lunes, 24 de junio de 2013

El senador Filmus critica los objetivos opositores


“Ellos buscan la parálisis”

Recién lanzado como candidato al Senado, plantea los ejes de su campaña en la Ciudad y cómo se entroncan con el modelo nacional. También considera que el PRO propone “un Estado ausente” y que, con su alianza, los que componen UNEN dieron “un paso atrás”.

Por Ailín Bullentini
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Daniel Filmus diferencia la campaña actual de las que realizó para jefe de Gobierno.

“Peleamos por defender el proyecto nacional y tenemos la capacidad de profundizarlo.” Para el senador Daniel Filmus, es la intención con que el Frente para la Victoria encara en territorio porteño la campaña que lo tiene al frente de la nómina kirchnerista –lo secunda la economista Paula Español– que se propone mantener o aumentar la mayoría que ostenta en la Cámara alta. Ex ministro de Educación de la presidencia de Néstor Kirchner, ex candidato a jefe de Gobierno porteño, y con un mandato como senador a punto de cumplirse, Filmus no duda de que “la voluntad popular va a negarse a paralizar al Gobierno para que Cristina pueda llegar a 2015 con la misma fuerza”.
–Usted cuenta con una vasta experiencia en la contienda electoral porteña. ¿Qué particularidad tiene ésta?
–Tiene una impronta nacional; aquí discutiremos la posibilidad de continuar con un proyecto que comenzó en 2003 y que avanzó no sólo para que el país crezca sino para que los beneficios de ese crecimiento se distribuyan entre todos los argentinos. A diferencia de las campañas en las que participé como candidato a jefe de Gobierno, en las que discutíamos el modelo de Ciudad, en este caso peleamos por defender el proyecto nacional y representamos la capacidad de profundizarlo.
–Bajo la gestión del PRO, la ciudad de Buenos Aires ha demostrado una intención muy marcada de diferenciarse del gobierno nacional. El proyecto de un índice de precios propio, anunciado por Mauricio Macri, fue la última demostración de esto. ¿Qué puede aportar la Ciudad al proyecto nacional?
–Justamente es una Ciudad que actualmente tiene un modelo antagónico respecto de la Nación, que propone un Estado presente que interviene en aquellas áreas en las que el mercado no puede distribuir los bienes de forma igualitaria. El macrismo propone un Estado ausente, no se preocupa por generar una Ciudad a la que todos puedan integrarse. Cuando hubo que votar la nacionalización de YPF, los legisladores del PRO votaron en contra, al igual que en la reforma del Banco Central, el pago de la deuda, el matrimonio igualitario y la fertilización asistida. Estuvieron tratando de obstaculizar todas las medidas que viniendo del Ejecutivo nacional significaron una ampliación del horizonte de derechos. Desde la lista que ofrece el Frente para la Victoria queremos demostrar que la Ciudad de Buenos Aires puede tener representantes que dejen de poner palos en la rueda al proyecto y acompañen desde la propia personalidad porteña. Tenemos muchos proyectos presentados para aumentar la capacidad de autonomía que tiene el territorio.
–¿A quién considera que representa a la hora de pensar en ese aporte?
–Principalmente a los sectores trabajadores, medios, comerciantes, intelectuales, estudiantes, que quieren una Argentina que profundice las transformaciones. Estamos convencidos de que la ciudad de Buenos Aires, al contrario de lo que dicen algunos, es progresista. Aunque sabemos que por ser la ciudad más rica del país allí viven muchos sectores privilegiados que necesitan mantener su predominio y monopolización de la riqueza y los bienes.
–El PRO ganó las últimas tres elecciones en la ciudad de Buenos Aires... ¿es un pedido de otro proyecto?
–Es cierto que muchos ciudadanos de Buenos Aires pueden prescindir del Estado porque cuentan con salud y educación solventada por sus propios medios, y creen que el Estado no tiene por qué estar presente. Pero la realidad es que a la Ciudad la sufren todos: los que tienen y los que no. Es una ciudad que no ha resuelto los principales problemas de transporte, de la basura, de las inundaciones. No ha avanzado en absoluto en la igualdad entre el norte y el sur. Macri y el PRO hacen hincapié fundamentalmente en los sectores que no necesitan del Estado.
–¿Cómo evalúa la reconfiguración de la oposición en la Ciudad luego de la ruptura del Frente Amplio Progresista y la nueva alianza de algunos de sus miembros con la UCR en el frente UNEN?
–Creo que son un conjunto de sectores que dieron un paso atrás. Siempre aspiraron a ser una opción por izquierda, pero tras esta nueva alianza no hicieron más que sumar una opción de derecha a la del PRO. Reconstruyeron lo que fue la Alianza, armaron, con candidatos muy distintos, una nueva Alianza en contra del kirchnerismo, pero sin tener ninguna propuesta en común. No hay ninguna ley en la que sus integrantes hayan votado igual.
–¿Los unió la lectura de que la Ciudad sólo vota por la derecha?
–Los unió la voluntad de poner freno al proyecto transformador que se inició en 2003 y la perspectiva radical de no cambiar nada. No pueden tener una sola propuesta respecto de nada. Confluyeron en conformar una fuerza que tuvo mayoría en el Congreso, el Grupo A durante dos años (entre 2009 y 2011, tras la disputa por la resolución 125), pero que ni siquiera pudo dar a luz el presupuesto. Su propuesta es que de 2013 a 2015 haya un vacío de capacidades e ideas a partir de tener un Congreso que paralice las iniciativas transformadoras. No hay que encontrar el destino de esta fuerza hacia adelante sino hacia atrás.
–¿Cuáles son los desafíos para sostener la mayoría del oficialismo en el Senado?
–Todas las perspectivas apuntan a que vamos a ampliar nuestra participación tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, y que la voluntad popular va a negarse a paralizar al Gobierno para que pueda llegar a 2015 con la misma fuerza con la que (la presidenta) Cristina (Fernández de Kirchner) desarrolló las medidas de los últimos años. Hay óptimas condiciones para esto. Las ganas de la oposición son que el país esté peor para convertirse en alternativa en 2015. Ellos necesitan una parálisis del gobierno, innumerables veces se expresaron en este sentido. Los ciudadanos se hallan en la disyuntiva entre la parálisis y la apuesta a la profundización con el apoyo a un gobierno que toma decisiones y una Presidenta con mucho coraje para vencer a las corporaciones, que está decidida a avanzar en un proceso que, aun en medio de una crisis profunda a nivel mundial, nos permita crecer y distribuir. Sabemos por qué optará la gente.
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