sábado, 17 de diciembre de 2011

Un “vetador serial” que no tiene remedio

Macri anuló la ley que prohíbe la venta de medicamentos en góndolas, kioscos y bares


La ley, que adhería a una normativa nacional vigente en 23 provincias, había sido aprobada por la oposición porteña y rechazada por el PRO. Legisladores opositores advierten que el veto obedece al “lobby de intereses económicos”.

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Denuncian que Macri privilegió las relaciones del PRO con una cadena de farmacias por sobre otro interés.
Casi un mes después de su aprobación por la Legislatura porteña, el jefe de Gobierno Mauricio Macri vetó la ley que prohibía la venta de medicamentos en góndolas, kioscos y bares de la Ciudad de Buenos Aires. La ley, por la cual se adhería a la normativa nacional que ya rige en los otros 23 distritos del país, habilitaba la venta de medicamentos exclusivamente en farmacias. Hasta última hora de ayer, el veto no había sido publicado, pero fuentes parlamentarias confirmaron que había sido firmado. La noticia despertó protestas de legisladores que habían impulsado la sanción, como Jorge Selser, quien en diálogo con este diario evaluó la medida como “bochornosa”. Por su parte, el presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), Ricardo Aizcorbe, repudió la decisión y declaró que “Macri es un vetador serial contra la salud de los vecinos y a favor de la caja de Farmacity”, en referencia a la cadena de tiendas que ofrece medicamentos en góndolas.
La Ley 4015 fue aprobada en la sesión del 17 de noviembre de este año, con 32 votos positivos, provenientes de todos los bloques de la oposición, y 21 negativos, todos ellos del PRO. El texto aprobado establecía la adhesión de la Ciudad a la ley nacional 26.567 (del 25 de noviembre de 2009), que restringe la venta de medicamentos a las farmacias y obliga a que el expendio esté a cargo de un farmacéutico o personal autorizado. En la ley ahora vetada, sobre todos los medicamentos, inclusive los de venta libre, regía también la prohibición de despacho en kioscos, bares o góndolas.
Consultado por este diario, el legislador porteño Jorge Selser (Proyecto Sur), impulsor junto con Rubén Campos (UCR) de la ley aprobada y vetada, señaló que el veto “era posible”. “Pero no por eso deja de ser un bochorno, porque la ley fue aprobada con el aval de los profesionales y trabajadores farmacéuticos, algunas droguerías y cámaras de laboratorios. Y además se trata de la adhesión a una ley nacional”, explicó Selser. Por eso el legislador interpretó que se trató de un veto “promovido por intereses económicos y corporaciones” vinculados con los medicamentos de venta libre, “por un lobby que han hecho” sobre el gobierno, aun cuando el propio ministro de Salud de la Ciudad “estaba de acuerdo con esta ley”. El jefe de Gobierno Macri “sólo respeta intereses económicos y corporaciones y no la salud del pueblo”. Por ello, Selser aseguró que el veto del jefe de Gobierno “no quedará acá”, porque los sectores farmacéuticos “acudirán a la Justicia”.
Por su parte, Rubén Campos definió como “un despropósito” la decisión de “vetar una ley después de que se haya implementado en 23 distritos”. Además, agregó, la medida “beneficia a quienes ejercen la venta en condiciones inapropiadas y a las grandes cadenas de farmacias que ofrecen el producto en góndolas en forma irresponsable”. En la misma línea, el presidente de la COFA, Aizcorbe, aseguró que “desde la asunción de la Jefatura de Gobierno en 2007, la caja de (la cadena) Farmacity creció con el PRO, al tiempo que el PRO creció con la caja de Farmacity”. De allí concluyó que, al vetar la ley, Mauricio Macri “privilegió las relaciones del PRO con esa cadena de farmacias por sobre cualquier otro interés”. La Confederación Farmacéutica había alertado que desde el gobierno porteño se promovía una encuesta telefónica para saber si los porteños estaban de acuerdo con la ley aprobada.

Página12

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