La decisión de apartar a seis docentes que realizaron una parodia del jefe de gobierno Mauricio Macri y el ministro de Educación Esteban Bullrich "es un avance contra la libertad de expresión", dijo Eduardo López.
Docentes y legisladores porteños de la oposición rechazaron y repudiaron las sanciones impuestas por el gobierno porteño a seis maestros y un auxiliar de una escuela pública del barrio de Monte Castro que en marzo pasado teatralizaron un conflicto por el cierre de grados, en el que personificaron al jefe de gobierno Mauricio Macri y a su ministro de Educación, Esteban Bullrich.
Los docentes sancionados con el apartamiento de sus cargos, que serán trasladados a otras escuelas donde no podrán estar al frente de los alumnos, presentarán mañana un recurso de amparo para que la medida no se efectivice mientras dure el sumario.
En apoyo a los docentes sancionados, entre ellos la directora y su vice, la comunidad educativa de la escuela 3 de Monte Castro realizará mañana a las 12.30 un abrazo simbólico al establecimiento, situado en Alvarez Jonte 4651.
El secretario general de UTE, Eduardo López, afirmó que los chicos de la escuela "se fueron hoy con la imagen de los docentes retirando sus pertenencias de la escuela por defender la escuela pública y eso es algo inadmisible".
Durante una conferencia de prensa, alertó que si el gobierno porteño va a echar a los que defienden la escuela estatal "que empiecen con todos nosotros que somos los primeros en combatir sus políticas".
López manifestó que es "incomprensible" la situación en la que el gobierno porteño pone a estos docentes "porque los ha separado preventivamente del cargo cuando el sumario todavía no se ha conformado".
En este sentido destacó que lo único que aduce el Ministerio de Educación es que estos maestros "se han excedido en sus funciones sin aclarar qué quiso decir con eso" y añadió: "Confío en la Justicia y espero que tanto Bullrich como Macri recapaciten sobre la barbaridad que están por hacer".
La secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Stella Maldonado, manifestó su repudio "a lo que es un eslabón más en la cadena de medidas persecutorias del gobierno de Macri".
En tanto, Carlos Oroz, secretario general de la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys) manifestó su compromiso "para llevar a cabo todas las acciones necesarias para evitar este atropello a la comunidad educativa".
“Sostenemos que mucho más grave es que Macri, estando procesado, siga en funciones y nadie lo echa. Por esa razón analizaremos medidas de acción directa en conjunto", aseguró Oroz.
Por su parte, diputados de la oposición porteña presentaron un proyecto de repudio a la decisión de separar de su cargo a los maestros primarios.
La declaración de "enérgico repudio" define a la resolución 2711/MEGC/2012 como "un arbitrario ejercicio de la potestad disciplinaria y un cercenamiento a la libertad de expresión y de cátedra".
"Defendemos el derecho de los docentes a expresarse sin temor a ver perjudicada su carrera docente", sostiene el texto redactado por la legisladora Laura García Tuñón.
En tanto, el legislador Aníbal Ibarra consideró que "el jefe de Gobierno debería entender que la crítica no es una falta de respeto y que los docentes no son sus empleados".
En declaraciones a Télam, la legisladora María Elena Naddeo, del Frente Progresista y Popular, dijo estar "alarmada por esta decisión" e informó que "no hay antecedentes de este tipo de medidas en el período democrático y sabemos que sólo se han aplicado en casos realmente graves".
Para Francisco "Tito" Nenna, "Macri y Bullrich aplican un mecanismo que no se registra desde que el brigadier Osvaldo Cacciatore era el intendente de facto en la Ciudad".
El Ministerio de Educación de la ciudad comunicó hoy su decisión, en la que argumenta que esa teatralización realizada en el marco de una reunión de padres en torno al uso de las netbooks "vulnera varias de las obligaciones contempladas en el artículo 6 del Estatuto Docente" en el que se menciona “observar una conducta acorde con los principios de la moral y las buenas costumbres”.
"No hay asidero para que haya ocurrido esto", reflexionó una mamá en diálogo con Télam y cuestionó el hecho de que apenas conocida hoy la resolución del Ejecutivo porteño "los seis docentes tuvieron que guardar sus cosas para irse".
Los chicos presenciaron esta situación, dijo la mujer que prefirió no identificarse, quien consideró que esta es una forma de decirles "no protestes porque mirá lo que te va a pasar".
"Los maestros y nosotros como padres sólo defendimos la escuela pública", resumió.
TELAM
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