miércoles, 3 de julio de 2013

laura bonaparte

Homenaje a Laura Bonaparte


Quiero rendir homenaje a Laura Bonaparte, quien falleció el ultimo 23 de junio a los 88 años

Laura Bonaparte, fundadora de Madres de Plaza de Mayo, militante, psicoanalista, feminista, luchadora incansable por los derechos humanos.

Nació en Entre Ríos, hija de un juez socialista que le abrió la puerta a su primera militancia: alfabetizó desde su adolescencia a personas privadas de su libertad en la cárcel de Paraná. Desde ese momento, siguió militando toda su vida.

Luchó en organizaciones políticas, en organizaciones feministas, abrió camino en el campo de la salud mental. Militaba por la conciencia social, pero también por el empoderamiento de las mujeres peleando en una sociedad patriarcal.

Y mientras militaba construyó una familia; crió a sus hijos en un contexto de reto a los poderes constituidos. Militó en política antes de que lo hicieran sus hijos. Ella era madre de sus hijos, pero era también madre del compromiso de sus hijos por una sociedad mejor.

Luego vino el horror; su familia fue diezmada. Tres de sus cuatro hijos, Aída Leonor o Noni, Irene o Irenita y Víctor; su ex marido y padre de sus hijos, Santiago Bruschtein; el compañero de Noni, Adrián Saigón; el marido de Irene, Mario Ginsberg, y la compañera de Víctor, Jacinta Levi, fueron víctimas del terrorismo de Estado.

Todos esos nombres y sus fotos se colgaba del pecho.

Siete rostros que la acompañaron en su lucha para siempre.

Laura sostuvo sus luchas. Sostuvo siempre el deseo de felicidad, Sabía que la lucha era la posibilidad de una alegría que podía compartir y allí estaba siempre, con su fresca sonrisa, junto a diferentes colectivos, apoyando sus causas. Por eso siguió atendiendo pacientes, bailando, festejando la aparición de una agrupación como Hijos.

Durante su exilio en México, trabajó como observadora de Amnistía Internacional en campos de refugiados en El Salvador y en la frontera con Guatemala.

Con el mismo compromiso y solidaridad internacional, viajó a Bosnia para solidarizarse con las mujeres musulmanas cuyas familias habían sido víctimas de la política de exterminio étnico de serbios y croatas.

Ella siempre supo que su lucha no era sólo por los desaparecidos en la Argentina, sino una lucha por todos los oprimidos y contra todas las opresiones.

Fue activa integrante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo y una promotora temprana de la campaña internacional para que se declarara delito de lesa humanidad a la desaparición forzada de personas, lo que determinó su imprescriptibilidad y abrió así la única posibilidad real de justicia que nos quedaba cuando todavía regían las leyes de impunidad.

Con la misma decisión, valentía y compromiso con la memoria, presentó el recurso de amparo que finalmente  impidió que se rematara el predio de la ex ESMA.

Psicóloga y psicoanalista, reflexiva y osada, se atrevió a pensar el rol no político de las Madres al preguntarse qué quedaba de la identidad de una madre cuando sus hijos desaparecían.

Porque Laura decía:
Recuperar nuestra capacidad de pensar en medio de tanta brutalidad quiere decir recuperar nuestra dignidad.

Refugió en su casa gente perseguida cuando avanzó la noche de la represión. Apoyó la lucha por los derechos de la diversidad sexual.

Luchó por los derechos sexuales y reproductivos, presentando con la Comisión por el Derecho al Aborto (y por mesa de entradas del Congreso), el primer proyecto de ley de aborto legal en 1988.

Podemos recordar a Laura en muchas y disímiles situaciones. Pero en cada recuerdo aparece el lugar de cuestionamiento, de irrupción, de innovación. Pionera en todo. Corajuda sin duda.

La recordamos haciendo huelga de hambre en México cuando la dictatura declaró muertos a los desaparecidos.

La recordamos bailando, riendo, repartiendo preservativos en el Congreso, convirtiendo la realidad en un cuento en un programa de radio, sirviendo comida a sus amigos o corriendo de la policía; encadenada junto a compañeras trans o marchando como Madre alrededor de la Pirámide de Mayo

Todo esto y seguramente mucho más fue Laura Bonaparte. Y por eso con este homenaje queremos rendir tributo a sus luchas.

Laura, te despedimos con profunda tristeza, pero te honramos con la alegría y con la entereza que siembran en la vida personas como vos.

Hasta siempre, compañera Laura Bonaparte.

Mara Brawer
03/07/2013


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