El PRO había acompañado la Ley 4008 que se aprobó en la Legislatura por unanimidad
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Representantes de las 29 empresas autogestionadas en la Ciudad de Buenos Aires, cuyo futuro está en duda, se reunirán mañana. Legisladores de distintos bloques de la oposición buscan las alternativas para garantizar su protección.
Aunque el veto que Mauricio Macri impuso a la Ley 4008 que prorrogaba hasta el año 2017 el régimen de protección a 29 fábricas recuperadas que funcionan en la Ciudad de Buenos Aires generó fuertes críticas, pocos aseguraron haberse sentido sorprendidos por la decisión del jefe de gobierno aun cuando el bloque del PRO en su conjunto acompañó el proyecto del ex legislador Diego Kravetz.
La decisión de Macri de quitar protección a una de las experiencias más ricas y prolíficas legadas de la fuerte crisis económica, política y social que provocó el proyecto neoliberal en la Argentina movilizó a trabajadores, legisladores de la oposición y distintas organizaciones sociales, políticas y culturales que ya plantean diversas líneas de acción para resistir el abandono macrista.
Hugo Fusec, trabajador de la Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios Limitada (ex Empresa Gráfica Conforti) aseguró a Tiempo Argentino que hoy se reunirán con legisladores de la oposición para transmitirles su preocupación y mañana se juntarán representantes de todas las empresas recuperadas de la Ciudad para delinear un plan de lucha: “Lo haremos, sabiendo que debemos ser inteligentes y no darle pie al gobierno de Macri para victimizarse. Lo que tenemos bien en claro es que las empresas no las vamos a entregar”, sentenció Fusec.
Entre los legisladores de la oposición la respuesta tampoco se hizo esperar. La diputada y presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, Delia Bisutti (Nuevo Encuentro) encabezará hoy junto a los también legisladores Francisco “Tito” Nenna (FPV) y Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular) una conferencia de prensa en la que manifestarán su rechazo al veto.
“Macri quiere dar marcha atrás y erradicar la experiencia de las fábricas recuperadas. Es una clara demostración de una ideología de derecha y de quien representa a los sectores empresarios más concentrados”, dijo a Tiempo Ibarra, y vaticinó que “dependerá de la movilización de sectores sociales y políticos conseguir que no prospere esta decisión del Ejecutivo porteño que no se caracteriza ni caracterizó por su sensibilidad social”.
En la misma línea se pronunció el legislador Julio Raffo, quien reconoció que en Proyecto Sur la decisión de Macri no sorprendió “es coherente con la concepción insensible a temas sociales del macrismo. Sigue confundiendo gobernar con eficientismo empresarial, por eso cortan programas sociales”.
Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro) recordó además que “la ley se votó por unanimidad, todo el bloque del PRO la acompañó” y destacó el rol de las empresas recuperadas, no sólo en la preservación de puestos de trabajo durante los momentos más duros de la crisis sino su capacidad para generar nuevos empleos y trascender lo meramente productivo para convertirse en experiencias de desarrollo social y cultural. El legislador de Nuevo Encuentro hizo hincapié en que, de las 83 leyes que lleva vetadas Macri en apenas cuatro años, 70 de ellas contaban con el respaldo de los diputados del PRO, y confió en que esa fuerza acompañe al resto de los bloques para volver a sacar la prórroga adelante. Para lograrlo necesitan el voto de dos tercios de los legisladores.
Sin embargo, aunque en un primer momento acompañaron masivamente la iniciativa, desde el PRO ya comenzaron a poner en duda esta posibilidad. En diálogo con este diario, Martín Ocampo dijo que ahora analizarán las razones del veto: “A partir de ahí tenemos dos caminos aceptarlo o rechazarlo”, dijo, aunque matizó la posibilidad de votar un rechazo. “Tenemos una política general cuando hay un veto del Ejecutivo de no insistir en la sanción de la ley salvo circunstancias excepcionales, eso sucedió sólo en dos o tres ocasiones y siempre en el marco de un acuerdo previo con el Ejecutivo.”
El veto de Macri apunta al artículo sexto de la Ley 4008 que establece la conformación de una mesa que reúna a representantes del Ejecutivo, legisladores, al ministro de Desarrollo Económico y un representante por empresa. “Argumenta –explicó Eduardo Montes referente de la Gráfica Patricios– que los trabajadores no podemos involucrarnos en la gestión pública ni instar al Ejecutivo a que cumpla la ley.”
Kravetz cargó con dureza contra el Ejecutivo porteño. “Es un retroceso en las políticas públicas”, dijo y resaltó que la ley “se mostró exitosa porque en capital permitió sobrevivir a 29 fábricas y mantener 2000 puestos de trabajo, que es mucho más de lo que puede demostrar el ministro de Desarrollo Económico Francisco Cabrera. Demuestra que la política pública para generar empleo tienen que venir de afuera porque desde ese ministerio no se hace nada.”
Fusec aseguró que la lucha de las fábricas recuperadas no es un tema sólo porteño y aseguró que empieza a nacionalizarse, aunque destacó que en los últimos años han podido trabajar a la par de los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Nación. “Es una cuestión pura y exclusivamente política y a la política se la derrota con más política, dijo sobre la embestida macrista y sentenció: “Somos la antítesis del proyecto que propone Macri para la Ciudad, pero las empresas recuperadas vamos a ir todavía por más, por más y mejor trabajo, por más inclusión social y por más dignidad.”
TIEMPO ARGENTINO
Fábricas recuperadas: tras el veto los trabajadores preparan un plan de acción
Representantes de las 29 empresas autogestionadas en la Ciudad de Buenos Aires, cuyo futuro está en duda, se reunirán mañana. Legisladores de distintos bloques de la oposición buscan las alternativas para garantizar su protección.
Aunque el veto que Mauricio Macri impuso a la Ley 4008 que prorrogaba hasta el año 2017 el régimen de protección a 29 fábricas recuperadas que funcionan en la Ciudad de Buenos Aires generó fuertes críticas, pocos aseguraron haberse sentido sorprendidos por la decisión del jefe de gobierno aun cuando el bloque del PRO en su conjunto acompañó el proyecto del ex legislador Diego Kravetz.
La decisión de Macri de quitar protección a una de las experiencias más ricas y prolíficas legadas de la fuerte crisis económica, política y social que provocó el proyecto neoliberal en la Argentina movilizó a trabajadores, legisladores de la oposición y distintas organizaciones sociales, políticas y culturales que ya plantean diversas líneas de acción para resistir el abandono macrista.
Hugo Fusec, trabajador de la Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios Limitada (ex Empresa Gráfica Conforti) aseguró a Tiempo Argentino que hoy se reunirán con legisladores de la oposición para transmitirles su preocupación y mañana se juntarán representantes de todas las empresas recuperadas de la Ciudad para delinear un plan de lucha: “Lo haremos, sabiendo que debemos ser inteligentes y no darle pie al gobierno de Macri para victimizarse. Lo que tenemos bien en claro es que las empresas no las vamos a entregar”, sentenció Fusec.
Entre los legisladores de la oposición la respuesta tampoco se hizo esperar. La diputada y presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, Delia Bisutti (Nuevo Encuentro) encabezará hoy junto a los también legisladores Francisco “Tito” Nenna (FPV) y Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular) una conferencia de prensa en la que manifestarán su rechazo al veto.
“Macri quiere dar marcha atrás y erradicar la experiencia de las fábricas recuperadas. Es una clara demostración de una ideología de derecha y de quien representa a los sectores empresarios más concentrados”, dijo a Tiempo Ibarra, y vaticinó que “dependerá de la movilización de sectores sociales y políticos conseguir que no prospere esta decisión del Ejecutivo porteño que no se caracteriza ni caracterizó por su sensibilidad social”.
En la misma línea se pronunció el legislador Julio Raffo, quien reconoció que en Proyecto Sur la decisión de Macri no sorprendió “es coherente con la concepción insensible a temas sociales del macrismo. Sigue confundiendo gobernar con eficientismo empresarial, por eso cortan programas sociales”.
Gonzalo Ruanova (Nuevo Encuentro) recordó además que “la ley se votó por unanimidad, todo el bloque del PRO la acompañó” y destacó el rol de las empresas recuperadas, no sólo en la preservación de puestos de trabajo durante los momentos más duros de la crisis sino su capacidad para generar nuevos empleos y trascender lo meramente productivo para convertirse en experiencias de desarrollo social y cultural. El legislador de Nuevo Encuentro hizo hincapié en que, de las 83 leyes que lleva vetadas Macri en apenas cuatro años, 70 de ellas contaban con el respaldo de los diputados del PRO, y confió en que esa fuerza acompañe al resto de los bloques para volver a sacar la prórroga adelante. Para lograrlo necesitan el voto de dos tercios de los legisladores.
Sin embargo, aunque en un primer momento acompañaron masivamente la iniciativa, desde el PRO ya comenzaron a poner en duda esta posibilidad. En diálogo con este diario, Martín Ocampo dijo que ahora analizarán las razones del veto: “A partir de ahí tenemos dos caminos aceptarlo o rechazarlo”, dijo, aunque matizó la posibilidad de votar un rechazo. “Tenemos una política general cuando hay un veto del Ejecutivo de no insistir en la sanción de la ley salvo circunstancias excepcionales, eso sucedió sólo en dos o tres ocasiones y siempre en el marco de un acuerdo previo con el Ejecutivo.”
El veto de Macri apunta al artículo sexto de la Ley 4008 que establece la conformación de una mesa que reúna a representantes del Ejecutivo, legisladores, al ministro de Desarrollo Económico y un representante por empresa. “Argumenta –explicó Eduardo Montes referente de la Gráfica Patricios– que los trabajadores no podemos involucrarnos en la gestión pública ni instar al Ejecutivo a que cumpla la ley.”
Kravetz cargó con dureza contra el Ejecutivo porteño. “Es un retroceso en las políticas públicas”, dijo y resaltó que la ley “se mostró exitosa porque en capital permitió sobrevivir a 29 fábricas y mantener 2000 puestos de trabajo, que es mucho más de lo que puede demostrar el ministro de Desarrollo Económico Francisco Cabrera. Demuestra que la política pública para generar empleo tienen que venir de afuera porque desde ese ministerio no se hace nada.”
Fusec aseguró que la lucha de las fábricas recuperadas no es un tema sólo porteño y aseguró que empieza a nacionalizarse, aunque destacó que en los últimos años han podido trabajar a la par de los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Nación. “Es una cuestión pura y exclusivamente política y a la política se la derrota con más política, dijo sobre la embestida macrista y sentenció: “Somos la antítesis del proyecto que propone Macri para la Ciudad, pero las empresas recuperadas vamos a ir todavía por más, por más y mejor trabajo, por más inclusión social y por más dignidad.”
TIEMPO ARGENTINO
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