jueves, 17 de noviembre de 2011

Aquí no hubo errores ni excesos

Tareas de inteligencia


Las pruebas documentales y periciales concurrentes derriban las coincidencias casuales y las explicaciones del macrismo sobre responsabilidades de individuos que se extralimitaron.
  LOS OBJETIVOS. “Conocer la percepción de la gente” sobre Estados Unidos, la seguridad, el terrorismo, el narcotráfico, la calidad de la democracia, el chavismo y el castrismo, son siete servicios que la consultora Informe Confidencial, le ofrece al Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses, dentro de un documento hallado durante el allanamiento a las oficinas del asesor macrista Duran Barba, ubicadas en la calle Libertad 1240.
La inteligencia de los EE UU argumenta en sus publicaciones de libre acceso en Internet, que la violación de las comunicaciones e intromisión en la vida privada son medios que justifican el fin de detectar mensajes del terrorismo, del narcotráfico, así como espiar al chavismo y al castrismo y a otras corrientes políticas opuestas a los intereses y seguridad de los Estados Unidos. Para estos objetivos también tienen un programa cargado en sus poderosas computadoras espías denominado “public perception”. Primeras coincidencias con los términos del documento secuestrado.

LOS INSUMOS. Las temáticas de investigación de la servicial oferta para “todos los países de Latinoamérica” son claves para la inteligencia estadounidense. Su Agencia Nacional de Seguridad (NSA) emplea módulos teleinformáticos de espionaje electrónico denominados Call Content que procesan 15 millones de comunicaciones telefónicas por cada segundo y en tiempo real, analizando conversaciones grabadas, mensajes de texto e emails, provenientes no sólo de intercepciones sino también de encuestas electrónicas masivas.
Se almacenan en la denominada NSA Call Database, la que crece geométricamente a razón de 9600 Gigabits por segundo, constituyendo por lejos la más voluminosa base de datos digital del mundo, alimentada con información capturada de todas las redes de telefonía, fijas y celulares.
El Call Content además se alimenta de las encuestas telefónicas automáticas georreferenciadas, para lo cual necesita de un operador local con licencia específica que pueda realizarlas en las redes de teléfonos fijos y celulares argentinas. Este tipo de servicio telefónico, fundamental para la National Security Agency, que provee de valiosos insumos al sofisticado analizador de “percepciones”, es el que también prestan Connectic SRL y Tag Continental, dirigidas por los socios del asesor de Mauricio Macri. Otra infeliz coincidencia.

LA TECNOLOGÍA. La “gestión automática de correos electrónicos y envío masivo de mensajes de texto (SMS) “son las operaciones autorizadas que les permiten subir en dirección sur a norte, la data recolectada localmente hacia un servidor de Miami, vía USA Telecom . Es el mismo camino, pero recorrido de norte a sur, mediante el cual triangulaban las falsas encuestas contra Daniel Filmus. Ambas empresas tenían parte de sus computadoras en la misma oficina 33 de la calle Libertad donde Gendarmería Nacional encontró la oferta para los militares estadounidenses.
A la revelación del domingo pasado en Tiempo Argentino, de Durán Barba trabajando para el Pentágono, sumemos la envergadura del equipamiento teleinformático utilizado por esta asociación empresarial, que fuera detallado por Telecom Argentina ante el juez Lijo, con capacidad para diseminar 1920 llamadas difamatorias por minuto contra Daniel Filmus.
Además tengamos en cuenta que los informes técnicos periciales presentados en los tribunales federales demuestran que en las intercepciones telefónicas a la Legislatura Porteña se usó el mismo tipo de canal teleinformático E3 de 155 Mbps, el mismo multiplex de comunicaciones y el mismo modus operandi de triangulación con Estados Unidos. Tercera y definitiva coincidencia

LA AGENCIA. Las pruebas documentales y periciales concurrentes derriban las coincidencias casuales y las explicaciones del macrismo sobre responsabilidades de individuos que se extralimitaron en sus funciones o en las tareas para las cuales fueron contratados. Aquí no hubo errores ni excesos del asesor estrella de Mauricio Macri, o del espía Ciro James o del ex jefe policial Fino Palacios. Estamos ante una agencia organizada para la inteligencia, la difamación y el espionaje, equipada con tecnología de avanzada, que trabajó para la Jefatura de gobierno de Buenos Aires y al menos ofreció sus servicios al US Southern Command.
El espionaje y la difamación, además de ilegales y repugnantes, son peligrosamente contaminantes de las libertades e institucionalidad democráticas. Peor aun es que empresas contratadas por el Estado y pagadas con nuestros impuestos, operen además como usinas generadoras de información estratégica para la inteligencia o para los militares estadounidenses, ofertando sus servicios ilegales de infiltración en las redes de cualquier pais latinoamericano, comprometiendo seguridad y soberanía nacionales y regionales.

TIEMPO ARGENTINO

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