El procesamiento de Jaime Durán Barba y sus socios por la campaña sucia contra Daniel Filmus hiere uno de los centros de gravedad del macrismo: su política comunicacional. Todas las sospechas que fueron confirmadas.
Es para recordarlo. Las reacciones iniciales del macrismo cuando se produjeron las primeras denuncias por la campaña sucia organizada desde el PRO contra la candidatura de Daniel Filmus fueron de antología. Por un lado, Jaime Durán Barba diciendo “No tengo ninguna empresa en Argentina. A Rodrigo Lugones lo conozco, fue alumno mío”. Hablaba de su socio de negocios, alguien de su extremísima confianza. En la conferencia de prensa inmediata Durán Barba, como si se tratara de un funcionario del gobierno del PRO, apareció junto con Horacio Rodríguez Larreta y Marcos Peña, todos muy sonrientes y entonando los versículos conocidos de la comunicación macrista: “El único que hace campaña sucia es el Gobierno Nacional”, etc.
La noticia del procesamiento de Durán Barba (también consultor del nuevo presidente golpista del Paraguay) por violación del artículo 140 del Código Electoral quedó disminuida ante el desmadre camionero, amén del conocido blindaje mediático. Aun así es notorio cómo respondió el Pro: Macri no dijo nada (pero nada de nada), otros contestaron “no nos sorprende la noticia” (como si naturalizar la previsibilidad quitara gravedad) y un día después mandaron a María Eugenia Vidal a ir para atrás: “es una maniobra del Gobierno nacional”, “confiamos en la inocencia absoluta de Jaime”. La vicejefa de Gobierno dijo más y nadie le pegó por eso (excepto Daniel Filmus, ver recuadro): “El PRO y Macri seguirán trabajando con Jaime porque es una persona que nos acompaña hace muchos años”.
Es para recordarlo también: cuando por su reacción ante los incidentes del Parque Indoamericano (“inmigración descontrolada”, “organizaciones delictivas”) Macri negó las acusaciones de ser xenófobo diciendo que cómo podía serlo “si mi principal asesor (por Jaime Durán Barba) es ecuatoriano”. Es decir que no se trata de otro procesamiento más vinculado con la gestión del Pro que se suma al del propio Macri por las escuchas ilegales. Es el procesamiento de alguien que pertenece al corazón más sagrado del macrismo: el de su comunicación. Y se suma al del Fino Palacios, primer jefe de la Metropolitana, por la causa Amia. Quedan unas cuantas causas pendientes alrededor: entre ellas, las generadas por el accionar de la Ucep. O la del presidente de la Fundación (macrista) Pensar, Matteo Goretti, por el achaque de 60 piezas arqueológicas.
La noticia del procesamiento de Durán Barba (también consultor del nuevo presidente golpista del Paraguay) por violación del artículo 140 del Código Electoral quedó disminuida ante el desmadre camionero, amén del conocido blindaje mediático. Aun así es notorio cómo respondió el Pro: Macri no dijo nada (pero nada de nada), otros contestaron “no nos sorprende la noticia” (como si naturalizar la previsibilidad quitara gravedad) y un día después mandaron a María Eugenia Vidal a ir para atrás: “es una maniobra del Gobierno nacional”, “confiamos en la inocencia absoluta de Jaime”. La vicejefa de Gobierno dijo más y nadie le pegó por eso (excepto Daniel Filmus, ver recuadro): “El PRO y Macri seguirán trabajando con Jaime porque es una persona que nos acompaña hace muchos años”.
Es para recordarlo también: cuando por su reacción ante los incidentes del Parque Indoamericano (“inmigración descontrolada”, “organizaciones delictivas”) Macri negó las acusaciones de ser xenófobo diciendo que cómo podía serlo “si mi principal asesor (por Jaime Durán Barba) es ecuatoriano”. Es decir que no se trata de otro procesamiento más vinculado con la gestión del Pro que se suma al del propio Macri por las escuchas ilegales. Es el procesamiento de alguien que pertenece al corazón más sagrado del macrismo: el de su comunicación. Y se suma al del Fino Palacios, primer jefe de la Metropolitana, por la causa Amia. Quedan unas cuantas causas pendientes alrededor: entre ellas, las generadas por el accionar de la Ucep. O la del presidente de la Fundación (macrista) Pensar, Matteo Goretti, por el achaque de 60 piezas arqueológicas.
El arte de engañar. La jueza federal María Servini de Cubría procesó a Durán Barba y sus asociados entendiendo que el primero hizo de responsable operativo de la campaña sucia. Al enchastrar intencionalmente a Filmus vinculándolo con los enjuagues de Sergio Shoklender e inventando otras macanas, Durán Barba habría inducido a engaños al electorado, lo que implica violar el artículo 140 del Código Electoral. La pena prevista es de prisión: dos meses a dos años. El procesamiento incluye a los socios Rodrigo Lugones y Guillermo Garat, más un embargo de 130 mil pesos sobre los bienes de los tres protagonistas.
Rebobinando, Lugones es aquel que no era un simple ex alumno. No bien saltó la denuncia de Filmus pudo establecerse que hacía de nexo entre el consultor de Macri, la campaña de encuestas falsas y las empresas que comenzó a investigar la Justicia. 48 horas y siete allanamientos después de las primeras denuncias se fueron sabiendo suficientes cosas. Que existía un cartel que decía “Durán Barba y Asociados” en una de las empresas allanadas, que en sus tarjetas de presentación Lugones aparecía como director ejecutivo de la consultora del ecuatoriano, que los apellidos Durán Barba y Lugones se cruzaban más de una vez en torno de contratos hechos o por hacer entre la consultora y el Gobierno de la Ciudad. Lugones, alguna vez cercano al Coti Nosiglia, colaboró también con Diego Santilli, ministro de Espacio Público del gobierno porteño.
Tag Continental es una de las empresas involucradas en el sofisticado sistema que se puso en marcha para la campaña sucia, capaz de efectuar miles de llamados. También es la empresa que se presentó como única oferente y contratada por el gobierno de Macri para brindar un “servicio de sistema de llamadas automáticas por el período de un año con resultados georreferenciados”. La autopresentación de Tag Continental es o era la siguiente: “Somos una empresa especializada en soluciones tecnológicas para la comunicación política, campañas electorales, micromarketing y comunicación directa para empresas… Nuestro foco está en las personas, ellas son votantes y son consumidores. Y cada una es distinta de la otra, desde su ADN hasta sus motivaciones, miedos e intereses”.
Rebobinando, Lugones es aquel que no era un simple ex alumno. No bien saltó la denuncia de Filmus pudo establecerse que hacía de nexo entre el consultor de Macri, la campaña de encuestas falsas y las empresas que comenzó a investigar la Justicia. 48 horas y siete allanamientos después de las primeras denuncias se fueron sabiendo suficientes cosas. Que existía un cartel que decía “Durán Barba y Asociados” en una de las empresas allanadas, que en sus tarjetas de presentación Lugones aparecía como director ejecutivo de la consultora del ecuatoriano, que los apellidos Durán Barba y Lugones se cruzaban más de una vez en torno de contratos hechos o por hacer entre la consultora y el Gobierno de la Ciudad. Lugones, alguna vez cercano al Coti Nosiglia, colaboró también con Diego Santilli, ministro de Espacio Público del gobierno porteño.
Tag Continental es una de las empresas involucradas en el sofisticado sistema que se puso en marcha para la campaña sucia, capaz de efectuar miles de llamados. También es la empresa que se presentó como única oferente y contratada por el gobierno de Macri para brindar un “servicio de sistema de llamadas automáticas por el período de un año con resultados georreferenciados”. La autopresentación de Tag Continental es o era la siguiente: “Somos una empresa especializada en soluciones tecnológicas para la comunicación política, campañas electorales, micromarketing y comunicación directa para empresas… Nuestro foco está en las personas, ellas son votantes y son consumidores. Y cada una es distinta de la otra, desde su ADN hasta sus motivaciones, miedos e intereses”.
Excelencia profesional. En el currículum de Lugones, como publicó este medio en su momento, se menciona la “experiencia política bicultural” del socio de Durán Barba y su participación “en campañas electorales y organizaciones políticas tanto en Estados Unidos de América como en Latinoamérica”. Una de esas campañas fue la presidencial de Fernando de la Rúa. “Su práctica profesional –dice también ese CV– se enfoca en encontrar y desarrollar herramientas y formatos de comunicación que no sean utilizadas por la política local, buscando una mayor efectividad y eficiencia en la vinculación con los electores.”
De estas cosas hablaron los medios que eligieron informar sobre la denuncia de Filmus. Servini de Cubría confirmó las sospechas. Que Rodrigo Lugones “es socio fundador de TAG Continental y Opinión Confidencial y socio de Guillermo Garat”. Que la campaña de intoxicación se hizo desde un carrier en los Estados Unidos que pertenece a otra de las empresas mencionadas desde el principio, Connectic SRL, de la que Guillermo Garat es socio.
En su libro El arte de ganar. Cómo usar el ataque en campañas exitosas, Durán Barba escribió este párrafo sobre cómo tratar a los adversarios políticos: “Hiera su honor con el ataque... Lo grave para él es que, cuando usted triunfe, la gente creerá que la acusación fue cierta”. El fallo de procesamiento parece hacer justicia no sólo ante un modo de cometer un delito, sino una manera de perpetrar política.
De estas cosas hablaron los medios que eligieron informar sobre la denuncia de Filmus. Servini de Cubría confirmó las sospechas. Que Rodrigo Lugones “es socio fundador de TAG Continental y Opinión Confidencial y socio de Guillermo Garat”. Que la campaña de intoxicación se hizo desde un carrier en los Estados Unidos que pertenece a otra de las empresas mencionadas desde el principio, Connectic SRL, de la que Guillermo Garat es socio.
En su libro El arte de ganar. Cómo usar el ataque en campañas exitosas, Durán Barba escribió este párrafo sobre cómo tratar a los adversarios políticos: “Hiera su honor con el ataque... Lo grave para él es que, cuando usted triunfe, la gente creerá que la acusación fue cierta”. El fallo de procesamiento parece hacer justicia no sólo ante un modo de cometer un delito, sino una manera de perpetrar política.
En las barbas de Macri
Filmus y lo que dijo la vicejefa
Filmus y lo que dijo la vicejefa
En Página/12 fue el segundo título de tapa en importancia. En La Nación bastante menos, pero un titular destacado. En Clarín un rinconcito apretado en el ángulo inferior derecho de la portada, que a su vez remitía a apenas una columna y media de texto en la página… 19. Así se cubrió en tres diarios la noticia del procesamiento de Jaime Durán Barba y sus asociados. Al día siguiente, la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, salió a reiterar esta frase: usada por el macrismo desde que saltó el escándalo: “Nosotros no hicimos campaña sucia”.
La víctima de esa campaña sucia tomada bien en serio por la Justicia, Daniel Filmus, salió a responder diciendo que “los dichos de Vidal comprometen aún más a (Jaime) Durán Barba y al Gobierno de la Ciudad”. Filmus dijo también que “al hacer cargo al PRO y a Mauricio Macri de la denuncia que, hasta ahora, había dado por resultado sólo el procesamiento de Durán Barba y sus socios, Vidal pone en evidencia quién lo contrató para la campaña sucia”. Además de añadir detalles acerca de cómo la Justicia probó
y describió el tipo de ingeniería tecnológica que se puso en marcha contra su candidatura, Filmus contó que en ese período, “en las computadoras de otra empresa del grupo, Connectic, se encontraron los mensajes falsos y difamatorios” y que “durante la campaña porteña ese contrato se amplió por 900.000 llamadas más que costaron 220.000 pesos”. “Estos contratos –explicó el senador– figuran de forma oficial y fueron autorizados por Horacio Rodríguez Larreta.” Filmus dijo también que en algunos casos desde los sistemas informáticos se llamaba siete veces a cada hogar, para preguntar finalmente: “¿Fue el kirchnerismo quién lo hizo'?
La víctima de esa campaña sucia tomada bien en serio por la Justicia, Daniel Filmus, salió a responder diciendo que “los dichos de Vidal comprometen aún más a (Jaime) Durán Barba y al Gobierno de la Ciudad”. Filmus dijo también que “al hacer cargo al PRO y a Mauricio Macri de la denuncia que, hasta ahora, había dado por resultado sólo el procesamiento de Durán Barba y sus socios, Vidal pone en evidencia quién lo contrató para la campaña sucia”. Además de añadir detalles acerca de cómo la Justicia probó
y describió el tipo de ingeniería tecnológica que se puso en marcha contra su candidatura, Filmus contó que en ese período, “en las computadoras de otra empresa del grupo, Connectic, se encontraron los mensajes falsos y difamatorios” y que “durante la campaña porteña ese contrato se amplió por 900.000 llamadas más que costaron 220.000 pesos”. “Estos contratos –explicó el senador– figuran de forma oficial y fueron autorizados por Horacio Rodríguez Larreta.” Filmus dijo también que en algunos casos desde los sistemas informáticos se llamaba siete veces a cada hogar, para preguntar finalmente: “¿Fue el kirchnerismo quién lo hizo'?
MIRADAS AL SUR
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