Una mañana sin clases por Francisco
El Ministerio de Educación argumentó que la medida se debe a la “alegría de todos los argentinos de buena voluntad”. Legisladores de la oposición y el dirigente de UTE-Ctera criticaron la decisión, al recordar que la escuela pública es laica.
Por Werner Pertot
Desde el jueves, una bandera del Vaticano se sumó a la argentina en la Plaza de la República.
El gobierno de Mauricio Macri decretó asueto para el turno mañana de todas las escuelas públicas y privadas el martes 19 en honor a la asunción de Jorge Bergoglio como Papa. La decisión fue anunciada en un breve comunicado, en el que la gestión PRO advirtió que se alegraron por la elección del cardenal “todos los argentinos de buena voluntad”, entre los argumentos para decretar el asueto. La medida fue criticada por legisladores de la oposición porteña, que propusieron como alternativas que no se les descontara la falta a quienes quisieran asistir al acto central en la Plaza de Mayo, donde se instalará una pantalla gigante. El ex ministro de Educación macrista Mariano Narodowski se mostró, por primera vez, “absolutamente en contra” de una decisión de la gestión PRO.
La medida del gobierno de Macri se suma a una serie de señales que vienen dando en los últimos días, en sintonía con la elección de Bergoglio, un cardenal muy cercano a diversos dirigentes del PRO: la primera fue iluminar los monumentos públicos –como la Pirámide de Mayo– con los colores blanco y amarillo, la segunda fue izar la bandera del Vaticano en la Plaza de la República.A esto se suma el asueto, que será para las escuelas primarias y secundarias, tanto públicas como privadas, confesionales o no (incluye, por ejemplo, a los colegios judíos), sólo para el turno mañana. La ceremonia de iniciación del papado se calcula para las 5.30, hora de Argentina. El comunicado del Ministerio de Educación porteño señala como argumentos para la medida que “la Ciudad considera que la elección del papa Francisco es uno de los acontecimientos más importantes que se han producido a lo largo de toda la historia argentina y que excede, largamente, el fenómeno religioso”.
“Desde la Ciudad, resaltaron que se han sumado a esta alegría todos los argentinos de buena voluntad en un arco que integran con igual fuerza y valores los católicos y los no católicos, los creyentes de cualquier credo o religión y los que no profesan ninguna”, dice el comunicado oficial. Las oraciones tienen un sujeto tácito: el ministro de Educación, Esteban Bullrich, no hizo comentarios sobre el decreto. Por último, el comunicado de la gestión PRO asegura que “fuentes de la cartera educativa agregaron que el asueto promueve que el martes 19, creyentes o no creyentes, religiosos o laicos, se unan en una celebración compartida por la elección de este eminente argentino, nacido, criado y educado en nuestra ciudad”.
“Absolutamente en contra de un asueto en las escuelas públicas con motivo de la asunción de Francisco”, tuiteó Narodowski, en su primera disidencia pública con las medidas de su sucesor en el Ministerio de Educación porteño. “El lugar de los chicos es la escuela pública. Todos los días. Incluso para hablar, debatir y aprender sobre la asunción del papa Francisco”, argumentó Narodowski.
“No se justifica que se dicte un asueto en las escuelas públicas de la ciudad, más allá de la importancia histórica del hecho en sí”, advirtió el legislador kirchnerista Francisco “Tito” Nenna. “Resulta totalmente contradictorio que el gobierno de Mauricio Macri y el ministerio de Esteban Bullrich dicten un asueto para este evento y luego se quejen cuando hay protestas, paros y reclamos docentes que llevan a que se pierdan días de clase”, indicó. “Hubiera sido distinto que las escuelas privadas y religiosas hubiesen comunicado a los padres que no había clases por la asunción del nuevo papa –argumentó Nenna–, pero no se justifica de ningún modo para las escuelas públicas.”
“Se están confundiendo un tema como es el religioso con cuestiones de Estado. Obviamente no es algo menor que asuma un papa que es de Argentina. No nos ponemos en una posición contraria al sentir religioso, pero un Estado debe separar la educación pública de las cuestiones religiosas”, consideró el legislador de Buenos Aires para Todos Fabio Basteiro. “Sería mejor si dejaran en libertad de conciencia a los padres para mandar o no a los chicos a la escuela ese día. Un asueto es una cuestión delicada. Hay que hacerse eco de las propias enseñanzas de Francisco: la responsabilidad y la humildad. Eso lo tendría que entender Macri.”
“No me gusta del comunicado lo de ‘argentinos de buena voluntad’. ¿Qué quiere decir? ¿Que los que no se alegraron son de mala voluntad? Yo no me siento interpelado especialmente por la asunción de este papa. Y no por eso soy un argentino de mala voluntad”, destacó Pablo Bergel, de Proyecto Sur. Sobre la medida, consideró que “en todo caso, habría que justificarle la falta a los chicos que quieran faltar por esa razón, pero no decretar asueto. Es lo mismo cuando hay una festividad judía. Las escuelas tienen que estar abiertas. Es una institución laica”. La legisladora de Nuevo Encuentro Delia Bisutti consideró que la medida era “insólita y desacertada. Mejor compartir un hecho importante en la escuela”.
“Tenemos que resaltar que desde 1884, con la ley 1420, la educación es laica: incluye todas las creencias, más los agnósticos y los ateos. Es un orgullo la laicidad de la escuela pública”, indicó Eduardo López, secretario general de UTE-Ctera. “Esta es la primera reflexión que me surge, y aclaro a título personal que yo soy católico. Pero no me atrevo a generalizar mi creencia avanzando sobre las libertades individuales de toda la comunidad educativa. No impediría nunca que quien quiera ir a manifestarse vaya. Eso también forma parte del respeto a la diversidad.”
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