismas y precarias condiciones. Por esa razón, recomendó la "urgente clausura" de la planta.Consuelo Bilbao, coordinadora de la Unidad Política de Greenpeace, explicó a Tiempo: "Toda esa mezcla con residuos electrónicos, que son los más tóxicos y contaminantes, es muy peligrosa. Al entrar en contacto con aire, agua o tierra, el impacto se vuelve impredecible. Eso debe tener una disposición adecuada y no puede estar a cielo abierto."
El ex legislador Eduardo Epszteyn, secretario de Ambiente durante el gobierno de Aníbal Ibarra, también denunció esta situación en 2008. "El Ejecutivo no cambió absolutamente nada. La planta sigue en estado de precariedad y abandono", afirmó Epszteyn.
Por otra parte, también en 2008, la Procuración General porteña, a instancias del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, había pedido investigar otras posibles irregularidades. Según la versión de varios transportistas, se les habría cobrado "peaje" a camioneros que trasladaban volquetes con materiales áridos. La acusación hizo foco en dos funcionarios: Alberto Báez, por entonces encargado de la planta; y Alberto Términe, director general de Limpieza. Ambos fueron denunciados por presunta violación de los deberes de funcionario público y exacciones ilegales, es decir, coimas. Y aunque desde Ambiente y Espacio Público no pudieron precisar el estado actual de la denuncia, lo concreto es que tanto Báez como Términe siguen trabajando para la Ciudad: el primero es director del Operativo de Higiene en Vía Pública, y el segundo se mantiene en su antiguo puesto.
En una recorrida por Villa Soldati, este diario pudo observar las montañas de desperdicios que se acumulan, tanto dentro como en los alrededores del complejo. Sucede que, según relataron los vecinos, muchas empresas de volquetes arrojan escombros y basura en las calles del barrio con total impunidad. Así lo contó Claudia Carbajal, de La Veredita, un asentamiento donde viven decenas de familias humildes y que se encuentra a pocas cuadras del predio. "Pasa a toda hora. Los camiones tiran la basura en la esquina, a metros de la gente. Hay feo olor y se llena de ratas", sostuvo Carbajal.
Sólo una estrecha calle separa al basural de tres establecimientos educativos: la escuela infantil Nº 5, donde concurren niños de 45 días a cinco años; la Nº 9, para chicos de tres a cinco años, y la primaria Nº 23. En total, son unos 800 pibes, muchos de los cuales viven en villas de la zona, bajo condiciones de vulnerabilidad.
"Son los principales afectados. La planta genera mucho polvillo y eso va directamente a las vías respiratorias de los chicos", detalló Mirtha Alonso, de la Asociación de Vecinos Autoconvocados de Soldati.
En diálogo con Tiempo Argentino, Carlos María Fuente, director de la escuela Nº 23, pidió el cierre de la planta y agregó: "También se ven muchos casos de conjuntivitis. Siempre somos el último orejón del tarro. No quiero hacer de esta escuela un basural, quiero dignidad para mis alumnos." Otro de los establecimientos afectados es la Asociación Juvenil Araucana, un centro que alberga durante el día a jóvenes y adultos con discapacidad mental. "Esto no nos benefició para nada, porque para nosotros la higiene es una prioridad", aseguraron desde la institución, también ubicada frente al predio.
Estas denuncias fueron corroboradas por la Defensoría del Pueblo, como señaló a Tiempo el defensor adjunto Atilio Alimena (ver entrevista). Según el organismo de control, se está violando no sólo la Ley General del Ambiente de la Ciudad, sino también el propio artículo 26 de su Constitución, donde queda en claro que "toda actividad que suponga en forma actual o inminente un daño al ambiente debe cesar".
A finales de 2007, durante la gestión de Jorge Telerman, el terreno fue cedido en comodato para ser operado por la CEAMSE. Desde la empresa estatal, además de asegurar que sólo reciben "restos de obra y poda", sostuvieron que "el predio es administrado por la Ciudad. CEAMSE se encarga sólo del transporte". Sin embargo, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, que dirige Diego Santilli, respondió a este diario lo contario: "La Ciudad sólo se encarga de la puerta. Toda la operatoria puertas adentro es responsabilidad de la CEAMSE."
Por otra parte, la defensoría afirmó que tampoco existen controles en relación a las toneladas de desechos recibidos y despachados a los rellenos del Conurbano, ya que el lugar no cuenta con una balanza que pese a los camiones. De esta manera, no sería posible establecer con exactitud el valor que debe pagar a la CEAMSE el Estado porteño.
"Estamos recibiendo más basura y pagando de más. Esto no es una planta de transferencia. Yo lo llamaría, lisa y llanamente, un desastre", sostuvo el defensor adjunto Alimena, quien en abril pasado pidió a la Agencia de Protección Ambiental la "urgente clausura" del lugar. Además, recomendó al gobierno de Macri que se detengan las tareas realizadas en el terreno y se proceda a su recomposición ambiental. 
Frente a la multiplicación de los reclamos, en marzo de 2011 Santilli había dicho que se iba a concretar la clausura, para lo que era necesario poner en funciones otra planta similar en el barrio Zavaleta. "Vamos a cerrar el predio y abrir otro donde se va a formalizar el trabajo y a controlar más", afirmó el ministro, pero ya pasó casi un año y medio desde aquella promesa.
"Ahora se comprometieron a que en los próximos dos o tres meses la planta esté cerrada. Hay que ver si  cumplen", señaló Alimena. En Ambiente y Espacio Público aseguraron que "cuando CEAMSE termine la obra del galpón para insonorizar el predio, Zavaleta va a operar las 24 hs y se cierra Varela. Estimamos que va a pasar entre agosto y setiembre".
Mientras tanto, quienes siguen esperando son los chicos y los vecinos de Soldati, uno de los barrios más postergados en el sur de la Ciudad, donde el macrismo ya dio largas muestras de desidia.  «

TIEMPO ARGENTINO
 

sábado, 21 de julio de 2012

Denuncian que hay 180 escuelas porteñas con problemas edilicios



Legisladores, comuneros, docentes y estudiantes porteños aseguraron que mientras a nivel nacional el presupuesto destinado a educación es del 6,4%, en la Ciudad de Buenos Aires es sólo del 2%".
La denuncia fue realizada durante una conferencia de prensa en la Escuela Nº 10 General José de San Martín, ubicada en el barrio de Almagro en la que estuvieron presentes los legisladores porteños Juan Cabandié, Gabriela Alegre, Francisco "Tito" Nenna y María Elena Naddeo.

La escuela ubicada en Quito 4070, permanece tomada por los estudiantes desde el 10 de junio pasado debido a "problemas edilicios, que incluyen la presencia de ratas, cucarachas, una estufa que no se puede utilizar porque al prenderla sale agua y el laboratorio que no funciona desde hace más de 3 años", afirmaron los estudiantes, presentes en el acto.

"El presupuesto en la Ciudad de Buenos Aires se subejecuta en un 40%, además se planificaron 47 obras en 2011 para las escuelas y más de la mitad aún no se ejecutó o está a menos del 50% de ejecución", denunció el legislador Cabandié.

En este sentido, Cabandié advirtió que "hay riesgo de que esta escuela, una vez finalizado su contrato de alquiler, que está próximo a vencerse, no siga funcionando como tal, esto también preocupa a los estudiantes".

Durante la conferencia, Nenna también aseguró que "tenemos un informe sobre el estado de 13 escuelas infantiles donde acuden chicos de 45 días a 5 años y acá están las compañeras del barrio Ramón Carillo donde acuden 700 chicos y las obras están paradas hace cinco años".

El legislador por el Frente para la Victoria agregó que "en los jardines infantiles hoy faltan 6.500 vacantes", y señaló que "hay una responsabilidad indelegable del Estado, no solo del Ministerio de Educación sino del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, que en lugar de reunirse con los grandes dueños del campo, tendría que estar al frente de este gobierno resolviendo las problemáticas".

Raúl Sánchez, representante de la Comuna 5, expresó que "las condiciones precarias son un común denominador en las escuelas de la zona, lo mismo sucede en la escuela de Acuña de Figueroa 850, la de Pringles 263, están abandonadas. Y la responsabilidad es del gobierno porteño, no de empresas”.

“Los pibes y pibas que están en estas escuelas son de los barrios del sur, Boedo, Mataderos, Soldati, Parque Chacabuco, que es el sector olvidado por este gobierno”, concluyó.

Nicolás, alumno de quinto año de la escuela, denunció que "estamos en plenas vacaciones limpiando la escuela porque queremos otras condiciones edilicias, así no se puede estudiar, se nos caen las paredes de las aulas y hay baños clausurados y, los que no, están en condiciones deplorables”.

Antes de la conferencia de prensa, realizada en la puerta de la escuela, los estudiantes acompañaron a los legisladores a recorrer las instalaciones del edificio. "No vamos a levantar la toma hasta tanto nos garanticen otras condiciones", advirtieron los chicos.

de la conferencia de prensa también participaron el dirigente kirchnerista Jorge "Quito" Aragón, los comuneros Carlos Benítez y Laura Corvalán, y Eduardo Epszteyn, uno de los auditores de la Ciudad de Buenos Aires.

TELAM

Hacer la plancha



Por Luis Bruschtein


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El Macri pétreo frente al subte es una nueva figura. Ya sea por su personalidad o por consejo del gran estratega Sun-tzu, el personaje se inmoviliza al punto de que la inmovilidad inexplicable pasma al adversario, lo desubica por el absurdo. Macri se queda quieto: en estrategia sublime, el gobernante deja de gobernar para desorientar al competidor, algo nunca visto. Pero cuando el gobernante deja de gobernar, pierde sentido, porque gobernar es lo que lo identifica y perder esa identidad puede ser su peor derrota. De todos modos, no se trata de algo particular de Macri, ni siquiera es algo nuevo. Por más que sorprenda, darle la espalda al subte es nada más que un grado más alto de una modalidad que ha sido bastante común en la política, que es la estrategia de hacer la plancha. Hay muchos políticos cuyo principal capital ha sido ése y hasta les ha servido para crecer y ganar votos.
“Dejar hacer” o “hacer la plancha” en una sociedad donde juegan fuerzas desparejas, como sucede en casi todo el mundo, siempre es favorecer al que tiene más fuerza. Obvio. Los grandes medios de comunicación son, por su esencia, siempre parte de ese bloque económico de poder. O sea que, además, no hacer la plancha tiene un costo mediático cuando se pena a ese bloque de poder y no lo tiene cuando sucede lo contrario.
Por eso, hacer la plancha tiene una connotación conservadora. Aunque también hay políticos conservadores que son muy activos. Pero el que hace la plancha siempre es conservador por convicción o resulta serlo por su no práctica.
En contraposición, la única forma de generar cambios progresivos, o sea en sentido contrario a la inclinación de la balanza, o sea para que favorezcan a los que pesan menos, pasa obligatoriamente por no hacer la plancha. Hay que moverse, tomar medidas, porque si uno se queda quieto, la tendencia libre es que tengan todavía más los que más tienen. No quiere decir que el hiperactivo sea progresista per se, porque están los que no lo son. Pero sí que para ser progresista hay que ser movedizo en ese sentido porque cuando para, la balanza se vuelca hacia el otro lado.
Un político como Fernando de la Rúa hacía la plancha, se dejaba llevar por el plano inclinado, pero tenía buena prensa que le hacía fama de buen administrador. No hacía casi nada mientras la situación de los que tenían menos era cada vez peor. Para los grandes medios, ese proceso de deterioro paulatino, por abajo, era una obviedad porque formaba parte de la concepción de una sociedad con premios y castigos, con ganadores y perdedores. Esos eran en gran medida los paradigmas con que la sociedad argentina había salido de la dictadura y que todavía sostienen en el centroderecha neoliberal. Se premiaba el éxito y se castigaba el fracaso. Por lo cual, esquemáticamente, el premiado con la riqueza era el exitoso y el pobre, un fracasado.
A De la Rúa le hicieron fama durante su desempeño en la Ciudad de Buenos Aires. Esa aureola de buen administrador le sirvió de plataforma para llegar a la presidencia y, ya en ella, se dejó llevar por ese plano inclinado, como lo había hecho antes. Siempre fue el mismo, tanto el de la supuesta eficiencia en el gobierno porteño como el que después no encontraba la puerta para salir del estudio de Tinelli. El mismo que no pudo encontrar la puerta para salir de la crisis.
Esta comparación suena a golpe bajo, pero es inevitable porque el actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri, hace la plancha como lo hacía De la Rúa y tiene la misma prensa que tuvo el ex presidente. Hay un paralelismo también en esa construcción virtual de una imagen apacible y amigable, con hija recién nacida y todo. Un poco con la idea de que es apacible porque no hace nada, aunque en realidad al no hacer nada genera conflictos por abajo, que no se ven porque están naturalizados o porque los medios los relativizan para favorecerlo. Al revés, en la construcción de ese universo virtual se muestra como confrontativo al que para bajar las causas de conflictividad en los sectores más humildes debe chocar con intereses minoritarios, pero estos choques están en la superficie, son visibilizados y exagerados por los medios y por las políticas que defienden esos intereses.
La delgada línea de la superficie está dibujada en esa metáfora por los medios hegemónicos. Hay conflictos por encima de la superficie y conflictos por debajo de ella. Por ejemplo: los millones de personas que en 2003 no iban a tener jubilación eran un conflicto por debajo de la superficie, aunque involucrara a millones que estaban a punto de entrar sin ninguna protección a un período muy vulnerable de la vida. Pero los miles de propietarios rurales que protagonizaron la resistencia a las retenciones estaban por encima de la superficie, aunque la protesta no involucrara a tantas personas y cuyo contenido fuera porque iban a ganar menos y no porque iban a quebrar o corrieran riesgo sus vidas.
El no hacer nada implica no hacerlo por encima de la superficie que visibilizan los grandes medios. Aunque eso signifique que se está generando un conflicto por debajo de la superficie. Hacer la plancha con las inversiones en educación, en transporte o en esfuerzos por generar trabajo no tiene mala prensa. Es algo que no molesta. En cambio, buscar formas de financiamiento para hacer esas inversiones y esfuerzos provoca remezones con titulares incendiarios que hacen entrar en pánico a la clase media y molesta a los que tienen que ceder recursos.
La imagen de Macri rechazando el gobierno de los subterráneos de la Ciudad tiene un efecto de incongruencia que produce desconcierto. La primera reacción de un macrista será seguramente cargarle la romana al gobierno nacional con las excusas de la falta de policía, de financiación o de que los gremios tienen un alto grado de conflictividad. Macri podría duplicar la presencia policial en el subterráneo si se lo propusiera. Y por otro lado, el gobierno porteño tiene records de recaudación desde hace varios años y con cargas impositivas específicamente destinadas a los subtes. Si el gobierno nacional raspó la olla para encontrar fondos para los ferrocarriles Sarmiento y Mitre, Macri podría hacer lo mismo con los subterráneos y levantarle la apuesta a la Casa Rosada.
Seguramente Macri se hizo asesorar para dar marcha atrás con el acta de acuerdo para el traspaso de los subterráneos. Pero ni siquiera exploró la posibilidad de hacerse cargo. O si lo hizo, tomó la primera opinión: “Eso no tiene solución”. Una frase que también habrá escuchado el gobierno nacional sobre la situación de los ferrocarriles, y sin embargo ya metió la tunelera en Haedo para el famoso e “imposible” soterramiento. Ese apotegma, “lo insoluble”, vuelve una y otra vez como una letanía en cada acto de gestión, porque es la máxima preferida de la burocracia y el primer obstáculo que un gobierno tiene que saber eludir.
En este caso, la estrategia de hacer la plancha llevada a su máxima expresión termina por mostrar a un Macri que se da por vencido antes siquiera de afrontar dificultades. Si un macrista convencido reacciona contra el gobierno nacional, la mayoría de los porteños, incluso muchos que lo votaron, no lo terminan de entender. Suponen que es parte de una estrategia, que tiene un as en la manga. Nadie sabe adónde va ni cómo va a terminar. En dos semanas habrá paritarias en los subterráneos y será necesaria la presencia del gobierno porteño para evitar nuevos conflictos. Metrovías necesita recibir del Gobierno de la Ciudad el dinero que le pasa el gobierno nacional para los subterráneos. Si no recibe ese dinero, se podría producir una situación que desemboque en la caída de la concesión. Sería el último nexo con el gobierno nacional, porque la nueva licitación deberían convocarla las autoridades porteñas, ya que los subtes son de su propiedad; nunca fueron de la órbita de la Nación. Por una serie de convenios de los años ’90 –de los cuales ya desde la intendencia de De la Rúa se estaba desprendiendo–, simplemente el gobierno nacional estaba administrando una propiedad de la Ciudad.
Por la explicación que sea, la estatua petrificada de Macri frente a la crisis con los subterráneos quedará como el símbolo mayor de la gran plancha.

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miércoles, 18 de julio de 2012

Vulnerables y bajo presión


La hipótesis de suicidio y el tratamiento de los medios y el Estado


Los adolescentes son uno de los principales grupos de riesgo, explica la psicóloga que estuvo al frente de un comité de crisis para atender casos de suicidios en Salta, en 2010. La sobreexposición del tema puede generar identificación.

Por Emilio Ruchansky

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Algunos familiares y amigos de las víctimas marcharon para pedir justicia.
La hipótesis que indica que Luján Peñalva y Yanina Nüesch se suicidaron creció tras los resultados de la autopsia, los mensajes de texto entre la primera y su novio y algunas declaraciones de familiares y amigos. El tema tiene un antecedente inmediato en la provincia, en la ciudad de Rosario de la Frontera, donde hubo una serie de suicidios adolescentes en 2010 y quedó al descubierto la mala praxis mediática: muchos optaron por los detalles escabrosos y no por la información tendiente a mostrar estos hechos como multicausales y las medidas de prevención. “Los adolescentes son uno de los principales grupos de riesgo porque se trata de una etapa vulnerable y de ruptura, que conlleva un proceso identificatorio. Esto puede crear problemas en el entorno familiar y también duelos”, explicó a este diario la psicóloga Claudia Román Ru, quien estuvo al frente del Comité de Crisis creado por el gobierno salteño cuando ocurrió esa serie de episodios en la ciudad salteña. Sin embargo, también debe tomarse en cuenta el contexto social para esbozar este tipo conductas entre los adolescentes.
En este sentido, Román Ru enumera las complicaciones y presiones que emanan de la inserción en el mundo adulto y la estigmatización social que rodea a los jóvenes, a quienes se vincula muchas veces con el delito, los excesos y la violencia. “Como si fueran responsables de una supuesta alteración del equilibrio social, tal como notamos en estos últimos años en la opinión pública”, dijo la especialista del Ministerio de Salud salteño. Esta estigmatización refuerza procesos de identificación y solidaridad entre los jóvenes y también genera un aislamiento etario.
“El pacto suicida es frecuente en adolescentes porque aparece como un apoyo y una identificación ante cuestiones que son vividas de una forma similar”, comentó Román Ru. Los padres, agregó, deben estar atentos a los indicios de malestar, abrir espacios de comunicación donde predomine la empatía, la amplitud, la escucha atenta y la contención. “Conviene no juzgar lo que está bien o mal, sino darles lugar”, advirtió. Los factores de riesgo más inmediatos son los problemas familiares y afectivos, lo conveniente es no minimizar el malestar que una persona joven siente.
En Salta, a partir del 2011 se abrió una línea gratuita de orientación y derivación para temas de la salud mental: 0800-777-783683. La línea funciona las 24 horas y los 365 días del año. Ya recibió 10 mil consultas. Según un estudio del Ministerio de Salud de la Nación, en 2005 el suicidio fue la segunda causa de muerte entre las personas de 14 a 25 años y la primera por “causa externas”, seguidas por los accidentes de transporte. Para la Organización Mundial de la Salud la mayoría de los suicidios pueden prevenirse reduciendo el acceso a los medios para hacerlo –pesticidas, medicamentos y armas de fuego–, brindando tratamiento médico y seguimiento a los pacientes que intentaron quitarse la vida. También fomentando una cobertura responsable en la prensa.
La sobreexposición del tema, con bombardeo de fotos y detalles sobre la técnica utilizada; mostrar el suicidio como conducta entendible por los cambios o la degradación social o cultural son algunos de los factores que pueden desencadenar la identificación de personas vulnerables con otras que tomaron la decisión de quitarse la vida. Ocurrió en Austria en 1986, también en Hong Kong en 1998, tal como se informa en Los medios de comunicación y el suicidio. Guía para los profesionales, publicado por la ONG inglesa The PressWise Trust, en 2001.
“Hubo veintidós suicidios en el metro de Viena en los 18 meses que siguieron al relato sensacionalista de un incidente ocurrido en 1986; más del doble de los suicidios ocurridos durante los tres años anteriores al incidente. Las cifras cayeron de manera dramática después de que los medios se pusieron de acuerdo para limitar ese tipo de publicaciones durante un tiempo”, señala ese artículo. En Hong Kong se difundió un modo de suicidio poco común y en el siguiente mes nueve personas lo imitaron, dos años después se había transformado en el segundo método.
“Un estudio de los cien primeros casos reveló similitudes entre la edad, el status marital, el estado mental y los problemas financieros de todas las víctimas”, explica el estudio de The PressWise Trust al profundizar sobre el efecto de identificación ocurrido en Hong Kong. El departamento de Salud Mental de la OMS, en su guía sobre el tema, advierte a los medios: “Las condiciones sociales por sí solas no explican un suicidio. Las personas que aparentan haber llegado al suicidio en respuesta a tales eventos, o a una enfermedad física, generalmente tienen significativos problemas mentales subyacentes, aun cuando éstos puedan haber permanecido ocultos”.


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martes, 17 de julio de 2012

Subtes: cada porteño paga $1.000


Subtes: cada porteño paga $1.000 al año por obras que la Ciudad no realiza


Según el "Fondo Permanente para la Ampliación de la Red de Subterráneos", los vecinos de la ciudad tributan esa cifra anual por obras de infraestructura de los subtes que el gobierno porteño finalmente no realiza.


Por: 
INFOnews

Cada ciudadano de Buenos Aires tributa al año unos mil pesos por obras de infraestructura de los subtes que el gobierno porteño finalmente no realiza, según surge de lo establecido y recaudado por el "Fondo Permanente para la Ampliación de la Red de Subterráneos".
Este Fondo fue creado por ley para pagar "exclusivamente" obras en la red de subterráneos, como así también para el mantenimiento del material rodante.
El jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, ha desconocido un acta acuerdo firmada por él mismo con el Gobierno Nacional en los primeros días de este año, y también decidió ignorar la ley que votó en marzo el Congreso, ordenando el traspaso del subte a la órbita del Gobierno porteño.
En ambos casos, Macri y sus funcionarios argumentaron que todavía no estaban dadas las condiciones para hacerse cargo del control y la fiscalización del servicio, concesionado desde 1994 a la empresa Metrovías, indicó Télam.
La excusa, repetida una y otra vez por los funcionarios macristas, es que hasta que el Gobierno Nacional no aporte el dinero necesario para las obras que se encuentran "pendientes", ellos no pueden cargar con la responsabilidad de tener al subte en sus manos.
Sin embargo, el acta acuerdo firmada en enero establecía que el Gobierno Nacional se comprometía a depositar todos los meses el dinero del subsidio que venía recibiendo la empresa, algo que efectivamente sucedió.
Se trata de unos $30 millones mensuales que la administración nacional destina al mantenimiento de un servicio que solo se presta en la Capital Federal.
Como si esto no alcanzara, otro de los puntos incluidos en el acta que también se cumplió fue el que consistía en la potestad del gobierno porteño para fijar en forma unilateral las tarifas del servicio, lo cual también se llevó a cabo, apenas 24 horas después del acuerdo, cuando Macri dispuso un aumento de 127% del pasaje, llevándolo de $1,10 a $2,50.
Todo esto podría ser interpretado como parte de una pelea entre dos jurisdicciones que no logran ponerse de acuerdo sobre una cuestión que se encuentra empantanada desde la sanción misma de la ley que le dio autonomía a la Ciudad, de no ser porque el gobierno porteño le cobra a sus ciudadanos un impuesto que va destinado a un fondo que financia obras que nunca se hicieron.
Se trata del "Fondo Permanente para la Ampliación de la Red de Subterráneos", creado por ley, que de una u otra forma pagan casi todos los habitantes de la Ciudad, ya que se encuentra presente en distintas contribuciones que los ciudadanos tributan al Gobierno porteño.
Este Fondo está conformado por la  contribución territorial por "cercanía", que pagan en la tasa de ABL todos aquellos habitantes que viven en un radio de 400 metros de alguna estación del subte, que es un 2,4% sobre el total del impuesto.
El cálculo estimado de recaudación para este año es de 2.667,9 millones de pesos
Además, lo integran un 10% del total de lo recaudado por el impuesto a los automotores (patentes); el 0,03% de la contribución por "mejoras" que pagan los propietarios de inmuebles comprendidos dentro de la zona influencia antes mencionada; y el 5% de la facturación de Autopistas Urbanas (AUSA).
Así, el cálculo estimado de recaudación para este año de todas estas contribuciones es de $2.667,9 millones.
Si se divide esa cifra por la cantidad de habitantes que tiene la Ciudad, que son 2.890.151 según el Censo 2010, el cociente da unos $923 por habitante.
Como los subtes no están presentes en todas las comunas de la Ciudad, hay habitantes que no pagan las contribuciones de cercanía, con lo cual se podría afirmar que en realidad, los ciudadanos que pagan el Fondo tributan mucho más de $1.000 por año.
La ley que creó el Fondo es la 23.514, y fue votada por el Congreso de la Nación en 1987, más de diez años antes de la autonomía porteña, aunque ninguno de los sucesivos gobiernos que tuvo la Ciudad exigió revisar su contenido.
Por el contrario, siguieron recaudando sin invertir ese dinero en las obras, con el agravante en el caso de Macri, de haber inaugurado solo cuatro estaciones en cinco años (Púan, Carabobo, Corrientes y Parque Patricios), durante el mayor período de bonanza económica que recuerde el país en más de 60 años.
Si bien sus antecesores no descollaron, pudieron inaugurar once estaciones entre 1997 y 2007, teniendo que soportar en el medio la peor crisis de la historia argentina.

TIEMPO ARGENTIN
O

lunes, 16 de julio de 2012

"El adulto es el que dice que no entiende de música clásica"



 Tres espectáculos para niños, actualmente en cartel, vienen a demostrar que el ballet, la música clásica y la ópera no son ni aburridos, ni sólo para entendidos. Grandes autores, adaptados para el disfrute de grandes y chicos.

Por: 
Diego Gez
 Las vacaciones de invierno, que arrancan hoy en la Ciudad de Buenos Aires, son un placer para los chicos y un espacio diferente para los más grandes. En ese lapso de 14 días, donde la premisa de salir y divertirse por parte de los niños se vuelve un imperativo, las opciones son muchas y las sorpresas también. Por eso, y buscando esquivar lo esperable del género, tres espectáculos en estas vacaciones de invierno se animan a la quijotada del desafío estructural con la música, el canto y la danza como parte de un tríptico diferente para toda la familia.
Por un lado, El Cascanueces y las princesas encantadas, una adaptación para niños del Cascanueces de Tchaikovsky, diseñada por Juan Lavagna y protagonizada por los primeros bailarines de los teatros Colón y Argentino de La Plata, representa una apuesta que utiliza a la fantasía, la magia y la ingenuidad típicas de la niñez, pero que a la vez suma contemporaneidad con géneros como el break dance y el hip-hop.
En La vuelta al mundo en un violín, otra de las obras que apuesta por salirse de los convencionalismos, se hace foco en compositores clásicos como Mozart, Vivaldi y Schubert, entre otros. Dirigida integralmente por Sergio Feferovich, la idea de realizar un viaje fantástico con la música clásica se vuelve un eje donde brillan 18 músicos en escena.
Pero también se puede encontrar a la ópera en el contexto de estos espectáculos. Dirigida por Silvana D’Onofrio, Bastián y Bastiana es la adaptación de la ópera de Mozart, la pieza de género más reconocida del genial Amadeus que compuso a los 12 años, donde resaltan el amor, la belleza y la amistad como valores a rescatar. Tiempo Argentino reunió a los responsables de estos espectáculos para debatir sobre las características de estas puestas.
 
–Trabajar en la adaptación de una obra siempre es riesgoso. ¿Cómo manejaron esa instancia para el público infantil?
Juan Lavagna: –A nosotros, El Cascanueces nos pareció correcto con lo que buscábamos; y contamos con una apoyatura musical muy fuerte que la teníamos en Tchaikovsky. Nuestra meta era no menospreciar al chico, brindándole un espectáculo que tuviera características distintas, en el sentido que fuera adaptado para ellos pero resaltando la parte lúdica, onírica, jugando con la fantasía e incorporando el hip hop y el break dance. Ahí surgió el concepto, pero a la vez nos apropiamos de otros cuentos, por eso la obra se llama El Cascanueces y las princesas encantadas. Nuestra idea pasaba por no requerir muñecos, ni títeres. Buscábamos que los chicos tuviesen interacción con el escenario y se viesen reflejados con todo lo que arriba pasa.
Sergio Feferovich: –La adaptación, en nuestro caso, no surge tanto de la música misma. La orquesta toca piezas originales, aunque en ocasiones son fragmentos para permitir aludir al viaje por el mundo. Por eso el espectáculo se llama La vuelta al mundo en un violín, y por eso viajamos por el mundo como pretexto. La adaptación pasa por un guión que nos permite hilar los diferentes países por los cuales vamos atravesando.
Silvana D´Onofrio: –Disfruto mucho con todo esto, haciendo las traducciones y jugando con los acentos de las palabras para que coincidan con los acentos musicales. Es parte del juego musical.
–¿En qué elementos trabajaron más para lograr el resultado final de las obras?
SD: –En nuestro ideario, Bastián y Bastiana son ingenuos, pero no son unos tontos. Ese es un hilo muy delgado que requiere mucho trabajo escénico y también hacer que la música cuente a estos personajes de esta manera y no de otra.
 JL: –Como desafío nos propusimos el hecho de que la obra sea chispeante, no muy larga, para contar siempre con la atención del chico.
–Eso siempre es lo más difícil…
JL: –Exactamente. Trabajamos con 18 bailarines egresados del Teatro Colón, pero tres o cuatro de ellos tienen que hacer varios personajes, con un tiempo aceitado para que esos cambios se produzcan. Nos alegra que la crítica haya apreciado todo eso.
SF: –El teatro no es una ciencia exacta, así que todo debe testearse.
– ¿Cómo recibieron los chicos al espectáculo? ¿Y los grandes?
SD: –En la primera función los chicos se acercaban a los cantantes al final de la función para pedirles que se saquen fotos con ellos. Eso es maravilloso. 
SF: –Parte del placer de los chicos es ver cómo los grandes disfrutan. Nos pasó que matrimonios vienen con chicos, pero que después regresan sin ellos a otra función (risas). Me parece que el éxito de la convocatoria no se debe a una sola causa. Una de ellas es el amplio espectro de público que puede disfrutar a La vuelta al mundo en un violín.
–El valor de las tres obras radica también en que no tienen los clichés de las obras para niños…
JL: –Es que también partimos desde eso porque queríamos algo diferente a lo visto en el teatro infantil. Queríamos fijarnos en mantener la cosa clásica porque el chico no le tiene miedo a ese mundo, sino más bien el adulto. El chico rompe las barreras y enseguida establece una relación. El adulto es el que dice, "ah, yo no entiendo de música clásica".
SF: –Al chico, si le gusta la obra, se sienta y aplaude sin miedos. Es todo más puro.
SD: –A mí me gusta que los chicos se interesen por la ópera. La estética es esa, pero con un vestuario, letras, canto en castellano y con la escenografía como uno de los elementos atractivos de la obra, pero siempre con la estética de la ópera.
–Se lo hayan planteado o no, el ser didácticos es otro de los momentos importantes de las propuestas…
SF: –Tengo varios años de servicios en escuelas, así que está implícito en lo que hago. Dirijo orquestas y coros, así que siempre lo pedagógico está innato. Pero el que se propone ser didáctico generalmente aburre, por eso creo que la didáctica más valiosa es la que surge de hacer música, ballet u ópera con alegría y conciencia, donde lo pedagógico se mete sin que uno se dé cuenta.
JL: Es exacto lo que dice Sergio. Nosotros nos proponemos ser didácticos y no aburridos.
–¿Cuál es el análisis que hacen de los otros espectáculos para niños?
SD: –Al ser mamá consumo esos espectáculos. Me parece bueno que los chicos tengan la oportunidad de ver todo. Así muchas veces salimos de una propuesta que no les gustó. Para mí se debe mostrarles todo para que el chico pueda contar con un espíritu crítico. Con el tiempo ellos irán construyendo su acervo cultural.
SF: –No está mal si un nene viene y te dice que no le gusta algún tipo de música. Lo feo es que absorba un preconcepto cultural que sostenga que la música clásica, el ballet y la ópera son aburridos. La base es romper presupuestos para que el chico pueda elegir con libertad y hacerlo intelectualmente más independiente. «
 
 
un regalo muy especial y un sueño con los personajes de los cuentos
 
El Cascanueves y las princesas encantadas. El espectáculo trae al teatro la impronta del baile en versión para niños protagonizada por Julieta Paul, Federico Fernández y Leonardo Reale. 
Historia: transcurre una noche de Navidad en la que Clara, la protagonista, recibe como regalo un muñeco Cascanueces y sueña que vive grandes aventuras junto a él; ambos son atacados por el ejército del Rey de los Ratones, atraviesan el Reino de las Nieves y viajan al País de las Golosinas. A esta versión, se suman personajes de los cuentos preferidos de todos los tiempos, como El gato con botas, Cenicienta, La bella durmiente, Blancanieves y Aladino, entre muchos otros.
Género: Danza
Cuándo: 1, 8, 15 y 22 de julio, a las 11 y 15 horas.
Lugar: Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131, Capital Federal. Tel.: 4864-3200
Precio: Localidades desde $ 60.
 
todos pueden ser directores
 
La vuelta al mundo en un violín. La obra incorpora una orquesta de 18 músicos en escena y acerca a los más chicos la posibilidad de disfrutar de la  música clásica de compositores como Mozart, Schubert y Vivaldi, entre varios otros músicos de raíz formal.
Historia: Bajo la batuta del Maestro Sergio Feferovich, la orquesta de cuerdas “La vuelta al mundo”, formada por músicos argentinos, brinda un concierto con características particulares que permiten disfrutar de la música “académica” a niños y adultos. Los chicos escuchan y participan activamente durante la función, ya sea con movimientos, aplaudiendo al compás de una obra especialmente rítmica o subiendo al escenario como “directores invitados”.
Género: Música clásica.
Cuándo: Domingos a las 11:30 hs. 
Lugar: Teatro de la Comedia. Rodríguez Peña 1062.
Precio: Localidades desde $ 80.
 
dos pastores luchan por su amor en la obra con el sello del gran mozart
 
Bastián y Bastiana. Es la más reconocida de las obras firmadas por Wolfgang Amadeus Mozart  que suma una particularidad: la compuso a los 12 años de edad. La compañía Música en escena presenta una versión para niños, hablada y cantada en castellano. Bastián y Bastiana son dos pastores adolescentes, que se aman pero están separados. Ambos sin saberlo y con el fin de recuperar el amor, recurren al Gran Colás, un caballero, mago y hechicero que recorre el mundo tratando de ayudar a los que lo necesitan. La amistad, el amor y la belleza de espíritu son valores destacados por Mozart en esta ópera. Momentos cómicos, tiernos y románticos que disfrutan todos los espectadores. 
Género: Ópera
Cuándo: 21, 22, 28 y 29 de julio a las 15 hs.
Lugar: Auditorio San Rafael, Ramallo 2606. 
Precio único: $ 80
 
TIEMPO ARGENTINO